Medio millón en ayudas para los vehículos de energías renovables

Con cualquier excusa, el Gobierno de Castilla-La Mancha siempre recuerda que la región es líder en energías renovables. Este miércoles, el portavoz del Ejecutivo autonómico, Ignacio Hernando, dijo: «Somos medalla de oro en fotovoltaica, medalla de plata en eólica y medalla de bronce en termosolar en el ranking nacional».

Y todo porque el Consejo de Gobierno ha aprobado un paquete de ayudas de medio millón de euros para mejorar la eficiencia energética de los vehículos. Las subvenciones van dirigidas a la adquisición de vehículos alimentados por energías renovables y a la transformación de los motores a sistemas GLP, GNC, GNL o de hidrógeno.

Cualquier particular o empresa podrá solicitar las ayudas desde que se publiquen en el Diario Oficial hasta el 15 de mayo. Aunque aún son muy pocos los vehículos que utilizan energía alternativa, el año pasado hubo un 32 por ciento más de matriculaciones de los eléctricos y un 91 de los híbridos, dijo Hernando.

Fuente: abc.es

 

Repostar a mitad de precio es posible gracias al gas natural y al gas licuado de petróleo

Hasta hace muy poco, cuando íbamos a comprar un coche, solo teníamos que decidir si queríamos un diésel o un gasolina. Ahora las cosas han cambiado, y nos encontramos con una multitud de nuevas opciones en el mercado. Una de ellas, por ejemplo, es la electricidad, que ya se ha convertido en una apuesta de futuro para muchas marcas. Pero otra opción reciente, que también resulta atractiva por su precio, es el gas.

El gas se ha introducido en los coches de forma híbrida, es decir, con dos depósitos: uno de gasolina y otro de gas, que se complementan el uno al otro. La ventaja viene a la hora de repostar, ya que este nuevo combustible es mucho más barato y vale más o menos la mitad que la gasolina.

Eso sí, a la hora de optar por un vehículo de gas, existen dos opciones. Una de ellas es el Gas Licuado de Petróleo (GLP) y otra es el Gas Natural Comprimido (GNC). Ambos son cada vez más populares, aunque en los últimos años ha existido una ligera victoria del GLP gracias a los acuerdos que han existido entre petroleras y marcas para fomentar su producción.

El GLP es un combustible líquido (es decir, se mide por litros) formado por una mezcla de butano y propano, y que se crea a partir de residuos del petróleo. Cada vez es más común en las gasolineras del país, y, por ahora,es más fácil de encontrar que el GNC. También es popular en otros países europeos, como, por ejemplo, en Italia, gracias a la apuesta del grupo Fiat por este tipo de combustible.

Por otro lado, el GNC está formado casi íntegramente por metano comprimido, y éste, a diferencia de lo que estamos acostumbrados, se mide por kilogramos. De momento es la opción menos popular, ya que no es tan fácil de encontrar como el GLP. Esto podría cambiar en algunos años, ya que existen proyectos que investigan la posibilidad de que los conductores puedan repostar su coche desde su propia casa, ya que el GNC es el mismo gas natural que tenemos en nuestras cocinas.

El debate sobre cuál de los dos es mejor puede llegar a ser largo. Ambos tienen sus ventajas y sus pequeños inconvenientes, y todo dependerá, como siempre, de cada consumidor. Hay quién puede acabar eligiendo una opción u otra según el coche que quiera comprar, ya que hay marcas que han hecho una apuesta sólida por el GLP y otras por el GNC. Así pues,están predestinados a convivir.

Entre las marcas que apuestan por el GLP existe, como hemos dicho, Fiat. Muchos de sus modelos más conocidos como el Panda ya incorporan un motor que funciona con este tipo de combustible. Pero la marca italiana no es la única. Por ejemplo, el Grupo PSA también ha hecho una apuesta por el GLP. El ejemplo más reciente es su incorporación en uno de los SUV de Opel, el Crossland X. Otro grupo que apuesta por el GLP es el Nissan-Renault, algo que vemos, por ejemplo, en el Dacia Sandero, que también funciona con este combustible.

