coche diésel

¿Consiguen los coches diésel la etiqueta ECO?

Esta es una de las preguntas que más se hacen los conductores últimamente a medida que las grandes ciudades van anunciando nuevas restricciones en las Zonas de Bajas Emisiones. La respuesta es que, en muchos casos, los coches diésel sí pueden conseguir la etiqueta ECO. No obstante, deben cumplir una serie de condiciones que analizamos en este artículo.

Antes de entrar en detalle, es importante entender el contexto actual. A día de hoy, pese a que las ventas de coches nuevos diésel siguen bajando, lo cierto es que ocupan gran parte del parque automovilístico actual. De hecho, la mitad de todos los coches que hay en España, aproximadamente, son diésel. 

Según datos de la Dirección General de Tráfico, de los 25 millones de vehículos que circulan por nuestro país, cerca de 13 millones son vehículos diésel. Un porcentaje muy alto que evidencia la preocupación de muchos de estos conductores por saber si podrán seguir circulando con su coche en las grandes ciudades o no. 

Y no solo eso, sino que la inmediatez de muchas de las medidas que entrarán en vigor próximamente para coches diésel hace que los conductores se pregunten si tienen más alternativas además de cambiar su coche. 

 

¿Cuándo consiguen los coches diésel la etiqueta ECO?

Como hemos comentado al principio, muchos de los 13 millones de vehículos diésel que recorren las carreteras españolas pueden conseguir la etiqueta ECO con la adaptación a GLP. Concretamente, todos aquellos que estén matriculados a partir del año 2016. Hablamos, por tanto, de coches diésel que tengan 8 años, lo que supone un porcentaje muy importante del total. 

La razón por la que los vehículos diésel posteriores a 2016 pueden conseguir la etiqueta ECO con la conversión a GLP es porque son los que cumplen con la norma EURO 6, normativa europea que regula las emisiones. 

La adaptación a GLP reduce las emisiones de partículas contaminantes y otros gases en un porcentaje que, en vehículos EURO 6, entra dentro de los estándares de la DGT para conseguir la etiqueta ECO. Es decir, los coches diésel que ya tengan etiqueta C son los que pueden obtener la ECO.

Por tanto, si el vehículo diésel no cumple esta norma, no podrá obtener la etiqueta ECO con la transformación a GLP. No obstante, siempre es conveniente consultar con un taller especializado para confirmar la viabilidad en cada caso particular según la ficha técnica de cada coche. 

 

¿Qué restricciones tienen los coches diésel que no tengan la etiqueta ECO?

Actualmente, en 2024, todavía no son muchas, pero se prevé que, a partir de 2025, se endurezcan en las grandes ciudades. En Madrid, por ejemplo, en 2024 los coches con etiqueta B solo pueden circular por la Zona de Bajas Emisiones de Especial Protección (ZBEDEP) Distrito Centro si van a aparcar a un parking adherido al sistema de gestión de permisos de la ZBE, pero no pueden estacionarlo en la calle dentro de ese área.

Y, a partir de 2025, la previsión es que los coches con etiqueta B no puedan circular por el área metropolitana de Barcelona. Y, en el caso de Madrid, los vehículos con etiqueta B que no estén empadronados en las ZBE también podrían afrontar más limitaciones de movilidad de 2025 en adelante, aunque habrá que esperar para confirmarlo. 

En cualquier caso, los vehículos que no tengan la etiqueta ECO seguirán viendo cómo se suman más restricciones a lo largo de los próximos años. Restricciones que responden a unas directrices europeas comunes orientadas a reducir la contaminación producida por la movilidad en las grandes áreas urbanas. 

 

Conversión de diésel a GLP: menor inversión y menos preocupaciones

Por lo tanto, si tienes un coche diésel posterior a 2016 y no quieres preocuparte por cuándo entrarán en vigor más restricciones, la mejor alternativa es adaptarlo a GLP y conseguir la etiqueta ECO. Algo que, además, supone un gran ahorro económico a largo plazo. 

Primero, porque la conversión a GLP puede rondar los 1.500-2.000 euros aproximadamente, y es mucho más económica que la compra de un coche nuevo. Y, además, porque repostar GLP es más barato que repostar combustible tradicional, aunque el diferencial varía en función de la oscilación de los precios. 

En Gasmoción te asesoramos de forma personalizada, en base a las características específicas de tu coche. Esto nos permite aconsejarte cuál es la mejor alternativa y el kit GLP que mejor se ajusta a tu vehículo de forma individual. 

coche diesel

Cómo convertir un coche diésel a GLP para obtener la etiqueta ECO

La conversión de un turismo a GLP es una de las formas más inmediatas, asequibles y seguras de hacer que un coche sea menos contaminante. Y, por tanto, de conseguir la etiqueta ECO, aunque no en todos los casos. Esto es especialmente acuciante para los vehículos propulsados por diésel, y hace que muchos usuarios se pregunten si es posible conseguir este distintivo ambiental mediante la transformación a GLP. A lo largo de este artículo, te vamos a explicar cómo se realiza la conversión de un coche diésel a GLP y en qué casos es posible obtener la etiqueta ECO. 

