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Biopropano: la evolución natural del GLP

La evolución es parte de la sociedad, que tiende a cambiar y a adaptarse al entorno según las circunstancias de cada momento. Y, hoy en día, estamos asistiendo a un cambio de tendencia claro e irreversible en el que la sostenibilidad y el compromiso medioambiental han adquirido un gran peso. La trascendencia de esta tendencia está calando no solo a nivel particular, sino que la conciencia colectiva es cada vez mayor.  En consecuencia, la industria está viviendo un momento de transformación necesaria para adaptarse a estas circunstancias. Ante esta situación, surgen nuevas fórmulas energéticas alternativas con las que dar respuesta a la demanda de sostenibilidad, y hoy nos centramos en una de las que más potencial tiene a largo plazo: el biopropano o bioGLP.

El gas es una de las principales fuentes de energía hoy en día a nivel mundial, y la dependencia que tienen los distintos países es muy elevada y difícil de erradicar de golpe. Pero, ¿y si no fuera necesario eliminar el gas, sino transformarlo? Un ejemplo lo encontramos en el biopropano, que no es otra cosa que gas propano que se obtiene de forma limpia y renovable. 

De esta forma, no es necesario renunciar completamente al gas, sino modificar su procedencia para convertirlo en una fuente de energía sostenible. Pero, ¿qué usos y beneficios tiene el biopropano y cómo de factible es su producción?

 

BioGLP: ¿cómo se obtiene esta fuente de energía?

La primera gran duda surge al pensar cómo es posible obtener gas renovable. El biopropano, o bioGLP, se produce a partir de aceites vegetales y residuos alimentarios. Es decir, se convierte en un gas de origen vegetal, lo que permite reducir hasta en un 80% su impacto medioambiental. La propia descomposición de los alimentos, sumada a los aceites vegetales, se transforman en carburante en un proceso de refinería.

Una vez producido, su tratamiento es idéntico al del propano tradicional; de hecho, es compatible con las instalaciones de propano, por lo que no sería necesario reconstruir la infraestructura. Por este motivo, la industria de la automoción es una de las que más se puede beneficiar del biopropano como vehículo hacia la transición energética y la descarbonización definitiva.

 

El biopropano en la industria de la automoción

Hoy en día, los precios de los combustibles hacen que muchas personas se planteen la transformación de sus vehículos a gas para ahorrar hasta un 50% en carburante. Esto se debe a que el precio del GLP es un 50% más bajo que el precio de la gasolina o el diésel. A esto se añade el hecho de que el GLP es menos contaminante que los combustibles tradicionales. No obstante, todavía se puede seguir avanzando más en este sentido. 

En este escenario surge el biopropano, que puede considerarse una alternativa sostenible al GLP debido a que su producción no tiene lugar a través de combustibles fósiles, sino a partir de recursos naturales de origen vegetal o procedentes de aceites reutilizados. Por lo tanto, en automoción es una alternativa muy cotizada debido a que es un combustible de fácil producción, más económico y con menor impacto medioambiental.

De hecho, la huella de carbono del bioGLP es muy reducida, llegando a emitir casi un 80% menos de CO2 que el propano tradicional. Por otro lado, sus propiedades se mantienen intactas, de manera que la fuente de producción no conlleva una merma de los beneficios que reporta, sino que simplemente permite producir combustible menos contaminante. 

Por lo tanto, el mantenimiento de los vehículos propulsados por biopropano es idéntico al de los vehículos impulsados por GLP. Esto hace que los talleres especializados como los de la red de Gasmoción estén capacitados para realizar el seguimiento de dichos vehículos sin repercutir adicionalmente en el cliente, puesto que a nivel técnico, no hay diferencia con respecto al GLP.

 

¿Por qué es tan importante apostar por el biopropano?

El camino hacia la descarbonización es común e irreversible en todo el mundo, si bien el ritmo es diferente en cada país. En Europa existe una fuerte dependencia del gas, lo que dificulta el paso a otras tecnologías, como la eléctrica o el hidrógeno, de forma tan rápida. Es necesario reconvertir algunas fórmulas actuales en otras más sostenibles para alcanzar, de manera progresiva, la independencia energética del gas que busca la Unión Europea.

En este escenario, la palabra “reconvertir” cobra más sentido que “sustituir”, puesto que es más realista reutilizar una fuente de energía produciéndose de forma más limpia que modificarla por otra cuya obtención no es igual de sencilla. Asimismo, si las empresas que utilizan el gas propano como fuente de energía lo sustituyeran por bioGLP, el impacto medioambiental sería mucho menor, y el objetivo de neutralidad climática se percibiría de forma más factible y realista de lo que se percibe hoy en día.