Por otro lado, el principal actor que ha visto una ventaja en el GNC es el Grupo Volkswagen. Las marcas del grupo desarrollan vehículos de futuro que funcionen con este combustible (como el novedoso Vision X de Skoda, que mezcla gasolina, electricidad y GNC). Pero también lo encontramos en los vehículos del presente. Por ejemplo, los más que clásicos Seat Ibiza y León han dado el paso hacia el GNC, y ya ofrecen esta motorización en sus vehículos. También lo hace Volkswagen, por ejemplo, con el Golf; o Skoda con el urbanita Citigo o el Octavia.

Ambos combustibles acaban saliendo baratos a la hora de repostar, y son beneficiosos con el medio ambiente. Esto no significa que no contaminen, pero sí que lo hacen menos que la gasolina y el diésel. Es por ello que la DGT otorga etiquetas ECO a estos coches, permitiéndoles circular durante los episodios de contaminación. Eso sí, el GLP gasta más volumen de combustible que el GNC.

Uno de las grandes preguntas de los consumidores ante esta novedad es el precio. En un inicio, los coches con depósitos de GNC y GLP tienen unprecio muy parecido a los que tienen un único depósito de gasolina o diésel. Son un poco más caros que el modelo de base, pero la diferencia de precio no es tan elevada como la de un híbrido que funciona con electricidad, por ejemplo.

Además, durante la circulación también salen baratos ya que, por defecto, circulan solo con gas. En el caso de que éste se acabe, el coche empieza a consumir gasolina, así que la conducción acaba siendo barata. Seat también garantiza que el mantenimiento sale por el mismo precio que el de cualquier otro coche.

Otra duda es si estos nuevos depósitos, sobretodo el de GNC, son igual de seguros. Las marcas prometen que están diseñados, fabricados y homologados a partir de los más altos estándares de la industria, y que no suponen ningún peligro.

Fuente: lavanguardia.com

 

Mercamadrid sustituye su flota de vehículos diésel por otros ecológicos

La empresa mixta Mercamadrid S.A., que gestiona el mercado de alimentación del mismo nombre, ha sustituido su flota de vehículos diésel de la Unidad Alimentaria por otros ecológicos fruto de su “compromiso” con el medio ambiente.

Fuentes de la empresa, que cuenta con el Ayuntamiento de Madrid como accionista mayoritario, han precisado a Efe de que en total son siete vehículos, dos de ellos eléctricos y cinco que emplean combustibles respetuosos con el medio ambiente, como el GLP AutoGas (Gas Licuado Petrolífero).

Las mismas fuentes han explicado que el proceso de licitación para sustituir la flota finalizó el pasado mes de diciembre y los nuevos vehículos empezaron a funcionar en enero, aunque no han informado del cambio hasta ahora a través de una nota de prensa.

Los vehículos de Mercamadrid S.A. suelen desplazarse por el interior del recinto, con una extensión de 2,2 millones de metros cuadrados y más de 800 empresas instaladas, para hacer gestiones relacionadas con la Unidad Alimentaria.

Desde Mercamadrid S.A. han destacado que el GLP AutoGas “emite menos partículas contaminantes a la atmósfera y permite un ahorro de entre un 40-45 % en combustible respecto a la gasolina”.

Para facilitar su empleo, una estación de servicio de la Unidad Alimentaria pone este combustible a disposición de todas las empresas instaladas en Mercamadrid que lo deseen.

Fuente: lavanguardia.com

 

En qué se parecen y en qué se diferencian el autogas GLP y el GNC

El Gas Natural Comprimido (GNC)es un combustible gaseoso de origen fósil no derivado del petróleo. Su composición química se basa fundamentalmente en metano, CH4, un hidrocarburo con un alto índice de hidrógeno (Ratio H/C) generándose menos dióxido de carbono por unidad de energía producida durante la combustión con respecto a otros hidrocarburos más pesados.

