Cómo modificar el motor de su coche de gasolina para que funcione con autogas GLP
Todo vehículo de gasolina puede ser transformado para circular legalmente en España con gas licuado de petróleo (GLP), sin necesidad de realizar ninguna modificación directamente en el motor.
En la actualidad, dado el elevado aumento del precio del carburante, los combustibles alternativos van ganado relevancia poco a poco. Hasta que el coche de hidrógeno se materialice y los eléctricos aumenten su autonomía, el Gas Licuado de Petróleo (GLP) centra la atención entre todos.
El GLP o autogás es una mezcla de hidrocarburos ligeros, gaseosos, en condiciones atmosféricas normales, pudiendo licuarse por incremento de la presión o por descenso de la temperatura cercana a los 40 grados bajo cero.
Los principales componentes del GLP son el propano y el butano. El GLP o Autogás de automoción es un carburante que cumple la norma EN 589. Su coste por litro, en gasolinera, es aproximadamente la mitad que el de la gasolina, y su incorporación a la mecánica no implica una modificación importante del motor, ni trae aparejada una merma de prestaciones.
Por otro lado, contamina mucho menos, ya que un vehículo funcionando con GLP emite un 15% menos de CO2 y entre un 70 y un 90% menos de óxidos de nitrógeno. Su peligrosidad no va más allá de la de cualquier otro combustible inflamable.
La transformación
Para realizar la adaptación de un vehículo a GLP hay que instalar un kit de conversión que consta de los siguientes elementos:
– Depósito de GLP: instalación de un depósito toroidal (con forma de rueda) en el hueco de la rueda de repuesto del vehículo con el fin de no eliminar volumen de carga en el maletero. El depósito queda oculto bajo la moqueta del maletero no restando ningún espacio al mismo. La rueda de repuesto se sustituye por un kit homologado reparapinchazos. En los casos en los que la rueda está en el portón del maletero (vehículos 4×4) se instala un depósito cilíndrico en el maletero.
– Boca de carga: se instala normalmente en un lateral del vehículo, bien en el propio hueco original junto a la boca de llenado de la gasolina si hay espacio suficiente o bien en el propio lateral.
– Mangueras o tuberías: son las encargadas de conducir el gas desde el depósito hacia la parte delantera del motor y que se conectan a la válvula de corte.
– Válvula de corte: consiste en una electroválvula ensamblada en un reductor, que corta el caudal de gas cuando el motor se para o cuando se selecciona el sistema de alimentación por otro combustible (gasolina).
– Reductor-vaporizador: es el encargado de bajar y estabilizar la presión del gas a los parámetros necesarios para el correcto funcionamiento del sistema. En este proceso el gas pasa de estado liquido a gaseoso.
– Inyectores: son los encargados de inyectar el gas en la forma y medida precisa en el colector de admisión, el cual posteriormente entra directo a la cámara de combustión (cilindros).
– Centralita: es la encargada de controlar la dosis de gas necesaria para el motor en cualquier momento en base a los datos recibidos por el sensor de presión, temperatura del gas, revoluciones del motor y del tiempo de inyección en gasolina.
– Conmutador: consiste en un mando de control que se instala en el salpicadero del vehículo mediante el cual se selecciona el modo en el que se quiere circular (Gas o Gasolina). En el conmutador también podemos observar en todo momento con que combustible estamos circulando así como el nivel de gas que nos queda en nuestro deposito. También nos dará información de si existe algún problema en el sistema.
Fuente: eleconomista.es