Repsol invertirá 1,5 millones en ampliar la red de autogás en la Comunidad Valenciana.

Repsol invertirá 1,5 millones de euros en la Comunitat en ampliar la red de surtidores de gas licuado de petróleo (GLP) o autogás. De los cuatro puntos de abastecimiento actuales de este carburante alternativo se pasará a cuarenta en 2015, según explicaron fuentes de la compañía energética.

El plan de expansión de este combustible mezcla de butano y propano que ya alimenta los motores de alrededor de 300 vehículos en la Comunitat (se estima que el parque puede aumentar hasta el 2% del total) se incluye en un proyecto nacional que prevé abrir cien nuevos puntos de suministro en España anualmente.
Las primeras aperturas estaban previstas para inicios de año en Castellón, Quart de Poblet, Torrent, Paterna y Torrevieja. Se unirán a los ya operativos en Valencia, Albalat dels Sorells y Alicante.

Pese a que en España, la penetración de los GLP es todavía incipiente -unos ocho mil vehículos de un parque de más de treinta millones de unidades-, la petrolera prevé que su implantación se afiance como muestra el crecimiento de ventas del 14,6% registrado en los primeros nueve meses del año, según las estadísticas del Ministerio de Industria (el consumo de productos petrolíferos cayó un 7% en el mismo periodo, según el Boletín Estadístico de Hidrocarburos publicado por la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos). La patronal del sector del GLP estima que en 2015 circularán en España 200.000 vehículos con autogás.

Europa es referente en el uso de GLP para automoción, con ocho millones de vehículos que se alimentan de este combustible, que emite un 50% menos de monóxido de carbono que la gasolina. Además, su potencial de formación de ozono es un 50% menor. Junto al componente medioambiental, el autogás supone un ahorro de al menos un 20% sobre los carburantes tradicionales. Un litro de GLP cuesta una media de 0,79 euros. Eso sí, previamente el usuario debe adaptar su vehículo. Según fuentes del sector, la inversión oscila, en función del equipo que se instale y del taller donde se haga, entre los 1.900 y 2.000 euros (más IVA). Ya hay varios modelos en venta adaptados a GLP. En estos casos, el sobrecoste es similar que con la compra de un vehículo diésel. La inversión realizada, en un coche de tipo medio, se amortizaría a los 30.000 kilómetros realizados.

El uso de este combustible alternativo está orientado fundamentalmente a las aglomeraciones urbanas. De hecho, en colectivo de taxistas es uno de los primeros que lo ha utilizado en la Comunitat en virtud de un convenio suscrito con Repsol. También lo utiliza el grupo Ambulancias Ayuda, que presta servicio de transporte sanitario para la Generalitat, o el Ayuntamiento de Alicante.

Fuente: lasprovincias.es