El dilema del sector de la movilidad: ¿cómo ser rentable reduciendo las emisiones?
Si algo está dejando claro la COP25 de Madrid es que la población ha entendido que se requiere urgencia para actuar contra el cambio climático y que, cada vez con más intensidad, se debe exigir a los dirigentes unos planes ecológicos ambiciosos pero realistas. Ya no basta con palabrería, ahora es tiempo de escuchar a los científicos y cumplir el Acuerdo de París. Sin embargo, además de las administraciones públicas, también el sector privado tiene que comprometerse de una manera contundente y —¿por qué no?— desarrollar un mercado rentable partiendo de la noble causa.
Quizás uno de los entornos más afectados por los cambios que se avecinan, así como por las tendencias que ya son una realidad, es el de la movilidad. La obligatoria transición ecológica afecta de forma directa a medios de transporte público y particular, industria automovilística, reparto de paquetería a domicilio, así como a los grandes generadores de energía, entre otros actores. El mundo entero observa con detenimiento cada decisión tomada dentro de estos ámbitos, cuestionando unas medidas y alabando otras. Para comprender la situación, El Confidencial y FTI Consulting organizaron, en colaboración con Banco Sabadell, Abertis y Endesa, el foro ‘El papel de la movilidad en el logro de los objetivos del Acuerdo de París’.
El evento se celebró en Madrid, en línea con la cumbre que la ha convertido en capital internacional de la lucha contra el calentamiento global. El encargado de dar la bienvenida a los asistentes fue Martin Porter, quien ejerce la presidencia ejecutiva en el Cambridge Institute for Sustainability Leadership y es ‘senior advisor’ en FTI Consulting. En su discurso de apertura, el asesor destacó “la necesidad de dar una respuesta política y comercial a esta situación de emergencia” y para ello abogó por un reglamento internacional en consonancia con los esfuerzos de la Unión Europea.
El testigo lo recogió toda una autoridad continental en la lucha contra el cambio climático, Artur Runge-Metzger, director del grupo Climate Strategy, Governance and Emissions From Non-trading Sectors de la Comisión Europea, quien no dudó en confirmar que “la nueva Comisión va a proponer nuevos objetivos del 55%. Para ello se va a necesitar un nuevo reglamento, porque con los objetivos actuales sólo llegamos al 45%”. “Debemos alcanzar un equilibrio entre emanaciones y absorción de CO2 para el año 2050, y para ello el transporte desempeña un papel fundamental”, subrayó. Como miembro de la Comisión Europea, remarcó que “se deben aprovechar las oportunidades económicas que surgen de la reducción de emisiones”, ya que “se desarrollan nuevos y competitivos mercados de la mano de la innovación”.
Mismos problemas a ambos lados del Atlántico
El primero de los tres grandes encuentros enmarcados en el foro llevó por nombre ‘La opinión de las instituciones: cómo las políticas pueden apoyar la descarbonización del sector del transporte’ y estuvo participado por un amplio y variado elenco de expertos en la materia.
Llegado desde California (Estados Unidos), donde es senador en la Cámara estatal, Bob Wieckowski reconoció que el año pasado registraron una subida en las emisiones de gases de efecto invernadero, a pesar de haber implantado “programas muy exitosos” en el estado. El senador desgranó cómo desde su Administración han conseguido establecer “nuevos impuestos al carbono”, algo realmente relevante porque “el 40% de la polución en California procede de los vehículos”. Asimismo, llamó la atención sobre cómo algunas de las iniciativas adoptadas implican una estrecha colaboración público-privada.
Entre los asistentes, también se encontraban Nils Torvalds, europarlamentario del grupo Renew Europe, y Eric Williams, investigador de King Abdullah Petroleum Studies and Research Center (Kapsarc). El primero insistió en que “los ciclos de inversión y los patrones culturales” influyen directamente en las decisiones políticas sobre el cambio climático, a lo que se debe añadir el hándicap que supone “adoptar las mismas medidas en zonas con menor densidad de población”. El finlandés puso como ejemplo el sur de su país, donde los coches se utilizan durante una media de 9,9 años, mientras que la cifra se incrementa hasta los 14,8 años en Laponia, una de las áreas menos pobladas de la Unión Europea.
Por su parte, el representante de Kapsarc confirmó que, según los datos que maneja el ‘think tank’, “los coches eléctricos son el futuro de los vehículos ligeros”, tal y como manifiesta el incremento anual de ventas. Asimismo, lanzó la pregunta sobre qué hacer con otros tipos de emanaciones, “especialmente las procedentes de medios de transporte más pesados, como aviones o barcos”.