No es ningún secreto el hecho de que cada vez sean más los usuarios que deciden transformar su vehículo a GLP, una opción que, en España, ha sido poco conocida hasta ahora. Sin embargo, es una alternativa más sostenible que la propulsión por gasolina o diésel. Los coches transformados a GLP combinan el depósito de gasolina o el de diésel con uno de GLP, una energía menos contaminante y con la que se emite un porcentaje más bajo de partículas nocivas. 

Esta combinación de ambos depósitos es lo que hace que hablemos de motores bifuel (combinación de gasolina y GLP) o dual fuel (diésel y GLP). Pero, ¿es posible realizar la conversión a GLP por igual en ambos casos? Y, lo más interesante para muchos usuarios, ¿cuándo puedes conseguir la etiqueta ECO con este proceso?

 

¿Qué diferencia hay entre convertir un coche gasolina y uno diésel a GLP?

Esta es la pregunta que más se repite en las instalaciones de Gasmoción por muchos usuarios, que quieren saber si el procedimiento de conversión difiere en el caso de los coches gasolina o diésel. 

En el caso de los coches diésel, el sistema de gas que se utiliza es prácticamente el mismo que el que se usa para adaptar coches gasolina. De hecho, los componentes son iguales: ECU, evaporador/reductor, rail de inyectores, filtros, sensores, conmutador, depósito y multiválvula.

La diferencia principal radica en el funcionamiento del motor diésel, que no es igual que el de gasolina. En los motores de gasolina, solamente es necesaria una pequeña chispa para su encendido, lo que permite que se pueda sustituir, prácticamente, la totalidad de la gasolina por el gas. 

En cambio, en los coches diésel, el encendido es mediante compresión. ¿Qué significa esto? Que siempre es necesario que haya diésel para su encendido, lo que impide la posibilidad de suprimirlo por completo y sustituirlo casi al 100% como sucede en los motores de gasolina. 

El porcentaje de diésel que necesita cada motor dual fuel varía en función del tipo de conducción, pero suele ser de alrededor del 70%. Esta presencia obligatoria del diésel hace que el ahorro por la conversión sea más reducido que en los coches de gasolina, puesto que el porcentaje de gas que se utiliza es menor que en el caso de los coches gasolina.

 

Entonces, ¿por qué merece la pena la conversión de diésel a GLP?

Porque la cantidad de gas que actúa como combustible sustituto del diésel permite reducir considerablemente las emisiones nocivas al exterior, lo que hace que la conducción sea menos contaminante que si la propulsión fuera completamente con diésel. Además, aunque el diferencial de ahorro no sea tan elevado como en los coches de gasolina, también se ahorra, puesto que tardas más tiempo en consumir por completo el depósito de diésel y la frecuencia de repostaje de diésel es mayor. 

Volviendo al aspecto medioambiental, es importante tener en cuenta que la conversión de diésel a GLP es interesante en los coches diésel que cumplen la norma EURO 6. Es decir, aquellos que están matriculados, por lo general, a partir de 2016. El motivo es que todos los vehículos diésel que cumplen con dicha normativa tienen un porcentaje de emisiones que permite que, combinando este combustible con GLP, se reduzca lo suficiente como para entrar en el estándar de las etiquetas ECO.

Por esta razón, solamente es posible obtener la etiqueta ECO con la conversión a GLP en coches diésel posteriores a 2016, salvo excepciones concretas. Sin embargo, no hay que olvidar que hablamos de coches diésel que ya tienen 8 años, lo que hace que el volumen de vehículos que se pueden beneficiar sea muy amplio, incluyendo las flotas de vehículos profesionales.

 

¿Dónde puedo convertir mi coche diésel a GLP?

La conversión de un coche diésel a GLP es, técnicamente, muy similar a la de un coche de gasolina. No obstante, no todas las empresas especializadas en conversiones las realizan en este tipo de vehículos. En Gasmoción estamos especializados en conversiones a GLP, tanto diésel como gasolina, si bien nos regimos siempre por una máxima: ser totalmente transparentes. 

Es decir, asesoramos de forma personalizada a cada cliente según el vehículo que tenga, su estilo de conducción o el kilometraje que recorra anualmente. Esto nos permite ayudarle a saber cuánto se puede llegar a ahorrar con la conversión de diésel a GLP para que decida si le resulta interesante, o no. 

Además, el asesoramiento de nuestro equipo técnico también es clave para saber si un coche puede obtener la etiqueta ECO con la conversión, una de las razones que impulsan este tipo de transformaciones. 

Por lo tanto, si tienes un coche diésel o una flota diésel y quieres saber si merece la pena transformarla a GLP, en Gasmoción podemos ayudarte. Ponte en contacto con nosotros y te asesoramos de forma individual. ¡Pásate al bando de la movilidad sostenible!

impuestos al diesel

Impuestos al diésel: todas las novedades más recientes

La fluctuación de los precios de los combustibles se ha convertido en una de las preocupaciones diarias para muchas personas, que permanecen atentas a la subida o bajada del combustible que utilicen. Lo que está claro es que tanto la gasolina como el diésel continúan con una tendencia alcista que no tienen otros combustibles alternativos, como el GLP. Sin embargo, la situación para los conductores de vehículos diésel podría ser, aún, más complicada durante los próximos meses si finalmente se introducen los nuevos impuestos al diésel anunciados por el Ejecutivo hace unas semanas.

