El corredor verde H2Med: no solo es sostenibilidad, también es democratización
Hace unos meses saltaba una noticia que prometía ser esperanzadora: tras el fracaso de negociaciones sobre el MidCat, un gasoducto entre Francia y España, se conseguía llegar a un acuerdo para activar otro proyecto, BarMar. Sin embargo, no ha sido hasta hace pocos días cuando hemos conocido más detalles acerca de cómo se plantea esta infraestructura que convertirá a España en una lanzadera de energías renovables hacia Europa. Concretamente, de energía verde.
Inicialmente, la oposición que Francia mostraba ante MidCat desapareció en las negociaciones del BarMar, que ahora se llama H2Med, por una razón principal: este se postulaba como un corredor de energía verde.
La idea de España y Portugal, dos de los integrantes de este acuerdo a tres bandas, era crear una infraestructura para transportar hidrógeno verde a largo plazo, y aprovecharla en el medio plazo para transportar gas natural. Sin embargo, esto se ha quedado en una mera aspiración.
Cabe destacar que uno de los grandes problemas que hay en la actualidad es la falta de interconexión entre la Península Ibérica con el resto de estados miembros de la Unión Europea para suministrar energía. Esto se refleja claramente en los datos: España y Portugal concentran alrededor del 40% de la capacidad de regasificación de la Unión Europea, pero no pueden compartirlo con otros países por falta de vías de conexión. Una carencia que evidencia la necesidad de activar proyectos como H2Med.
H2Med, mucho más que un corredor de energía verde
El proyecto H2Med es una gran oportunidad para España de convertirse en un productor y exportador de energía para el resto de Europa. Esto, sin duda, reforzaría enormemente la posición de la Península Ibérica como agente estratégico del continente, y como la principal puerta de comunicación con otras regiones del mundo, como África y América.
Por otra parte, aceleraría las inversiones en la generación de hidrógeno verde en España y consolidaría los grandes proyectos que ya están en marcha. Esto, sin duda, es muy necesario si queremos conseguir el objetivo de descarbonización planteado por la Unión Europea. El hidrógeno verde coge fuerza como una de las energías renovables más importantes del futuro, pero para desarrollarla e implementarla en todos los niveles de nuestra sociedad hace falta más inversión.
A su vez, esta mayor capacidad de inversión reduciría la dependencia energética de terceros no solo de España, sino también de Europa. Es decir, podría convertirse en el seguro energético para muchos países europeos que hoy en día no tienen otra alternativa para abastecerse energéticamente que no sea de la mano de Rusia.
La apuesta solo por el hidrógeno supone una exigencia mucho mayor
Y, en este sentido, se plantea una reflexión fundamental. El primer borrador de proyecto, BarMar, planteaba este corredor verde como una vía para transportar tanto hidrógeno como gas natural. En cambio, el acuerdo final H2Med especifica que solo se va a canalizar hidrógeno verde.
Esto tiene una lectura que va más allá de la sostenibilidad: si se utiliza solamente para transportar hidrógeno, España necesita producir una cantidad suficiente de esta energía para amortizar esta inversión. Ya sea para consumo interno que permita atender la demanda creciente por parte de las empresas y los hogares o para inyectar en el hidroducto el hidrógeno requerido.
El futuro de H2Med parece ser muy positivo desde una perspectiva win-win en la que ambas partes ganan. Por un lado, la Península Ibérica podría llegar a suministrar hasta el 10% de las necesidades de hidrógeno verde de todo el continente, aproximadamente, lo que elevaría el posicionamiento de España y Portugal. Pasarían de ser un apéndice de Europa para convertirse en un pulmón del continente.
Y, por otro lado, los países europeos que ahora son energéticamente dependientes de Rusia podrían dejar de tener una única alternativa, lo cual ayudaría a democratizar el suministro de una energía renovable a la que todos deberíamos tener el mismo acceso. En definitiva, el proyecto H2Med tiene muchas más implicaciones que únicamente la sostenibilidad, aunque esta, por sí sola, es razón más que suficiente para elevar la inversión y sacar adelante una infraestructura que beneficiará al mundo entero.