2023: ¿Por qué pasarte al GLP es la mejor alternativa de movilidad sostenible?

Quedan poco más de dos meses para que demos la bienvenida a 2023, un año en el que, sin duda, habrá muchos cambios. Entramos, ya, en la cuenta atrás para lograr el tan ansiado escenario de descarbonización que persigue la Unión Europea, y para ello, se llevarán a cabo diferentes medidas en materia de movilidad sostenible. O, al menos, se empezará a abrir camino para ello. Por tanto, ¿no crees que es un buen momento para buscar la mejor alternativa de movilidad sostenible?

 

Hasta ahora, se ha hablado mucho de la necesidad de transformar la movilidad en un ámbito cada vez más limpio y sostenible, pero no se ha pasado a la acción. Sin embargo, esto empezará a cambiar a partir del 1 de enero. En ese momento, entrará en vigor la normativa que obliga a muchos municipios a implementar una Zona de Bajas Emisiones.

¿En qué consiste la normativa de Zonas de Bajas Emisiones?

Antes de continuar, es importante saber a qué nos referimos exactamente cuando hacemos alusión a este texto legislativo. La Ley de Cambio Climático y Transición Energética que se aprobó en 2021 plantea una directriz muy clara: un conjunto de municipios españoles tendrán que implementar, como mínimo, un área de bajas emisiones. Exactamente, contempla dos supuestos:

  • Los municipios de más de 50.000 habitantes deberán implantarla de manera obligatoria y permanente, lo que supone un total de 149 municipios.
  • Los núcleos urbanos de más de 20.000 habitantes también deberán definir una Zona de Bajas Emisiones, aunque solo la activarán en episodios de alta contaminación. En este caso, la cifra total asciende a casi 400 municipios.

El texto normativo es muy genérico, y deja a cada ayuntamiento la potestad para decidir qué restricciones establecerá en estas zonas de bajas emisiones, siempre dentro de un mismo marco normativo.

¿Qué conclusiones extraemos de esta normativa?

Aunque no haya unas pautas concretas a nivel nacional, y teniendo en cuenta que algunas ciudades como Madrid y Barcelona ya disponen de estas Zonas de Bajas Emisiones, parece claro que cada vez habrá más restricciones de movilidad para determinados vehículos. Estas restricciones podrán ser de acceso, circulación o aparcamiento, en función de lo que estime cada entidad local.

Asimismo, podemos suponer que 2023 será el inicio de la cuenta atrás de un periodo de transición en el que deberán adaptarse todas las ciudades españolas. Aún así, no hay que olvidar que la implantación de las Zonas de Bajas Emisiones es obligatoria a partir del 1 de enero de 2023, lo que reactiva la urgencia de muchos conductores por apostar por nuevas fórmulas de movilidad sostenible. 

¿A qué vehículos afectará la normativa?

Otra de las grandes incertidumbres a día de hoy es saber qué vehículos tendrán restringida la entrada, la circulación o el aparcamiento en cada Zona de Bajas Emisiones. Sin embargo, hay algunas cuestiones que sí parecen más certeras:

  • Los denominados vehículos con etiqueta A son aquellos que, por sus niveles de contaminación, no pueden disponer de una etiqueta medioambiental de la DGT. Estos turismos son los que más restricciones sufrirán. De hecho, hoy en día ya hay normativas vigentes que impiden la entrada de estos vehículos a las Zonas de Bajas Emisiones de Madrid y Barcelona.
  • Los coches con etiqueta B también podrían ser objeto de diversas restricciones, sobre todo de aparcamiento y circulación, en determinadas franjas horarias. Además, se prevé que el nivel de limitaciones aumente relativamente pronto para estos vehículos, sin esperar a 2025.
  • Los vehículos con etiqueta C podrían tardar más en estar afectados por algunas restricciones, aunque la previsión es que, durante los próximos dos años, se vayan implantando progresivamente también en estos casos.
  • En cambio, los vehículos con etiquetas ECO y CERO son los que se librarán por completo de estas restricciones, ya que son los que están catalogados por la DGT como menos contaminantes. 

¿Qué alternativa de movilidad sostenible es más factible?

Ante esta situación, son muchos los conductores que buscan soluciones que les permitan acceder a estos núcleos urbanos y conseguir fórmulas más sostenibles. De hecho, 3 de cada 4 coches se enfrentan a restricciones durante los próximos años tras la implementación total de las Zonas de Bajas Emisiones. Un contexto en el que no todas las alternativas de movilidad sostenible que hay hoy en día son igual de factibles o están al alcance de todos los bolsillos. 

En este horizonte, hay una fórmula que se erige como la solución más barata, inmediata y realizable: la conversión a GLP. Los vehículos que se desplazan con gas licuado de petróleo y cumplen la norma EURO 4, 5 ó 6; es decir, aquellos que están matriculados a partir de 2006, pueden circular con la etiqueta ECO. 

Otra importante ventaja es que no es necesario cambiar de coche ni comprar uno nuevo, sino que es posible darle una segunda vida útil a un turismo de gasolina que cumpla estas condiciones. De esta forma, se instala un kit GLP que convierte al vehículo en un turismo bifuel, que puede alternar entre la gasolina y el GLP para reducir las emisiones contaminantes. 

Así, un coche de gasolina que hoy cuente con las etiquetas C e, incluso, B, puede pasar a tener la etiqueta ECO, lo que le permitiría desplazarse sin restricciones por las Zonas de Bajas Emisiones. Además, cabe destacar que repostar GLP es un 45% más barato que repostar gasolina, tal y como están los precios actuales. 

Por tanto, la conversión a GLP se presenta como la alternativa inmediata más económica para convertir tu coche en un turismo más sostenible, menos contaminante y con libertad total de circulación. En la red de talleres especializados Gasmoción podemos ayudarte y asesorarte según las características individuales de tu vehículo para que puedas pasarte al bando de la movilidad sostenible.