La búsqueda de la movilidad sostenible ha sido prioritaria para los gobiernos europeos desde hace varios meses, y la evolución será creciente en este aspecto. Por este motivo, no es de extrañar que, entre otras cosas, contemplen medidas como la subida de impuestos al diésel y la gasolina, combustibles con los que se espera acabar en la década de 2030-2040. 

Una de las medidas contempladas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia alude directamente al precio de los combustibles. Concretamente, anuncia la “revisión de las bonificaciones de los hidrocarburos utilizados como carburante para la equiparación progresiva de los tipos impositivos en atención a su poder contaminante”. Es decir, una subida de impuestos al diésel y la gasolina, con especial urgencia en el caso del diésel. 

Un objetivo para 2023, ¿ampliable?

La idea inicial era aplicar este impuesto a lo largo de 2023. No obstante, la bonificación de 20 céntimos por cada litro de combustible que aprobó el Gobierno con el objetivo de paliar la subida incesante de precios dejó esta opción en situación de “stand by”. A mediados de año, una vez eliminada dicha bonificación, volvió a sobrevolar y a coger fuerza. Ahora, el tablero político ha vuelto a poner en pausa muchos de los planes que ya estaban en marcha, hasta que se resuelva la situación de incertidumbre política que sigue habiendo. 

Por lo tanto, habrá que esperar a que se desvele quién permanecerá en el equipo de gobierno para comprobar si se retoma, o no, la aprobación de un nuevo impuesto al diésel. Las posturas, en este sentido, son bastante opuestas, aunque ya podemos intuir por dónde se dirimirán respectivas decisiones.

Hace unas semanas, miembros de los dos partidos políticos mayoritarios de dicho bloque confirmaron que, en caso de que revaliden el pacto de gobierno, introducirán el impuesto al diésel tal y como estaba previsto en la hoja de ruta anterior. Por su parte, los partidos políticos situados al ala derecha se han mostrado más reacios a aumentar este impuesto, al menos, a corto plazo. 

Por su parte, algunas grandes compañías energéticas han mostrado ya su posición con respecto a este tema. Es el caso de Cepsa, que afirma que “subir el impuesto al diésel facilitará los proyectos de hidrógeno verde y el cambio de combustible”.

¿Qué impuestos al diésel tienen en otros países europeos?

Dada la incertidumbre generalizada que hay en toda la Unión Europea en materia de sostenibilidad y energía, es interesante revisar cuál es la situación en otros países. Concretamente, en relación con el impuesto sobre hidrocarburos. Cabe destacar que no es el único impuesto existente relacionado con el sector de la automoción y la movilidad, pero sí uno de los que más discrepancias suscita. 

El país que tiene el impuesto especial de hidrocarburos más bajo es Hungría. Concretamente, Hungría aplica un impuesto de 219 euros cada 1000 litros de diésel, frente a los 617 euros de Italia, el país con el impuesto especial más alto sobre este carburante. La media a nivel europeo es, aproximadamente, de 468 euros por cada 1000 litros. En España, el impuesto actual es de 379 euros por cada 1000 litros.

¿Y en el caso de la gasolina? La situación es más o menos similar, aunque el abanico impositivo es más amplio y hay más diferencias entre los impuestos que aplica cada país. España, por ejemplo, grava más la gasolina que el diésel, pues aplica 504 o 473 euros (según sea gasolina 98 o 95) frente a 379 en el caso del diésel. 

Por su parte, Hungría se mantiene como el país con el impuesto más bajo, de 347 euros por cada 1000 litros, en contraste con los 824 euros de impuesto que tiene Países Bajos. En este caso, la media europea asciende a unos 585 euros debido a que las diferencias entre países son más amplias. 

Consecuencias de la subida de los impuestos al diésel en España

La consecuencia más directa en caso de que se aumenten los impuestos al diésel en nuestro país es, evidentemente, una subida de precios a la hora de repostar. Y, si esta subida se aplica también a la gasolina, el encarecimiento repercutirá a la mayoría de conductores. En este escenario, se pone de manifiesto la importancia de buscar alternativas de movilidad sostenible inmediatas, efectivas y reales que, además, conlleven un ahorro económico a la hora de repostar.

La mejor alternativa para transitar hacia un escenario de movilidad sostenible plena es la conversión a GLP, un combustible alternativo menos contaminante y más barato que la gasolina y el diésel. En Gasmoción somos especialistas en transformaciones a Autogas, y te asesoramos de forma personalizada para que sepas cuál es la mejor opción en función del vehículo que tengas. 

 

transformación de diésel a glp

Claves para entender la transformación de diésel a GLP

Las opciones que existen actualmente acerca de la conversión de vehículos a GLP, gas licuado de petróleo, abarcan a un parque de vehículos mucho más amplio que hace algunos años. La transformación de vehículos a GLP va evolucionando a medida que lo hace la tecnología, y el desarrollo de nuevos sistemas GLP hace que podamos atender a un volumen cada vez más amplio.  En este post, te explicamos cuáles son las claves para entender la transformación de diésel a GLP.

