¿Cuándo el diésel se convirtió en la elección más absurda?
España, 2014, los turismos movidos por gasóleo siguen acaparando para sí más del 60% de las ventas. Mientras, el parque móvil no hace más que envejecer para colocarnos a la cabeza de Europa en edad media. Somos el país dieselizado, el territorio donde la única pregunta que ronda por la cabeza del grueso de los compradores sólo tiene interés en los consumos. Nadie habla de mantenimiento, de fiabilidad, de vida útil o de salud si nos ponemos realmente serios. Ahora se avecina un cambio de ciclo y España está destinada a buscar una solución urgente para paliar las consecuencias de apostarlo todo al diésel.