El GLP vende un 600% más en lo que va de 2018: Te damos las claves de su éxito
Los vehículos propulsados por gas licuado de petróleo (GLP) cada vez interesan más entre los conductores españoles y son muchos los que optan por esta opción, tal y como demuestran las cifras de ventas. En concreto en el primer semestre de 2018 las matriculaciones de estos vehículos se han quintuplicado en comparación con el mismo periodo de 2017 y han llegado a las 7.638 unidades comercializadas. Las marcas con más matriculaciones de esta clase han sido Fiat, Opel y Dacia que representan un 89% del total.
Asimismo, según datos de la DGT hasta octubre de 2018 se han matriculado 15.321 unidades que triplican a las de todo 2017, cuando se vendieron tan solo 4.496. Estas cifras muestran un aumento exponencial (un 600%) que refleja la creciente aceptación de este combustible alternativo, en línea con otros mercados europeos y convirtiéndolo en el líder dentro de las llamadas energías alternativas.
Traducido a porcentaje, los vehículos de GLP suponen –a fecha de finales de octubre– un 2.1% del total, respecto a un 0,2 % de los alimentados por Gas Natural y 0,7 % de eléctricos.
Esta tendencia también está llegando a las adaptaciones de vehículos de gasolina a GLP, pues se estima que actualmente se han convertido más de 5.000 vehículos en lo que llevamos de año en toda España
En cuanto a cifras particulares, en el caso de Opel, en lo que va de año, de enero a octubre, ha matriculado 3.720 unidades, lo que representa un crecimiento del 333% con respecto a los mismos meses de 2017. Además, el Opel Corsa, es el líder de ventas en el mercado particular, con cerca de 1.600 unidades, lo que representa un incremento del 320% con respecto a los diez primeros meses del año pasado.
En la actualidad el GLP es el carburante alternativo más utilizado en el mundo con 26 millones de vehículos, 15 en Europa y más de 70.000 en España. El Plan VEA(Estrategia de Impulso del vehículo con Energías Alternativas) prevé que se quintuplique en tres años y alcance las 250.000 unidades en 2020.
Los vehículos propulsados por GLP resultan interesantes para aquellos conductores que recorren un gran número de kilómetros al año dado que el precio del AutoGas es aproximadamente un 50% más barato que la gasolina –a fecha de este artículo 0,78 euros/litro– esto supone un ahorro de hasta un 40%, si bien en los últimos meses su precio ha ido ascendiendo paulatinamente.
A esto se añade, según diversos expertos, que el mantenimiento de estos vehículos es más económico debido a que la combustión del AutoGas no deja residuos, minimiza las averías y proporciona mayor duración del motor ya que el desgaste es menor. Además, la fiabilidad del propulsor también se incrementa porque las válvulas están reforzadas. El depósito de GLP está perfectamente integrado en el vehículo, normalmente debajo del maletero donde iría la rueda de repuesto que se suele sustituir por un kit de reparación.
Otra de las ventajas tiene que ver con su clasificación por parte de la DGT como vehículos ECO, por este motivo, pueden circular y estacionar sin limitaciones por el centro de las ciudades, incluso en periodos de restricciones al tráfico por alta contaminación. Además, se benefician de una reducción del 75% en el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) durante los 6 primeros años y una reducción del 20% en las zonas de Servicio de Estacionamiento Regulado (SER).
Esta etiqueta ECO se justifica porque en estos vehículos las emisiones de CO2 son hasta un 15% menores que las de gasolina y las de NOx hasta un 70% inferiores respecto al diésel. Además, el GLP prácticamente no emite partículas y el motor reduce los niveles de ruido en un 50% respecto al diésel. Por último, ningún componente del AutoGas está clasificado como gas de efecto invernadero.
Desde el punto de vista de su composición, este carburante es una mezcla de propano y butano, con idénticas prestaciones que los combustibles tradicionales, pero con muy bajas emisiones y con una gama de vehículos relativamente amplia y una red de repostaje que poco a poco se va incrementando. Hoy día existen 600 estaciones de servicio (de las cuales 400 son de Repsol) que están bastante repartidas y el objetivo es superar los 1.200 surtidores en 2020.
Además esta posibilidad de funcionar con dos combustibles –las marcas denominan a esta posibilidad Bi-Fuel– por separado asegura una autonomía que suele ser superior a los 1.000 kilómetros y puede llegar a los 1.400 Kilómetros combinado con la gasolina, muy por delante tanto de los vehículos híbridos como de los convencionales. Además, los tiempos de repostaje son similares a los de los combustibles convencionales.
Fuente: caranddriver.es