En primer lugar, es importante recalcar que la conversión de un vehículo a un sistema bi-fuel o dual fuel debe realizarse siempre en un taller especializado en estas transformaciones y que cuente con las homologaciones adecuadas para ello. En nuestra red de Gasmoción contamos con talleres repartidos en distintos lugares de España para realizar la transformación, pero siempre es importante contar con esa garantía.

Dicho esto, hay una serie de cuestiones que es conveniente explicar para entender hasta qué punto puede ayudarte la transformación de diésel a GLP a ser más sostenible, más económico e, incluso, alargar la vida útil del vehículo. 

 

Norma EURO: el texto regulatorio clave en la transformación

Siempre que hablamos de transformaciones de vehículos a GLP es imprescindible entender qué es la normativa EURO y por qué es tan importante. Se trata de la normativa europea sobre emisiones, y es el estándar que regula la certificación ambiental de cada vehículo en función del volumen de emisiones que registre. Es decir, la norma EURO marca los requisitos que debe cumplir un vehículo en cuanto a límites aceptables para las emisiones de gases de combustión interna.

Y, ¿por qué es tan importante este concepto? Porque, cuando los usuarios buscan transformar su coche a GLP, una gran motivación para hacerlo es conseguir la etiqueta ECO. Sin embargo, esto solo es posible cuando el vehículo diésel cumple la norma EURO 6; es decir, cuando está matriculado a partir de 2016. 

¿Significa esto que los coches diésel anteriores a 2016 no se pueden transformar? No. Los vehículos diésel que no cumplan la norma EURO 6 se pueden transformar técnicamente, pero no conseguirán la etiqueta ECO. Por lo tanto, la decisión de transformación en esos casos puede variar, ya que los beneficios se reducen con respecto a los coches que sí cumplen la norma EURO 6, y la rentabilidad de realizar la conversión se reduce. 

 

Transformación de diésel a GLP: El motor

Otra de las preocupaciones más comunes entre los usuarios que buscan transformar su coche a GLP es qué cambios sufrirá el motor. La respuesta es clara: ninguno. La conversión de diésel a GLP no implica ninguna modificación relevante en el motor. Todo lo contrario, al producirse una combustión más limpia, se alarga la vida útil del motor del vehículo. 

 

Transformación de diésel a GLP: ¿Qué piezas intervienen?

La conversión de diésel a GLP es relativamente sencilla de entender, pero requiere de un alto grado de especificación técnica y conocimientos para llevarse a cabo. Para pasar de un coche diésel a un coche dual fuel (que es el nombre que reciben los vehículos propulsados por diésel y GLP), se debe instalar un sistema de inyección de GLP que sea complementario al del diésel, de manera que se sustituye una parte del diésel por GLP.

Para ello, se coloca un depósito de GLP, que suele ubicarse en el hueco donde va la rueda de repuesto para no perder espacio en el maletero. Eso sí, siempre que el depósito sea toroidal (forma de donut). En caso de que sea un depósito cilíndrico, y dependiendo de cómo sea el vehículo, se busca la mejor ubicación para evitar que se pierda espacio. 

La realización de esta transformación requiere la instalación completa de lo que se conoce como el kit GLP, compuesto por varias piezas además del depósito. Algunas de ellas son el conmutador, los inyectores, el sensor de temperatura y presión, el reductor o el filtro, entre otras. 

 

¿Qué vehículos diésel se pueden transformar a GLP?

La recomendación que hacemos desde Gasmoción es transformar los vehículos diésel que cumplan la norma EURO 6, o que estén matriculados a partir de 2016, que son los que obtendrán más beneficios de dicha transformación. Recuerda que solo estos turismos conseguirán la etiqueta ECO, siendo este el principal beneficio hoy en día. 

Y, aunque parezcan pocos vehículos, hay que tener en cuenta que hablamos de coches que tienen ya 7 años. Por lo tanto, son muchos los vehículos diésel susceptibles de conversión a GLP y que, con dicha conversión, consiguen la etiqueta ECO. 

 

¿Repostar GLP es más barato que repostar diésel?

Sí. De hecho, el precio actual del GLP ronda los 0,90 euros, mientras que el diésel se sitúa en 1,56, aproximadamente. Por lo tanto, el repostaje de diésel sale más económico que el del GLP, aunque es importante tener en cuenta que solo una parte porcentual del diesel inyectado se sustituirá por GLP. 

 

¿Cómo saber si puedes convertir tu coche diésel a GLP?

Lo más recomendable es consultar directamente, en base a la ficha técnica de tu vehículo, con uno de nuestros talleres especializados de Gasmoción. El taller consultará la ficha técnica y te confirmará si es viable la transformación a GLP, y si con ella podrás obtener la etiqueta ECO o no. 

Además, la garantía que ofrecen nuestros talleres es máxima porque todos ellos cuentan con la homologación pertinente, de forma que puedes estar tranquilo/a y confiar totalmente la conversión. En caso de que esta se pueda realizar, el proceso es muy rápido, y en pocos días podrás estar disfrutando del vehículo dual-fuel. 

diésel a GLP

Beneficios de convertir tu coche diésel a GLP

La conversión de tu vehículo a GLP es una alternativa que no solo es más sostenible que las tecnologías de combustión tradicional, sino que también es una forma de reacondicionar un vehículo que se puede aprovechar y contribuir a la economía circular. Además, la evolución que ha experimentado el sector en este sentido ha sido muy positiva; tanto, que te vamos a contar a continuación todas las ventajas que reporta la transformación de tu vehículo diésel a GLP

Lo primero que debes saber es que la conversión a GLP, al igual que en el caso de los turismos de gasolina, debe realizarla un taller homologado especializado en este tipo de transformaciones. En este sentido, puedes acudir a uno de los talleres asociados a la red Gasmoción, con plenas garantías de que todos ellos disponen de los conocimientos y la experiencia necesarios para llevar a cabo estas conversiones.