En Gasmoción somos especialistas en instalaciones y mantenimiento de vehículos de gas, por lo que si tu vehículo está propulsado por bioGLP, no supondrá ninguna diferencia con respecto a los de GLP tradicional. Por tanto, si estás pensando en transformar tu vehículo y buscas una alternativa sostenible, no dudes en contactar con nosotros para resolver cualquier duda que te pueda surgir al respecto. 

Gases renovables

Gases renovables: en qué consiste el sistema de garantías de origen

La semana pasada conocíamos un anuncio que llevaba tiempo en el aire, y que por fin se oficializó. El Ejecutivo aprobaba un Real Decreto con el que se podrán certificar aquellos gases renovables; es decir, los que provengan de fuentes renovables, como el biogás o el hidrógeno. En definitiva, se trata de una certificación de garantía, una especie de “denominación de origen” que avale que el gas utilizado proviene de fuentes renovables. 

Para ello, se aplicará un mecanismo parecido al que se lleva a cabo en la electricidad renovable. Se trata de un paso más en el camino hacia la descarbonización y se enmarca dentro de la estrategia europea de sostenibilidad.

Esta normativa incorpora, también, los criterios de sostenibilidad y reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que establece Europa para la biomasa sólida y el biogás, los biocarburantes y los biolíquidos para el transporte. Además, también tiene en cuenta los objetivos de penetración de los biocarburantes a partir de 2023, que deberán alcanzar el 12% del consumo en 2026. 

Este anuncio no solo supone una hoja de ruta en firme, sino una muestra más del compromiso que todos los integrantes de la esfera política, económica y social debemos adoptar para avanzar en materia de sostenibilidad. A continuación, te explicamos en qué consiste este sistema de garantías de origen de los gases renovables. 

 

¿Qué va a suponer este sistema de garantías de origen?

La novedad más importante que trae consigo esta norma es que cada megavatio hora (MWh) de gas que sea 100% renovable estará acompañado de la información sobre dónde, cómo y cuándo se ha producido, a fin de demostrar que su origen es renovable. Una certificación que, a su vez, incentivará su consumo debido a sus beneficios medioambientales. 

Para certificarlo, se creará un Censo de Instalaciones de Producción de gas procedente de fuentes renovables, así como un Comité de Productores, que velarán por el correcto cumplimiento de estas prácticas. Siguiendo unos criterios transparentes de sostenibilidad, trazabilidad y seguridad, los productores y comercializadores podrán intercambiar dichas garantías de origen. 

 

¿Qué tipo de gases renovables certificará este sistema?

Tal y como apunta la normativa, las garantías de origen certificarán tanto el volumen del gas como su calidad. Así, se establecerá una diferenciación entre hidrógeno que se haya obtenido mediante energía renovable, biogás, biometano y cualquier otro tipo de gas renovable producido y consumido. Tanto si se utiliza para autoconsumo como si se inyecta a la red de gasoductos, lo importante es poder avalar que proviene de fuentes renovables. 

En cuanto a los criterios de sostenibilidad, este real decreto amplía la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a los biocarburantes y biolíquidos. Asimismo, aumenta su ámbito a la biomasa sólida y al biogás que se utilice con fines eléctricos, de calefacción y de refrigeración. 

 

¿Qué objetivos establece con respecto a los biocarburantes?

En línea con las directrices europeas, el Ejecutivo ha fijado una serie de objetivos para la penetración de biocarburantes y biogás que se utilicen para el transporte. A partir de 2023, el objetivo se ha fijado en el 10,5% en contenido energético, hasta alcanzar el 12% en 2026. Por otra parte, tiene en cuenta las contribuciones de los biocarburantes avanzados y del biogás en el transporte, que serán, como mínimo, del 0,3% en 2023, del 1% en 2025 y del 3,5% en 2030.

 

¿Cómo afecta al sector de la automoción?

El gas que se utilice en el transporte, ya sea de vehículos de mercancía pesada o turismos particulares, también puede provenir de fuentes renovables. Por ejemplo, el GLP renovable, el biopropano, se puede obtener utilizando la misma molécula que el combustible fósil, pero procedente de una fuente como biomasa, aceites vegetales o cualquier otra fuente natural. 

Por otro lado, el sector de la automoción tiene ante sí una gran oportunidad para impulsar los vehículos de hidrógeno, un tipo de energía limpia y cuya obtención es 100% renovable. Asimismo, existen ya proyectos en los que se está probando a utilizar combustible en el que se combine el hidrógeno con el gas renovable.

El abanico de posibilidades es muy amplio, y las empresas relacionadas con la automoción debemos remar en la misma dirección: avanzar hacia la movilidad sostenible e implementar combustibles alternativos procedentes de fuentes renovables, impulsando así la transición hacia la descarbonización iniciada ya durante los últimos años.