El sector energético como paradigma
Ya en el ecuador del evento, el director general de El Confidencial, Alberto Artero, conversó con José Bogas, consejero delegado de Endesa, compañía que acaba de hacer pública la actualización de su plan estratégico. La nueva inversión de esta empresa energética asciende a 7.700 millones de euros hasta 2021, de los que 3.800 millones se dedicarán a energías renovables y alrededor de 2.000 irán destinados a la red de distribución. “Todo indica que la humanidad no va por buen camino y por eso se hace necesario actuar con planificación”, señaló José Bogas, quien, además, matizó la necesidad de adoptar medidas “sin alarmismos, pero con urgencia”.
El consejero delegado de Endesa incidió en el papel determinante que tienen las compañías eléctricas: “Creo que todas estamos intentando cambiar para construir un futuro más sostenible”. A modo de muestra, el directivo especificó algunos de los preceptos adoptados, tales como “el cierre de las centrales de carbón, la integración de las energías renovables, la instalación de puntos de recarga para vehículos eléctricos o la digitalización de la red para hacerla más flexible e inteligente”. Según sus previsiones, “el sector eléctrico pasará de suponer entre un 20% y un 25% del montante de emisiones actual, a tan solo un 9% en 2030. Por el contrario, si nada cambia, el ámbito de los transportes variará muy poco su condición contaminante”.
Compromiso más allá de las regulaciones
La última mesa redonda de la jornada llevó por título ‘La visión de la industria: el papel de la movilidad en el logro de los objetivos del Acuerdo de París’ y contó con la presencia de representantes de importantes compañías vinculadas de un modo u otro al transporte, como son Valerie Cazalot, directora de Desarrollo de Negocio de Banco Sabadell Renting; Mariano Silveyra, presidente de Cabify en Europa; David Scuderi, alto directivo para política pública de la UE en Amazon; Michele Ziosi, vicepresidente de Relaciones Institucionales de Europa, Medio Oriente, África y Asia Pacífico en CNH Industrial, y Estíbaliz Pombo Barés, directora de Autogas en Repsol.
En primer lugar, desde CNH se resaltó que, en numerosas ocasiones, “el marco regulatorio es un reto para una industria que suele necesitar bastante tiempo para adaptarse a los embates económicos”. En este punto coincidieron varios de los participantes, quienes igualmente propusieron diferentes formas de combatir la emisión de gases que tanto preocupa al sector. Como dato revelador, Valerie Cazalot denunció que “España tiene uno de los parques móviles más antiguos de Europa y, por lo tanto, de los más contaminantes”. Sobre la renovación de vehículos a través de la fórmula del ‘renting’, confirmó que “se ha incrementado del 17% al 40%”, según los datos que manejan desde la línea especializada que tiene el Banco Sabadell.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que se considera movilidad de igual forma al entorno del transporte con conductor o el reparto de paquetería. Desde Cabify, se enfatizó que los tres pilares sobre los que se asienta su estrategia son “convertir la empresa en modelo en sostenibilidad, hacerlo desde una perspectiva social y cumplir con las exigencias de Naciones Unidas”. El argentino amparó la idea de que es necesario “invertir dinero”, pero sobre todo “insuflar confianza al mercado”.
La responsabilidad de Amazon va en una dirección similar, según apuntó David Scuderi. “Nos hemos comprometido a cumplir algunos objetivos a 10 años vista”, entre los que prevalecen “medir e informar sobre nuestras emisiones, reducir su impacto y cantidad, así como neutralizar las mismas con diferentes iniciativas”. Aun así, el gigante del reparto aboga por unas normas “armonizadas” para toda la Unión Europea para facilitar las cosas.
En la línea general de toda la jornada, desde Repsol se acentuó la necesidad de descarbonizar. Estíbaliz Pombo Barés explicó que la compañía energética y petroquímica no solo apuesta por el coche eléctrico “incrementando los puntos de recarga en las estaciones de servicio”, sino que en los últimos años también lo hacen por el autogas, un combustible que emite un 90% menos de partículas que los carburantes tradicionales y que cuenta “con una amplia infraestructura en nuestro país”.
La labor de clausurar el foro recayó sobre Juan Rivera, director de gestión sénior de FTI Consulting, quien recalcó que “todas las empresas participantes son un excelente ejemplo a seguir” porque “toman la delantera y se hacen cargo de la situación sin esperar a que actúen las administraciones”.
“Generar una economía circular es posible y económicamente viable —continuó con su análisis—, y cualquier acción necesitará del consenso de todas las partes implicadas”. Para concluir su intervención, el directivo de FTI defendió la necesidad de legislar con una “mente industrial”, ya que “sin beneficios será imposible luchar contra el cambio climático”.
Fuente: elcondifencial.com