Por otro lado, la conversión a GLP es muy similar a la de un vehículo a gasolina. La principal diferencia radica en el funcionamiento del propio motor diésel, lo que permite porcentajes de sustitución de prácticamente el 100% en el caso de los motores gasolina (sistemas bi-fuel) y mucho más reducidos en el caso de los motores diésel (sistemas dual-fuel), siendo necesaria la inyección de un gran porcentaje de diésel de forma continua en estos casos.

Sin embargo, son numerosos los beneficios que obtenemos por la conversión de coches diésel a GLP. Especialmente en un momento como el actual, en el que las restricciones derivadas de la implementación de Zonas de Bajas Emisiones seguirán endureciéndose año tras año. En este escenario, la conversión a Autogas es una de las alternativas más interesantes para cualquier conductor, y te vamos a contar por qué.

 

¿Qué coches diésel se pueden transformar?

Realmente, la transformación de vehículos diésel a GLP se puede realizar en la mayoría de coches diésel actuales, pero hay que tener en cuenta que no en todos los casos la conversión permite obtener la etiqueta ECO. Solamente los coches diésel matriculados a partir de 2016, o que cumplan la norma EURO 6, podrán obtener la etiqueta ECO tras la conversión a GLP. 

Aun así, hablamos de coches con una antigüedad de más de 7 años, lo cual supone una gran ventaja para muchos conductores que, dentro de poco tiempo, no podrán acceder libremente a muchas ZBE a menos que cuenten con la etiqueta ECO.

 

Ventajas más importantes de convertir un coche diésel a GLP

Además de la consecución de la etiqueta ECO solamente para los vehículos diésel que cumplen la norma EURO 6, son muchos los beneficios que puede obtener cualquier coche diésel que se transforme a Autogas:

  • Segunda vida útil. El hecho de que un coche no pueda acceder a una ZBE por una cuestión normativa no significa que no pueda seguir circulando. De hecho, en el caso de los coches diésel, esta ventaja es aún más importante, porque un coche con 7 años de vida que esté bien cuidado y en buen estado tiene todavía una larga vida por delante. Por ello, la conversión a GLP es clave para seguir disfrutando de él en cualquier área y evitar que se abandone innecesariamente. Esto, además, impide que dejemos de utilizar un coche que está en buen estado para comprar otro, reduciendo el desperdicio de piezas que ello implica y contribuyendo a la economía circular.
  • Es una alternativa más económica que la compra. Muchos conductores se están viendo en la tesitura de decidir si comprar un coche nuevo o mantener el suyo, ante la incertidumbre generada con las últimas noticias que vienen desde Europa. La conversión a GLP es la mejor alternativa de transición, porque permite, siempre que se cumplan las características, aprovechar la etiqueta ECO hasta que las tecnologías de movilidad sostenible del futuro estén maduras. Y, sin duda, es una alternativa más barata que la compra de un coche nuevo, especialmente, en un momento en el que los precios se han incrementado incluso en los coches de ocasión.
  • Alarga la vida útil de las flotas. Numerosas flotas de vehículos industriales ligeros están formadas por vehículos diésel que, con la conversión a GLP, pueden alargar su vida útil. Y esto, sin duda, es un factor fundamental para las empresas que dependen de dichos vehículos para desarrollar su actividad profesional. 
  • Carburante más económico. Es cierto que el ahorro económico que se obtiene con la conversión a Autogas es más alto en los coches de gasolina, pero los vehículos diésel también consiguen un pequeño ahorro a la hora de repostar, ya que el precio del GLP se sitúa en torno a 0,90 euros el litro, inferior a los 1,60 euros el litro que cuesta, de media, el diésel. 
  • Más autonomía. La incorporación de un depósito de GLP permite sumar la autonomía del mismo a la que ya tiene el coche circulando con combustible diésel. Es decir, en el momento en el que se acaba el depósito de GLP, el vehículo sigue circulando con diésel, de forma que la autonomía se puede llegar a duplicar. 

 

En definitiva, la conversión de un coche diésel a GLP es una alternativa que permite circular de forma más sostenible, más económica y con una perspectiva de vida útil más larga. En Gasmoción te asesoramos de forma personalizada para que, en función de la ficha técnica de tu vehículo, tengas toda la información clara desde el principio. 

Y, en caso de que decidas transformar tu coche a GLP, ponemos a tu disposición el taller de nuestra red más cercano para que puedas llevarla a cabo con plena seguridad. ¡Consúltanos!

conversión diésel a GLP

Conversión de diésel a GLP: ¿es o no posible?

Una de las dudas más frecuentes entre los usuarios que solicitan la conversión a Autogas es en qué tipo de vehículos es posible. La duda se acentúa más cuando se trata de vehículos diésel, que son los que más urgencia van a tener en los próximos dos años. Para resolver todas las dudas que te puedan surgir, respondemos algunas de las más habituales en este artículo.

