Cómo convertir un coche diésel a GLP para obtener la etiqueta ECO
La conversión de un turismo a GLP es una de las formas más inmediatas, asequibles y seguras de hacer que un coche sea menos contaminante. Y, por tanto, de conseguir la etiqueta ECO, aunque no en todos los casos. Esto es especialmente acuciante para los vehículos propulsados por diésel, y hace que muchos usuarios se pregunten si es posible conseguir este distintivo ambiental mediante la transformación a GLP. A lo largo de este artículo, te vamos a explicar cómo se realiza la conversión de un coche diésel a GLP y en qué casos es posible obtener la etiqueta ECO.
No es ningún secreto el hecho de que cada vez sean más los usuarios que deciden transformar su vehículo a GLP, una opción que, en España, ha sido poco conocida hasta ahora. Sin embargo, es una alternativa más sostenible que la propulsión por gasolina o diésel. Los coches transformados a GLP combinan el depósito de gasolina o el de diésel con uno de GLP, una energía menos contaminante y con la que se emite un porcentaje más bajo de partículas nocivas.
Esta combinación de ambos depósitos es lo que hace que hablemos de motores bifuel (combinación de gasolina y GLP) o dual fuel (diésel y GLP). Pero, ¿es posible realizar la conversión a GLP por igual en ambos casos? Y, lo más interesante para muchos usuarios, ¿cuándo puedes conseguir la etiqueta ECO con este proceso?
¿Qué diferencia hay entre convertir un coche gasolina y uno diésel a GLP?
Esta es la pregunta que más se repite en las instalaciones de Gasmoción por muchos usuarios, que quieren saber si el procedimiento de conversión difiere en el caso de los coches gasolina o diésel.
En el caso de los coches diésel, el sistema de gas que se utiliza es prácticamente el mismo que el que se usa para adaptar coches gasolina. De hecho, los componentes son iguales: ECU, evaporador/reductor, rail de inyectores, filtros, sensores, conmutador, depósito y multiválvula.
La diferencia principal radica en el funcionamiento del motor diésel, que no es igual que el de gasolina. En los motores de gasolina, solamente es necesaria una pequeña chispa para su encendido, lo que permite que se pueda sustituir, prácticamente, la totalidad de la gasolina por el gas.
En cambio, en los coches diésel, el encendido es mediante compresión. ¿Qué significa esto? Que siempre es necesario que haya diésel para su encendido, lo que impide la posibilidad de suprimirlo por completo y sustituirlo casi al 100% como sucede en los motores de gasolina.
El porcentaje de diésel que necesita cada motor dual fuel varía en función del tipo de conducción, pero suele ser de alrededor del 70%. Esta presencia obligatoria del diésel hace que el ahorro por la conversión sea más reducido que en los coches de gasolina, puesto que el porcentaje de gas que se utiliza es menor que en el caso de los coches gasolina.
Entonces, ¿por qué merece la pena la conversión de diésel a GLP?
Porque la cantidad de gas que actúa como combustible sustituto del diésel permite reducir considerablemente las emisiones nocivas al exterior, lo que hace que la conducción sea menos contaminante que si la propulsión fuera completamente con diésel. Además, aunque el diferencial de ahorro no sea tan elevado como en los coches de gasolina, también se ahorra, puesto que tardas más tiempo en consumir por completo el depósito de diésel y la frecuencia de repostaje de diésel es mayor.
Volviendo al aspecto medioambiental, es importante tener en cuenta que la conversión de diésel a GLP es interesante en los coches diésel que cumplen la norma EURO 6. Es decir, aquellos que están matriculados, por lo general, a partir de 2016. El motivo es que todos los vehículos diésel que cumplen con dicha normativa tienen un porcentaje de emisiones que permite que, combinando este combustible con GLP, se reduzca lo suficiente como para entrar en el estándar de las etiquetas ECO.
Por esta razón, solamente es posible obtener la etiqueta ECO con la conversión a GLP en coches diésel posteriores a 2016, salvo excepciones concretas. Sin embargo, no hay que olvidar que hablamos de coches diésel que ya tienen 8 años, lo que hace que el volumen de vehículos que se pueden beneficiar sea muy amplio, incluyendo las flotas de vehículos profesionales.
¿Dónde puedo convertir mi coche diésel a GLP?
La conversión de un coche diésel a GLP es, técnicamente, muy similar a la de un coche de gasolina. No obstante, no todas las empresas especializadas en conversiones las realizan en este tipo de vehículos. En Gasmoción estamos especializados en conversiones a GLP, tanto diésel como gasolina, si bien nos regimos siempre por una máxima: ser totalmente transparentes.
Es decir, asesoramos de forma personalizada a cada cliente según el vehículo que tenga, su estilo de conducción o el kilometraje que recorra anualmente. Esto nos permite ayudarle a saber cuánto se puede llegar a ahorrar con la conversión de diésel a GLP para que decida si le resulta interesante, o no.
Además, el asesoramiento de nuestro equipo técnico también es clave para saber si un coche puede obtener la etiqueta ECO con la conversión, una de las razones que impulsan este tipo de transformaciones.
Por lo tanto, si tienes un coche diésel o una flota diésel y quieres saber si merece la pena transformarla a GLP, en Gasmoción podemos ayudarte. Ponte en contacto con nosotros y te asesoramos de forma individual. ¡Pásate al bando de la movilidad sostenible!