El GNC se obtiene de yacimientos petrolíferos o de yacimientos independientes y su composición y características varían en función del yacimiento del cual se extrae, pero las propiedades físico químicas son prácticamente similares. Posee una temperatura de ebullición a presión atmosférica de -161 ºC por lo que a temperatura ambiente se encuentra en fase gas. De ahí, la necesidad de almacenarlo a elevadas presiones, normalmente entre 200 y 250 bar para su empleo como combustible en vehículos. La densidad relativa del GNC es menor que la del aire por lo que en caso de fugas, su tendencia es a acumularse en las parte altas.

En cuanto al Gas Licuado del Petróleo (GLP) es un combustible de origen fósil que se encuentra generalmente disuelto en el petróleo. Por lo tanto, se obtiene durante el refino del petróleo y como subproducto en las unidades de destilación fraccionada catalítica (FCC). La composición química del GLP consta de, como mínimo, un 20% de propano (C3H8) y un máximo de 80 % de butano (C4H10) según las especificaciones recogidas en el RD 61/2006 para el uso de GLP en automoción. Las temperaturas de condensación del GLP son superiores a la del GNC por lo que es menos costoso licuar este gas con respecto al GNC.

La densidad relativa del GLP es superior a la del aire, a presión atmosférica, por lo que en caso de fuga éste tenderá a almacenarse en las partes bajas del emplazamiento. En cuanto al poder calorífico del GNC y del GLP, el del GNC es de unas 50.200 kcal/kg mientras que el del GLP es de 46.000 kcal/kg. Por lo tanto, se obtienen potencias menores con el GLP respecto al GNC.

Fuente: www.abc.es

 

Los coches a gas inician el relevo de los diésel

Son más limpios y ecológicos que los diésel y tienen precios de compra más asequibles. Y como el gas es también más barato que la gasolina o el gasóleo, ofrecen costes de uso más económicos. Los modelos híbridos bicombustible que combinan gasolina y gas (GNC o gas natural comprimido y GLP o gas licuado de petróleo) se han convertido en una solución competitiva para reducir el gasto en combustible y se postulan como alternativa para absorber las ventas que pierden los diésel.

Los turismos que utilizan GNC pagan solo 90 céntimos de euro por kilo de combustible, y con los consumos oficiales de un modelo medio como el Seat León TGi, tienen un coste de 3,2 euros cada 100 kilómetros, frente a 4,5 euros de un diésel o más de seis en un gasolina equivalente. Así que con un kilometraje tipo de 15.000 anuales, los ahorros son de casi 200 euros sobre los primeros y 400 sobre los últimos.

Las ventajas medioambientales de los GNC mejoran también su competitividad. Al emitir hasta un 85% menos de óxidos de nitrógeno (NOx) y un 20% menos de dióxido de carbono que sus equivalentes de gasóleo, reciben la etiqueta ECO de la DGT, que permite acceder al centro de las ciudades en alertas por alta contaminación. Y se traduce también en una menor carga impositiva: no pagan impuesto de matriculación y tienen reducciones de hasta el 50% en el aparcamiento regulado y de hasta el 75% en el impuesto de circulación de Madrid y otras ciudades.

Las ventajas de los híbridos de gasolina y gas natural han empezado a trasladarse a las ventas. En 2017 se matricularon 1.230 turismos nuevos de GNC y otros 3.688 de GLP. La suma total apenas roza las 5.000 unidades, poco más del 0,4% del mercado total, pero supone crecimientos anuales disparados del 352% y 279%, respectivamente. Además, hay que sumar las adaptaciones de vehículos usados para utilizar estos combustibles, minoritarias en GNC, pero significativas en GLP, otras 4.000 unidades solo en 2017.

En cambio, en GNC y su alternativa para el transporte pesado de largo recorrido, el GNL (gas natural líquido), las matriculaciones de autobuses, camiones y furgonetas, son la otra pata de su despliegue en España. Y el aumento de las ventas ha sido clave para llevar las matriculaciones hasta 2.332 unidades en 2017, lo que eleva el parque total en España de GNC/GNL a 8.471 vehículos. El resultado es un aumento del 67% en el consumo de estos combustibles hasta 2.018 gigavatios hora al año (1.305 en 2016).