La obligatoriedad de implementar Zonas de Bajas Emisiones a partir de 2023 en los municipios de más de 50.000 habitantes va a suponer que muchos coches se enfrenten a restricciones de acceso, circulación y aparcamiento. Por el momento, no son muchos los municipios que ya tienen una ZBE implantada, ya que, de 149, apenas una veintena la tienen. 

Sin embargo, se espera que en los próximos meses este número se incremente. Y no solo eso, sino que las restricciones irán aumentando progresivamente. Actualmente, se limitan a excluir a los vehículos que no tienen etiqueta medioambiental, pero en menos de dos años, todo apunta a que las restricciones se podrían ampliar a otras etiquetas.

Sobre todo, a los vehículos con etiqueta B, que son en su mayoría diésel o gasolina matriculados antes de 2006 y que, por tanto, no cumplen con la norma EURO 4. Por este motivo, son cada vez más los usuarios que se preguntan sin la conversión de diésel a GLP es posible y, en caso de que lo sea, cómo se debe realizar.

 

¿La conversión de diésel a GLP es posible?

Desde el punto de vista técnico, es posible. De hecho, el proceso para realizar la conversión es bastante parecido al que se lleva a cabo en los coches de gasolina. La diferencia principal radica en la manera en la que se inyecta el gas en el vehículo. 

En los coches de gasolina, la sustitución del motor gasolina por GLP es prácticamente del 100%, en lo que llamamos sistemas bi-fuel. En cambio, en los vehículos diésel, el porcentaje de sustitución es inferior, y por eso se llaman dual-fuel. 

Sin embargo, aunque técnicamente se pueda realizar la conversión, hay determinados talleres especializados en transformaciones a gas que no las llevan a cabo. El motivo es que, precisamente por la mayor complejidad que requiere la inyección de gas en los motores diésel, las ventajas para el usuario son mínimas.

Además, el ahorro que se consigue con la gasolina es muy bajo con el diésel, ya que el porcentaje de sustitución de combustible es menor. En definitiva, poniendo en una balanza los beneficios y las desventajas, la transformación de un coche diésel a GLP no suele ser recomendable, porque no se consigue el ahorro buscado.

 

¿Qué sucede con la etiqueta ECO?

La gran preocupación para muchos usuarios está siendo la posibilidad de obtener la etiqueta ECO gracias a la conversión a GLP. Sin embargo, hay que tener en cuenta que ningún vehículo que tenga la etiqueta medioambiental B puede obtener directamente la etiqueta ECO. 

Y, si atendemos a los datos actuales, el 75% de los coches españoles funcionan con diésel. De ellos, solo un porcentaje reducido está matriculado a partir de 2016, ya que desde ese año, la matriculación de vehículos nuevos diésel se ha reducido del 56% al 19%. 

Esto significa que la mayoría de los coches diésel que hay en España están matriculados antes de 2016, lo que significa que no cumplen con la norma EURO 6 establecida para que los vehículos diésel obtengan la etiqueta C.

Por lo tanto, los coches diésel que tengan etiqueta B; es decir, que no estén matriculados a partir de 2016, no pueden obtener la etiqueta ECO aunque se conviertan a GLP por una cuestión de cumplimiento de la normativa española vigente. 

 

A nivel medioambiental, ¿compensa?

Desde el punto de vista medioambiental, hay que decir que cualquier alternativa que permita reducir las emisiones nocivas es buena. No obstante, la reducción de emisiones de CO2 y partículas en los vehículos diésel convertidos es menor que la que obtienen los vehículos gasolina. 

Esto hace que la rentabilidad de convertir un coche diésel a GLP sea muy poca, ya que es probable que el usuario no obtenga la etiqueta ECO, ni la reducción de emisiones sea muy elevada, ni la inversión se amortice tan fácilmente porque la conversión es más cara que la de los coches gasolina. 

Por tanto, si tienes un coche diésel anterior a 2016, es preferible plantearse renovarlo por otro más sostenible. 

 

transformación diesel

Conversión de coches diésel a GLP: dudas frecuentes

La transformación de vehículos gasolina a Gas Licuado de Petróleo (GLP) es cada vez más frecuente. Pero, ¿qué sucede con los coches diésel? La posibilidad de convertir un coche diésel a GLP es uno de los temas que más dudas genera, así como sus ventajas y si hay alguna diferencia frente a las conversiones de los turismos de gasolina. En este post, resolvemos las principales cuestiones acerca de este tema para que tengas clara cuál es la diferencia entre convertir un vehículo diésel y uno gasolina a GLP. 

El diésel y la gasolina son los combustibles más extendidos en nuestro país, si bien, durante los últimos meses, también son los más cuestionados. En primer lugar, porque los vehículos que se mueven con diésel o gasolina son de combustión, y emiten más niveles de contaminación que otro tipo de carburantes.

Pero, además, ha habido una circunstancia que ha llevado a muchos conductores a replantearse la movilidad tal y como la conocían hasta ahora: el encarecimiento de los combustibles. Desde principios de 2022, hemos visto cómo tanto la gasolina como el diésel han incrementado sus precios hasta superar, en el mes de junio, la barrera de los 2 euros por litro, algo impensable hace un año. 

