La etiqueta ECO hace que las adaptaciones a autogas GLP se tripliquen en el primer cuatrimestre

Con el coche eléctrico todavía lejos de ser una verdadera realidad por coste y por falta de infraestructuras, las transformaciones a GLP para lograr con ello la etiqueta ECO ganan peso por su sencillez y su bajo coste. Repsol, junto a la red de talleres Confortauto, van a impulsar con un acuerdo firmado entre ambos una red de talleres que facilite un tipo de adaptación que ha crecido un 200% en estos primeros cuatro meses. Más de 150 talleres están ya preparados para realizar la adaptación de vehículos a GLP, para la cual la compañía petrolera ofrece un préstamo sin intereses y regala 250 euros en carburante.

Y es que la DGT clasifica a los vehículos de AutoGas como ECO, y una vez realizada la transformación el turismo que tuviera etiqueta B o C pasa a tenerla ECO, pudiendo circular y estacionar sin limitaciones por el centro de las ciudades, incluso en periodos de restricciones al tráfico por alta contaminación. Además, se benefician de una reducción del 75% en el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) durante los 6 primeros años y una reducción del 20% en las zonas de Servicio de Estacionamiento Regulado (SER).

Eso sí, para poder realizar esta transformación el turismo de gasolina debe haber sido matriculado de 2001 en adelante y con sistema de inyección indirecta. Para los motores algo más modernos de inyección directa, como casi todos los actuales modelos, se está ya terminando de diseñar la adaptación, y se espera que en dos o tres meses se pueda comenzar a transformarlos. Como valor medio de esta operación se estima unos 1.500 euros, una cifra que en el caso de los diésel sube hasta los 4.000 euros.

También diésel

Porque los turismos diésel también pueden ser transformados a GLP, aunque con un desarrollo muy diferente y algo más complejo, pues en lugar de instalar un depósito de gas que funciona directamente como combustible –por tanto en modo gas o gasolina– en el caso de un turismo diésel el motor usa una mezcla de gasóleo y gas en todo momento, y requiere por ello ajustes específicos para cada tipo de motor. A nivel particular resulta algo caro, pero a nivel de empresas sí se está desarrollando bastante, y muchas flotas de furgonetas incluso nuevas son transformadas por el importante ahorro que supone a largo plazo un consumo entre un 30 y un 40% inferior al del gasóleo.

Las cifras hablan por sí solas, y las adaptaciones de vehículos de gasolina a GLP han aumentado en España un 200% en los primeros cuatro meses del año, con 2.500 vehículos adaptados, por lo que se espera superar las 6.000 adaptaciones que se hicieron durante 2018, según datos de Repsol. El parque de vehículos impulsados con esta energía alternativa ronda los 85.000 sólo en la península, según datos que ha ofrecido la responsable de autogás de Repsol, Estíbaliz Pombo. El GLP, según la portavoz de Repsol, es “una alternativa real hoy”, que contribuye a la reducción de emisiones (un 14 % menos de CO2 y un 68 % menos de gases NOX), utilizada por más de 15 millones de vehículos en Europa.

Y a ello hay que sumar la cierta facilidad para repostar, con unas 600 estaciones de servicio de las cuales 400 son de Repsol, aunque está previsto superar los 1.200 surtidores en 2020. La mayor sensibilidad de las administraciones públicas a los temas de calidad del aire y el ahorro en el gasto de combustible hacen que el autogas sea una alternativa más que interesante para varios colectivos, como los autónomos, las empresas, las autoescuelas y los ayuntamientos, entre otras.

En el primer cuatrimestre de 2019 se han matriculado en España más de 9.000 vehículos con tecnología GLP -además de las 2.500 transformaciones-, frente a casi 4.000 eléctricos puros, 2.300 híbridos enchufables y unos 800 vehículos GNC. Los híbridos de gasolina lideraron los vehículos impulsados con energías alternativas, con más de 25.000 matriculaciones.

Fuente: vozpopuli.com