Gas Natural Vehicular, una apuesta sostenible de movilidad para mejorar la calidad del aire
El agua caliente o la calefacción son los usos más comunes o reconocibles del gas natural. Pero se trata de una energía que se emplea en otros campos como, por ejemplo, de combustible para mover vehículos. El gas natural vehicular (GNV) es una de las alternativas más ecológicas a los carburantes tradicionales y sustituto de la gasolina en motores de combustión interna de encendido por chispa y en forma parcial del diésel en aquellos motores de encendido por compresión.
A día de hoy cualquier tipo de vehículo puede funcionar con gas natural. Coches, furgonetas, autobuses, camiones pesados y trenes ya utilizan este combustible. Los 18 millones de vehículos en el mundo de gas natural demuestran su viabilidad técnica, siendo la energía más eficiente y sostenible ya que conjuga en equilibrio importantes ventajas medioambientales, a través de la reducción de emisiones y de una menor contaminación acústica, y también económicas.
Según cifras de Gasnam (Asociación Ibérica de Gas Natural para la Movilidad), las matriculaciones de vehículos propulsados con gas natural aumentaron más de un 133% en 2016 en España, hasta el punto de que a cierre de 2016 circulan 6.144 vehículos de este tipo en España (de éstos, casi 1.700 eran vehículos ligeros y más de 4.200, vehículos pesados de transporte, como autobuses o camiones).
VENTAJAS MEDIOAMBIENTALES
El gas natural vehicular es una alternativa real que está permitiendo mejorar la calidad del aire de las ciudades ya que, comparado con un coche de gasolina o diésel, reduce hasta ‘casi cero’ los contaminantes de referencia para la calidad del aire que afectan a la salud: elimina casi el 100% en emisiones NO2 y elimina el 96% de partículas volátiles en suspensión PM, principal causa de problemas respiratorios en niños y ancianos en entornos urbanos derivados de la contaminación urbana. También reduce hasta un 30% las emisiones de CO 2 , principal gas de efecto invernadero, por lo esta energía contribuye en la lucha contra el cambio climático.
Además, los coches con gas natural son más silenciosos. Los motores de gas natural reducen en más de un 50% la emisión sonora percibida y vibraciones respecto a los motores diésel y, en consecuencia, reducen la contaminación sonora y comportan una mejora en la calidad de vida de las personas.
El gas natural vehicular, además de garantizar una movilidad sostenible, es un combustible muy competitivo, ya que permite un ahorro por kilómetro de un 50% con respecto a un vehículo a gasolina, un 30% respecto al gasóleo y de un 25% que el GLP.
El GNV ha sustituido 142.000 toneladas de petróleo en España durante 2016, siendo el combustible alternativo que ha sustituido más toneladas de petróleo.
Fuente: elespanol.com