En cambio, existen alternativas factibles y sencillas que no solo son más económicas, sino que también son más sostenibles. Hablamos, fundamentalmente, del GLP o Autogas. En este contexto, no es extraño que muchos conductores de turismos de gasolina hayan apostado por transformar su vehículo a gas. Pero, ¿cuál es la situación de los vehículos diésel? 

 

¿Es posible transformar un vehículo diésel a GLP?

Técnicamente, es posible. La conversión a GLP se realiza de forma muy similar a la de un vehículo gasolina, instalando una serie de componentes en el vano motor y un depósito en el que se acumula el gas y que se sitúa, normalmente, en el espacio de la rueda de repuesto. 

La principal diferencia radica en la forma de inyección de gas en el vehículo, lo que permite porcentajes de sustitución de prácticamente el 100% en el caso de los motores gasolina (sistemas bi-fuel) y mucho más reducidos en el caso de los motores diésel (sistemas dual-fuel), siendo necesaria la inyección de un gran porcentaje de diésel de forma continua en estos casos.

 

¿Se ahorra lo mismo transformando un coche diésel que uno de gasolina?

No. Los sistemas y proceso de conversión de un vehículo de gasolina a gas son más sencillos y menos costosos. Esto, unido a que en el caso de los motores diésel el porcentaje de sustitución de gas es reducido, se traduce en un índice de ahorro muy inferior frente al que obtienes convirtiendo un coche de gasolina. 

 

¿Se puede obtener la etiqueta ECO con un coche diésel transformado a GLP?

Sí, siempre y cuando el vehículo cumpla con los requisitos que marca la normativa de emisiones Euro 6 en el caso del diésel, y si no es un coche anterior al año 2000. 

 

¿Las ventajas medioambientales son las mismas?

En líneas generales, son parecidas. Tanto los vehículos gasolina como los diésel que cumplan con la normativa correspondiente pueden obtener la etiqueta ECO una vez convertidos a GLP. En cuanto a la reducción de emisiones, en ambos casos hay una clara disminución, si bien el porcentaje no es exactamente el mismo en los turismos de gasolina que en los diésel. Sin embargo, la diferencia no es mucha y, en la práctica, cualquiera de las dos fórmulas supone una reducción importante de emisiones contaminantes. 

 

¿Es recomendable transformar un coche diésel a GLP?

Desde el punto de vista del ahorro económico, no. La transformación de los motores diésel es bastante más costosa que la de los gasolina, lo que implica que el ahorro económico en muchas ocasiones es muy reducido. 

Una vez transformado el coche a GLP, es cierto que la reducción en el precio del combustible es notable, puesto que el precio del GLP se mantiene en 1,05 €/litro, frente a los 1,91 €/litro que cuesta el diésel. No obstante, hay que tener en cuenta que seguiremos necesitando un elevado porcentaje de diésel durante el funcionamiento del vehículo.

Por otro lado, a nivel medioambiental, los vehículos diésel transformados también contribuyen a reducir las emisiones nocivas, y pueden optar a la etiqueta ECO en los casos en los que cumplan con la norma Euro 6. 

En definitiva, si la única razón por la que decides transformar tu vehículo diésel a GLP es el ahorro, no es recomendable. Si, además, lo haces por cuestiones de respeto medioambiental o, simplemente, para obtener la etiqueta ECO, sí te lo puedes plantear. 

En cualquier caso, lo más aconsejable es acudir a un taller homologado en conversiones de confianza que te asesore sobre cuál es la mejor alternativa según las características particulares de tu vehículo. En Gasmoción te aconsejamos de manera transparente, tanto sobre el precio final de la conversión, como sobre las ventajas reales que percibirás al transformar tu vehículo. 

Llegan las multas para los vehículos sin Etiqueta ECO que accedan a las ciudades con protocolos anticontaminación

La Dirección General de Tráfico ha comunicado que todos los vehículos que no respeten las restricciones derivadas de protocolos anticontaminación y Zonas de Bajas Emisiones, serán sancionados con 200 euros a partir del 21 de marzo de este mismo año.

Esta sanción será aplicable en todos los municipios con más de 50.000 habitantes, que suman casi 150 en toda España y por lo tanto, afecta a aproximadamente el 54% de la población.

Y es que la nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética estipula que todas las ciudades de más de 50.000 habitantes deberán incluir zonas de bajas emisiones antes del año 2023. Además, los municipios que posean más de 20.000 habitantes y que superen los valores límite contaminantes, también estarán obligados a implantar estas zonas de restricciones.

Por lo tanto, todo vehículo que no posea la Etiqueta 0 emisiones o la Etiqueta ECO, será sancionado con 200 euros por acceder, por ejemplo, a Madrid 360 o la Zona de Bajas Emisiones de Barcelona. Todo esto se extrapolará, como hemos comentado, a 150 ciudades más en toda España antes de 2023, por lo que la Etiqueta ECO se convierte en un elemento indispensable para poder circular como hacíamos hasta ahora.

