La transformación de vehículos gasolina a Gas Licuado de Petróleo (GLP) es cada vez más frecuente. Pero, ¿qué sucede con los coches diésel? La posibilidad de convertir un coche diésel a GLP es uno de los temas que más dudas genera, así como sus ventajas y si hay alguna diferencia frente a las conversiones de los turismos de gasolina. En este post, resolvemos las principales cuestiones acerca de este tema para que tengas clara cuál es la diferencia entre convertir un vehículo diésel y uno gasolina a GLP. 

El diésel y la gasolina son los combustibles más extendidos en nuestro país, si bien, durante los últimos meses, también son los más cuestionados. En primer lugar, porque los vehículos que se mueven con diésel o gasolina son de combustión, y emiten más niveles de contaminación que otro tipo de carburantes.

Pero, además, ha habido una circunstancia que ha llevado a muchos conductores a replantearse la movilidad tal y como la conocían hasta ahora: el encarecimiento de los combustibles. Desde principios de 2022, hemos visto cómo tanto la gasolina como el diésel han incrementado sus precios hasta superar, en el mes de junio, la barrera de los 2 euros por litro, algo impensable hace un año. 

En cambio, existen alternativas factibles y sencillas que no solo son más económicas, sino que también son más sostenibles. Hablamos, fundamentalmente, del GLP o Autogas. En este contexto, no es extraño que muchos conductores de turismos de gasolina hayan apostado por transformar su vehículo a gas. Pero, ¿cuál es la situación de los vehículos diésel? 

 

¿Es posible transformar un vehículo diésel a GLP?

Técnicamente, es posible. La conversión a GLP se realiza de forma muy similar a la de un vehículo gasolina, instalando una serie de componentes en el vano motor y un depósito en el que se acumula el gas y que se sitúa, normalmente, en el espacio de la rueda de repuesto. 

La principal diferencia radica en la forma de inyección de gas en el vehículo, lo que permite porcentajes de sustitución de prácticamente el 100% en el caso de los motores gasolina (sistemas bi-fuel) y mucho más reducidos en el caso de los motores diésel (sistemas dual-fuel), siendo necesaria la inyección de un gran porcentaje de diésel de forma continua en estos casos.

 

¿Se ahorra lo mismo transformando un coche diésel que uno de gasolina?

No. Los sistemas y proceso de conversión de un vehículo de gasolina a gas son más sencillos y menos costosos. Esto, unido a que en el caso de los motores diésel el porcentaje de sustitución de gas es reducido, se traduce en un índice de ahorro muy inferior frente al que obtienes convirtiendo un coche de gasolina. 

 

¿Se puede obtener la etiqueta ECO con un coche diésel transformado a GLP?

Sí, siempre y cuando el vehículo cumpla con los requisitos que marca la normativa de emisiones Euro 6 en el caso del diésel, y si no es un coche anterior al año 2000. 

 

¿Las ventajas medioambientales son las mismas?

En líneas generales, son parecidas. Tanto los vehículos gasolina como los diésel que cumplan con la normativa correspondiente pueden obtener la etiqueta ECO una vez convertidos a GLP. En cuanto a la reducción de emisiones, en ambos casos hay una clara disminución, si bien el porcentaje no es exactamente el mismo en los turismos de gasolina que en los diésel. Sin embargo, la diferencia no es mucha y, en la práctica, cualquiera de las dos fórmulas supone una reducción importante de emisiones contaminantes. 

 

¿Es recomendable transformar un coche diésel a GLP?

Desde el punto de vista del ahorro económico, no. La transformación de los motores diésel es bastante más costosa que la de los gasolina, lo que implica que el ahorro económico en muchas ocasiones es muy reducido. 

Una vez transformado el coche a GLP, es cierto que la reducción en el precio del combustible es notable, puesto que el precio del GLP se mantiene en 1,05 €/litro, frente a los 1,91 €/litro que cuesta el diésel. No obstante, hay que tener en cuenta que seguiremos necesitando un elevado porcentaje de diésel durante el funcionamiento del vehículo.

Por otro lado, a nivel medioambiental, los vehículos diésel transformados también contribuyen a reducir las emisiones nocivas, y pueden optar a la etiqueta ECO en los casos en los que cumplan con la norma Euro 6. 

En definitiva, si la única razón por la que decides transformar tu vehículo diésel a GLP es el ahorro, no es recomendable. Si, además, lo haces por cuestiones de respeto medioambiental o, simplemente, para obtener la etiqueta ECO, sí te lo puedes plantear. 

En cualquier caso, lo más aconsejable es acudir a un taller homologado en conversiones de confianza que te asesore sobre cuál es la mejor alternativa según las características particulares de tu vehículo. En Gasmoción te aconsejamos de manera transparente, tanto sobre el precio final de la conversión, como sobre las ventajas reales que percibirás al transformar tu vehículo. 

 

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