Asignatura pendiente

La asignatura pendiente del GNC es la red de repostaje: 50 puntos a finales de 2017 y una previsión de 100 en dos años. Pero son suficientes para recorrer la geografía española, según Manuel Lage, secretario general de la patronal Gasnam. “Los vehículos grandes, con 1.500 km de autonomía dependen menos de la infraestructura y los turismos pueden utilizar la gasolina de su segundo depósito cuando agotan el gas”, afirma.

Entre los fabricantes de automóviles, el mayor interés por los modelos de GNC viene del Grupo Volkswagen y en particular de Seat, encargada de liderar su popularización en España dentro del consorcio alemán: “Los híbridos de GNC y gasolina son la compra más racional de la gama Seat y queremos ser líderes en esta tecnología, con un mínimo del 10% de ventas en los modelos en que esté disponible”, asegura Mikel Palomera, director de Seat España. La marca española matriculó 1.041 unidades de GNC, un 321% más que en 2016, que se repartieron entre 953 del León GNC, 51 del Mii GNC y 38 del Ibiza GNC. Pero aunque las versiones de gas apenas suponen el 3% de las ventas totales del León, en el último trimestre llegaron a superar el 10% entre los clientes particulares, un ascenso muy rápido para lo habitual en el sector. Además, Skoda matriculó 168 Octavia de GNC y Audi 15 de los A3, A4 y A5 G-tron.

Fuente: elpais.com

 

7 cosas que debes saber sobre los coches de GNC

Seat es, indudablemente, una de las marcas que más apuesta por los vehículos de gas natural comprimido (GNC). Estos coches pueden ser propulsados bien por gasolina o bien por este gas, por lo que se trata de vehículos con tecnología bifuel -no confundir con tecnología híbrida-. ¿Crees que lo sabes todo sobre ellos? A continuación la marca española, a través de Andrew Shepherd -responsable de Producto de GNC de Seat-, desmiente siete falsos mitos acerca de este tipo de mecánicas GNC.

¿Qué sensaciones ofrecen al volante?

La idea de que conducir un coche propulsado por GNC es diferente a la de conducir un coche ´convencional´ es falsa. Según el experto de Seat, “la sensación circulando es la misma, ya que las prestaciones de los motores de gas son idénticas a las de los coches diésel o gasolina con la misma potencia”.

¿Es seguro un depósito de gas?

Por supuesto. Shepherd explica que “los depósitos de gas están diseñados, fabricados y homologados según los estándares más altos de la industria. Incluyen una válvula de seguridad que, en un caso extremo, evacuaría el gas a la atmósfera de manera controlada. El depósito alcanza una presión máxima de unos 200 bares, pero está diseñado para poder soportar más del doble”. Además, es imposible que el gas se congele, pues para ello necesitaría estar sometido a temperaturas inferiores a los 160º bajo cero.

¿Se puede circular con un coche de GNC en episodios de alta contaminación?

Están clasificados con la etiqueta ECO de la DGT, por lo tanto, pueden circular sin restricciones. Además, tienen un 75% de descuento en el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica, la exención del pago del impuesto de matriculación y descuentos en aparcamientos y peajes.

¿Se puede continuar circulando si se acaba el gas?

Sí, ya que cuando el gas se agota el coche es propulsado directamente por el depósito de combustible. No hay necesidad de parar para ello, simplemente el coche informa del cambio a gasolina a través de un testigo luminoso en el cuadro de instrumentación. De hecho, gracias a esta tecnología se pueden recorrer hasta 1.300 km sin repostar.

¿Es posible circular solo con gas?

Sí. Un vehículo de GNC circula por defecto con gas; no obstante, es recomendable llevar algo de gasolina en el depósito de combustible -y consumirla en un período de unos 6 meses- para que el coche pueda utilizar gasolina para arrancar si el clima es muy frío o justo después de repostar GNC.

¿Es mucho más alto el precio?