El autogas/GLP y el GNC cobran especial protagonismo en este escenario, y es que adaptando el motor de tu coche para que funcione con cualquiera de estos dos combustibles, puedes acceder al distintivo ambiental ECO siempre que tu vehículo cumpla los siguientes requisitos:

  • En el caso de que sea un vehículo de gasolina, debe cumplir como mínimo la normativa de emisiones Euro 4.
  • En el caso de que sea un vehículo de diésel, debe cumplir como mínimo la normativa de emisiones Euro 6.

Esto se traduce en que, en el caso de la gasolina, prácticamente cualquier vehículo transformado a gas del año 2005-2006 o posterior puede disfrutar de la Etiqueta ECO. Si tenemos en cuenta los motores diésel, en este caso será necesario que el vehículo sea del año 2016 o posterior.

Te recordamos que a parte de todas las ventajas derivadas de disponer de la Etiqueta ECO, el autogas te ofrece otros muchos beneficios, como ahorros de hasta el 45% en combustible, una gran reducción de emisiones nocivas y descuentos en impuestos y bonificaciones.

Puedes informarte llamando al 961 667 879 o a través de comercial@gasmocion.com.

El precio de la gasolina roza récords históricos y podría ser todavía peor

El precio de la gasolina lleva semanas más cara que nunca, y las tensiones entre Rusia y Ucrania podrían llevarla a nuevos máximos históricos.

En Ucrania ya suenan tambores de una posible guerra con Rusia. En la frontera hay desplegados 100.000 soldados rusos, EEUU ya ha ordenado la evacuación de parte del personal de su embajada y muchos ucranianos ya han preparado un plan de acción ante una posible invasión como la que hubo en 2014.

Las implicaciones de este terremoto geopolítico son numerosas y a todos los niveles, afectan incluso a cuánto te va a costar echar gasolina, y, por lejos que ocurra el conflicto, España no se salva de la onda expansiva.

En las próximas semanas, el precio del petróleo podría dispararse un 76% por las tensiones entre Rusia y Ucrania, según han advertido desde JPMorgan. Esto podría llevar al precio de la gasolina a batir nuevos récords.

“Las últimas tensiones geopolíticas entre Rusia y Ucrania aumentan el riesgo de un aumento significativo este trimestre”, señalan los economistas de JPMorgan Joseph Lupton y Bruce Kasman en un informe enviado a sus clientes.

El precio del barril de Brent ahora mismo está en el entorno de los 87 dólares, algo no visto desde 2014, pero podría aumentar mucho más, hasta los 150 dólares por barril, según los cálculos de JPMorgan. Tambien Goldman Sachs prevé que el encarecimiento del crudo alcance los 100 dólares.

Las tensiones entre Rusia y Ucrania podrían llevar a una disrupción en las cadenas de suministro de petróleo, lo que llevaría a un incremento en el precio del petróleo Brent durante uno o dos trimestres. Si, por ejemplo, el recorte fuera de 2,3 millones de barriles por día en la producción de petróleo, el suministro global caería un 2%, según cálculos del banco.

Es más, el impacto de este recorte en la economía mundial sería tal, podría provocar un recorte del 1,6% en el PIB mundial.

Fuente: businessinsider.es

 

Los combustibles llegan al puente de diciembre con los precios más altos en ocho años

Llenar el depósito del coche vuelve a ser uno de los gastos más importantes a la hora de emprender el viaje para los millones de ciudadanos que vayan a desplazarse durante el inminente Puente de Diciembre, con dos festivos (lunes 6 y miércoles 8), a las puertas de la Navidad. Quienes utilicen su vehículo comprobarán cómo el precio de los combustibles se encuentra no solo en su nivel más alto de todo 2021, sino en cotas que no se veían desde el año 2013, en la anterior crisis.

Con los últimos datos disponibles, el litro de diésel -por ahora sigue siendo el combustible más utilizado- se encuentra en los 1,367 euros. Supone casi un 25% más que cuando comenzaba este mismo año. En el caso de la gasolina de 95 octanos, su coste se sitúa en los 1,503 euros por litro, un 23% superior que en el mes de enero.

Estas últimas referencias son ligeramente inferiores a las de la semana pasada, cuando el litro de diésel superaba los 1,38 euros, y el de gasolina, los 1,51 euros. Sin embargo, la crisis de la variante ómicrom, desatada el pasado viernes, ha provocado que la cotización del barril de Brent haya caído un 15% desde entonces hasta los 72 dólares. En cualquier caso se trata de una de las referencias más elevadas de todo el ejercicio.

Hay que remontarse ocho años para ver en los surtidores unos precios de los combustibles como los que aparecen estos días en las estaciones de servicio. Entonces, España se encontraba en el peor momento de la anterior recesión, mientras que el Brent escalaba posiciones por la tensión entre los países productores de crudo. Así, llenar un depósito medio de gasolina de 55 litros cuesta ahora 82,50 euros, casi 20 euros más que hace un año, mientras que en el caso de repostar con gasóleo asciende a 75 euros, unos 19 euros más que en la misma semana de noviembre de 2020. Antes de la pasada Semana Santa, ambos carburantes ya recuperaron los niveles previos al coronavirus.

En este contexto, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana se volverá a reunir esta semana con el sector del transporte para seguir buscando una solución a sus reivindicaciones y con el fin de evitar el cierre patronal decretado por las empresas para tres días de diciembre.

Fuente: lasprovincias.es