coche diésel

¿Consiguen los coches diésel la etiqueta ECO?

Esta es una de las preguntas que más se hacen los conductores últimamente a medida que las grandes ciudades van anunciando nuevas restricciones en las Zonas de Bajas Emisiones. La respuesta es que, en muchos casos, los coches diésel sí pueden conseguir la etiqueta ECO. No obstante, deben cumplir una serie de condiciones que analizamos en este artículo.

Antes de entrar en detalle, es importante entender el contexto actual. A día de hoy, pese a que las ventas de coches nuevos diésel siguen bajando, lo cierto es que ocupan gran parte del parque automovilístico actual. De hecho, la mitad de todos los coches que hay en España, aproximadamente, son diésel. 

Según datos de la Dirección General de Tráfico, de los 25 millones de vehículos que circulan por nuestro país, cerca de 13 millones son vehículos diésel. Un porcentaje muy alto que evidencia la preocupación de muchos de estos conductores por saber si podrán seguir circulando con su coche en las grandes ciudades o no. 

Y no solo eso, sino que la inmediatez de muchas de las medidas que entrarán en vigor próximamente para coches diésel hace que los conductores se pregunten si tienen más alternativas además de cambiar su coche. 

 

¿Cuándo consiguen los coches diésel la etiqueta ECO?

Como hemos comentado al principio, muchos de los 13 millones de vehículos diésel que recorren las carreteras españolas pueden conseguir la etiqueta ECO con la adaptación a GLP. Concretamente, todos aquellos que estén matriculados a partir del año 2016. Hablamos, por tanto, de coches diésel que tengan 8 años, lo que supone un porcentaje muy importante del total. 

La razón por la que los vehículos diésel posteriores a 2016 pueden conseguir la etiqueta ECO con la conversión a GLP es porque son los que cumplen con la norma EURO 6, normativa europea que regula las emisiones. 

La adaptación a GLP reduce las emisiones de partículas contaminantes y otros gases en un porcentaje que, en vehículos EURO 6, entra dentro de los estándares de la DGT para conseguir la etiqueta ECO. Es decir, los coches diésel que ya tengan etiqueta C son los que pueden obtener la ECO.

Por tanto, si el vehículo diésel no cumple esta norma, no podrá obtener la etiqueta ECO con la transformación a GLP. No obstante, siempre es conveniente consultar con un taller especializado para confirmar la viabilidad en cada caso particular según la ficha técnica de cada coche. 

 

¿Qué restricciones tienen los coches diésel que no tengan la etiqueta ECO?

Actualmente, en 2024, todavía no son muchas, pero se prevé que, a partir de 2025, se endurezcan en las grandes ciudades. En Madrid, por ejemplo, en 2024 los coches con etiqueta B solo pueden circular por la Zona de Bajas Emisiones de Especial Protección (ZBEDEP) Distrito Centro si van a aparcar a un parking adherido al sistema de gestión de permisos de la ZBE, pero no pueden estacionarlo en la calle dentro de ese área.

Y, a partir de 2025, la previsión es que los coches con etiqueta B no puedan circular por el área metropolitana de Barcelona. Y, en el caso de Madrid, los vehículos con etiqueta B que no estén empadronados en las ZBE también podrían afrontar más limitaciones de movilidad de 2025 en adelante, aunque habrá que esperar para confirmarlo. 

En cualquier caso, los vehículos que no tengan la etiqueta ECO seguirán viendo cómo se suman más restricciones a lo largo de los próximos años. Restricciones que responden a unas directrices europeas comunes orientadas a reducir la contaminación producida por la movilidad en las grandes áreas urbanas. 

 

Conversión de diésel a GLP: menor inversión y menos preocupaciones

Por lo tanto, si tienes un coche diésel posterior a 2016 y no quieres preocuparte por cuándo entrarán en vigor más restricciones, la mejor alternativa es adaptarlo a GLP y conseguir la etiqueta ECO. Algo que, además, supone un gran ahorro económico a largo plazo. 

Primero, porque la conversión a GLP puede rondar los 1.500-2.000 euros aproximadamente, y es mucho más económica que la compra de un coche nuevo. Y, además, porque repostar GLP es más barato que repostar combustible tradicional, aunque el diferencial varía en función de la oscilación de los precios. 

En Gasmoción te asesoramos de forma personalizada, en base a las características específicas de tu coche. Esto nos permite aconsejarte cuál es la mejor alternativa y el kit GLP que mejor se ajusta a tu vehículo de forma individual.