En absoluto. Es similar al de coches diésel o gasolina, e incluso tiene beneficios a largo plazo ya que llenar el depósito cuesta unos 13 euros, lo que permite ahorrar aproximadamente un 30% y un 55% en este sentido si los comparamos con vehículos diésel o gasolina, respectivamente.

¿El mantenimiento es parecido?

Sí; ningún elemento mecánico de los coches de GNC tiene un desgaste mayor al de un automóvil diésel o de gasolina simplemente por el hecho de poder funcionar con gas. Lo único que los diferencia es que antes de cada inspección de ITV se tiene que certificar la estanqueidad del sistema de gas y cada 4 años realizar una inspección visual de los depósitos en un taller especializado.

Fuente: elplural.com

SEAT Ibiza TGI con gas natural comprimido (GNC), una alternativa para un mundo real

Los híbridos enchufables y los eléctricos copan casi toda la actualizad en materia de vehículos de alta eficiencia, es no nadie lo va a discutir. Sin embargo existen en el mercado alternativas más reales y ahorradoras, como el gas. Aunque su uso es poco extendido y muy desconocido, algunos fabricantes apuestan por este sistema de propulsión. Marcas como SEAT, que acaba de lanzar al mercado el nuevo SEAT Ibiza TGI, una alternativa muy real que ya he podido probar.

Antes de lanzarnos de cabeza al análisis del Ibiza más eficiente y ahorrador del mercado hay que analizar qué supone esto de comprarse un coche impulsado por gas. Como ya digo es algo bastante desconocido, a no ser que seas taxista en cuyo caso esta parte teórica te la puedes saltar perfectamente. No lo digo con ninguna maldad, sino con toda la razón del mundo, ya que es el gremio del taxi el que dispone de un uso extensivo del gas como sistema de propulsión.

Cuando decimos que un coche está impulsado por gas, no quiere decir que únicamente utilice éste como fuente de energía, sino que siempre es un método anexo a la tradicional gasolina. Los coches de GLP o GNC, ahora veremos las diferencias, llevan adheridos uno o varios depósitos extra donde se acumula el gas, y es el conductor el que determina cual emplear, o bien gas o bien gasolina, esto si hablamos de un GLP, porque en el caso del Ibiza TGI no hay opción, hasta que se acabe, gas, y luego gasolina.

Ahora bien, ¿GLP o GNC? Cada uno presenta sus ventajas y sus inconvenientes, y en ningún caso uno puede sustituir al otro. El Gas Licuado de Petróleo resulta de la mezcla de gases licuados, butano y propano, que se mezclan con el petróleo. Por su parte el GNC emplea el metano comprimido a altas presiones en varios depósitos. Ambos funcionan de una manera prácticamente igual, y las diferencias residen en el tamaño del depósito, más grande el GLP que el GNC, y en la cantidad de estaciones de repostajes, más de GLP que de GNC.

De hecho el GNC es un producto casi exclusivo del Grupo Volkswagen, que desde hace unos años apoya el uso de este tipo de gas. Por el contrario el GLP es más habitual verlo, aunque tampoco tanto. Si nos centramos en las ventas en nuestro país el año pasado los vehículos impulsados por GLP alcanzaron una cuota de 3.832 unidades, por los 1.131 comercializados con GNC. De estos últimos el líder indiscutible es el SEAT León, con 947 unidades.

Ahora bien, centrándonos en el nuevo Ibiza TGI, exteriormente nada nos puede advertir que estamos ante un coche eficiente, salvo por los emblemas TGI. La incorporación del gas no ha afectado a su carrocería, y tal es así que podemos seleccionar cualquiera de los cuatro niveles de acabados que existen en el Ibiza: Reference Plus, Style, Xcellence e incluso FR. A modo de carrocería no hay ni un solo cambio y eso quiere decir que el Ibiza sigue luciendo tan bien como lo hace en versiones diésel o gasolina.

Los cambios se empiezan a notar en el interior, aunque no vayas a pensar que en gran medida. De hecho a simple vista tampoco notamos nada extraño, solo lo hacemos a la hora de coger una cinta métrica y ponernos a medir el espacio del maletero, el cual pierde unos litros para así dar cobijo al depósito extra que almacena el gas. Éste va ubicado en la parte inferior del mismo, justo donde debería ir la rueda de repuesto, la que huelga decir que no está disponible ni como opción.

Esto significa que a nivel equipamiento el hecho de ser de gas no tiene nada que ver. Entre la dotación podemos incluir faros Full LED, cámara de aparcamiento trasera, control de crucero adaptativo, climatizador, sistema de infoentretenimiento con conectividad para Apple CarPlay, Android Auto y Mirror Link que a su vez está conectado a una pantalla táctil de hasta 8 pulgadas con navegador. Estos son solo algunos ejemplos de cómo de cargado puede ir un SEAT Ibiza, indistintamente de la mecánica o el combustible que emplee.

Donde no va a haber mucho donde elegir es en el apartado mecánico. Dado que las ventas de vehículos impulsados por gas no es elevada, SEAT solo ha incluido una variante mecánica. Se trata de un bloque de tres cilindros de un litro de cubicaje turboalimentado que genera un máximo de 90 caballos de potencia. Tampoco habrá muchas opciones de cambio, ya que solo hay una posibilidad y es un cambio manual de cinco velocidades.

Puede que visto así no haya grandes ventajas más allá del ahorro, pero las hay. Una de ellas es el distintivo ECO, que dadas las cada vez más habituales restricciones a la circulación te ayudará a no tener que preocuparte. También será ventajoso a la hora de aparcar en la calle o en el momento de la compra, ya que el Gobierno mantiene las ayudas a los coches con bajas emisiones, con hasta 2.500 euros de ayuda al comprar un coche con la pegatina ECO. Una pena que la dotación se agotara en apenas tres días.

Y si hablamos de precios hay que decir que el nuevo SEAT TGI tiene un precio de salida de 14.460 euros, sin descuentos incluidos. Si lo comparamos con la versión correspondiente de diésel y gasolina vemos que es apenas 500 euros más barata que el gasoil y casi 2.000 euros más caro que el gasolina. Solo durante unos meses, y a modo de promoción, SEAT igualará el precio de ambas versiones, por lo que te puedes llevar a casa un coche de GNC por el precio de uno de gasolina.

Prueba SEAT Ibiza TGI

A día de hoy existe un abanico cada vez más amplio en cuanto a soluciones de alta eficiencia. Todas ellas pretenden suplir a la forma tradicional de movilidad, pero la verdad es que no todas lo cumplen. El uso del GNC sí que puede decir que resulta exactamente igual en términos de autonomía y funcionalidad, pues al fin y al cabo hablamos de un motor que es capaz de funcionar tanto con la más común de las gasolinas como con gas natural.

Esto en realidad tiene un nombre, y no es híbrido. El Ibiza de 1.0 TGI GNC es un coche bifuel, que emplea dos tipos de combustibles, pero eso es sobre el papel, porque en la vida real apenas hay diferencias notables, no al menos desde el puesto de conducción, donde como ya he dicho más arriba pocos detalles delatan a un coche que promete una eficiencia tan alta.

Solo hay tres momentos en los que te puedes dar cuenta de que algo raro está pasando. Lo primero es la falta de 15 Nm de par máximo. La reconversión del motor nos obliga a perder por el camino algo de fuerza, quedándose en un máximo de 160 Nm. Si a esto le sumamos un mayor peso, 117 kilogramos extra por las tuberías, las bombonas y demás elementos, tenemos un coche más perezoso en aceleración, con una patada menos contundente pero no por ello insuficiente.

Si miramos la tabla de valoraciones vemos como el Ibiza TGI de 90 caballos es un poco más lento en aceleración y velocidad punta, con apenas dos kilómetros por hora menos. Así que en cuestiones de rendimiento hablamos de un coche completamente normal. También es igual en cuanto a dinámica, donde apenas se percibe nada raro o extraño, pues contamos con la misma plataforma, la MQB A0 que ya disponen tanto el SEAT Ibiza como el Volkswagen Polo. Una estructura que convierte al hermano pequeño del León en un coche polivalente.

SEAT como siempre ha dispuesto de una configuración de suspensiones que peca de algo dura. El incremento de peso va acompañado de una suspensión trasera algo más rígida, con un tacto más seco. No con esto quiero decir que sea un coche incómodo, solo que a la hora de encontrar un bache notaremos que el eje trasero tiene una respuesta más seca. Nada desagradable ni mucho menos.

Por lo tanto la pérdida de confort es casi insignificante, y la de dinamismo igual. No por tener 90 caballos y usar gas vamos a tener un coche menos capaz en un tramo revirado. En este punto hay que reconocer el trabajo de los preparadores, que se han esforzado por que el Ibiza en genera sea uno de los mejores utilitarios de la industria a nivel dinámico. El TGI también lo es, aunque por supuesto hay que tener en cuenta la pequeña pérdida de rendimiento. Inapreciable si no competimos contra uno de gasolina de 95 caballos.

Pero seamos sinceros, este no es un coche para ir corriendo, más bien todo lo contrario. A pesar de no tener ningún emblema híbrido o algo por el estilo, debemos conducirlo en consonancia a la certificación ECO. Es un coche que debe obligarnos a obtener bajos consumos y largas autonomías. En este punto SEAT anuncia que la distancia máxima que podremos recorrer con el Ibiza TGI será de más de 1.100 kilómetros.

Ese es el principal cometido de un coche impulsado por gas. Además siempre tenemos la ventaja que la gasolina será lo último en agotarse pues por defecto el TGI siempre emplea el GNC para moverse. Una vez este se agote empezará a consumir gasolina, que con un depósito de 40 litros tendremos la ventaja de poder repostar cuando queramos de la forma más habitual posible.

¿Cuál es el principal inconveniente de comprarte un coche que usa GNC? Pues en España el problema principal llega a la hora de repostar el gas natural. Actualmente solo hay disponibles 57 gasineras repartidas por toda la geografía. Dentro de poco se sumarán otras tantas, pero está claro que siguen sin ser suficientes como para obtener la confianza de todos los mercados españoles. Es algo que tiene que ir mejorando para que esta tecnología se convierta en una alternativa.

Por lo demás está claro que el uso del gas como combustible alternativo es algo posible. A nivel usuario no hay grandes diferencias salvo el problema de la falta de surtidores, porque una vez te pones tras el volante apenas se pueden notar cambios o pérdidas en conducción. Sinceramente, a día de hoy, lo veo como una alternativa más real que la de un coche 100% eléctrico o un híbrido enchufable, pues aunque en este segundo caso siempre podemos repostar gasolina, igual que un GNC, la autonomía es muchísimo mayor.

Conclusiones

La realidad es que SEAT no dispone en un portfolio de producto un coche tan eficiente como este nuevo Ibiza TGI, con la excepción del Mii TGI. Eso quiere decir que en un mundo donde la contaminación causa cada día más problemas de movilidad el tener un coche con certificación ECO es una ventaja muy interesante. Si además de eso obtenemos un coche que se comporta exactamente igual que el resto de los que inundan nuestras calles, sin tener que depender de un enchufe, el resultado es una alternativa, aunque por el momento no hay nada perfecto.

El mayor problema del SEAT Ibiza TGI no está en el coche sino en la infraestructura. La marca española apuesta por esta tecnología, aunque la industria no acompañe por el momento. El solo tener 57 gasineras en toda España es un problema claro. Si tu área de operaciones tiene una cercana, piénsate lo del gas porque es muy interesante, si por el contrario no tienes un surtidor a mano por el momento tendrás que esperar. Las cosas son así, los Gobiernos no hacen más que forzar a la industria a un cambio que ellas ya han adoptado, pero eso sí ellas llevan su propio ritmo a la hora de acompañar. Lo dicho, no es problema del coche.

Fuente: motor.es