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Badalona acoge la primera gasinera de pequeño formato de España con finalidad formativa

  • La nueva instalación, ubicada en la sede del Gremi Gremi d’Instal·ladors del Barcelonès Nord y Baix Maresme (AEMIFESA) ha sido impulsada por esta entidad y por NEDGIA, distribuidora de gas natural del grupo Naturgy, junto a Gasmocion, distribuidor de este modelo de gasinera.
  • La movilidad con gas natural (ECO-G) es una tecnología limpia que reduce casi a cero las emisiones contaminantes.

 

La ciudad de Badalona es la primera de Cataluña y de España que cuenta con una gasinera (estación de carga de gas natural para vehículos) de pequeño formato destinada a la formació de profesionales instaladores para poder fomentar su instalación en clientes  comerciales e industriales.

El alcalde de Badalona, Àlex Pastor, visitó hoy este nuevo equipamiento ubicado en la sede del Gremi d’Instal·ladors del Barcelonès Nord y Baix Maresme (AEMIFESA) en el barrio de Montigalà.

Con esta iniciativa, NEDGIA y AEMIFESA buscan formar a profesionales de las empresas instaladoras para que puedan ofrecer esto equipos a posibles clientes interesados en su instalación, dadas las ventajas importantes que aporta el uso del gas natural en la movilidad.

AEMIFESA, entitat que agrupa a las principales empresas instaladoras de la zona, ha estado representada por su presidente, Eric Martí i Bonet, y por su director gerente, Antonio Ruiz Amorós.

Al acto ha asistido también el director de NEDGIA Catalunya, Juan Manuel Belda, quien destacó “la importante y creciente aportación del gas natural en la movilidad sostenible, ya que por sus características contribuye a mejorar la calidad del aire de los núcleos urbanos”. Además, Belda ha recordado el compromiso de NEDGIA con el impulso y la introducción de nuevos usos de esta energía, el gas natural, que tiene un papel relevante en el cumplimiento de los objetivos de descarbonización”. “La nula emisión de partículas sólidas en su combustión hace al gas natural un aliado imprescindible del transporte público y privado, especialmente en las grandes ciudades”, dijo.

Un equipamiento innovador

La instalación, que consta de un compresor de recarga de gas natural comprimido (GNC) para vehículos, es un módulo de recarga más pequeño que los habituales que podemos encontrar en las gasineras públicas y tiene la característica que se puede instalar en viviendas particulares o establecimientos y locales públicos siempre que se encuentre en el exterior. No obstante, también existen modelos similares más pequeños que incluso se pueden instalar en los garajes de viviendas unifamiliares.

Sobre el gas natural para la movilidad sostenible

El gas natural utilizado en la movilidad es una tecnología limpia que reduce casi hasta cero las emisiones contaminantes que afectan a la calidad del aire en las ciudades: hasta un 100% las emisiones de NOx y más del 95% las partículas sólidas. Además, reduce en un 50% la emisión sonora y las vibraciones, frente a los motores diesel.

Además de los beneficios ambientales, la movilidad sostenible con gas natural comporta importantes ahorros en combustible (50% en comparación con la gasolina y 25% frente al diesel). Por ejemplo, un vehículo ligero puede recorrer con 20 euros 275 kilómetros con gasolina, 375 km con diesel y 555 km con ECO-G.

Fuente: Aemifesa

 

Las ventas de coches a gas en España siguen al alza: el GLP y el GNC ganan adeptos

Tanto el GLP de automoción (Autogas) como el Gas Natural Comprimido (GNC) son una excelente alternativa asequible de movilidad sostenible. Ambas tecnologías te hacen valedor del distintivo ECO de la DGT (Dirección General de Tráfico), lo que supone un factor determinante para las ventas de este tipo de automóviles. Unas ventas que siguen crecimiento a un nivel muy importante.

En el mes de septiembre de 2019 se han contabilizado un total de 2.794 matriculaciones de vehículos propulsados por GNC y/o GLP. Se trata de un fuerte crecimiento del 112,2% con respecto al mismo mes del ejercicio anterior. Es un importante volumen de ventas. Es más, supera a las ventas de coches eléctricos e híbridos enchufables juntas. Frente a la tecnología totalmente eléctrica o los vehículos híbridos enchufables, el gas es visto como una opción más interesante. Especialmente a nivel económico.

Si atendemos exclusivamente al periodo acumulado de este año, nos encontraremos con que entre los meses de enero y septiembre de 2019 se han registrado 27.270 unidades matriculadas, lo que representa una subida del 51% con respecto al año pasado. Una vez más, son más unidades que las matriculaciones juntas de eléctricos e híbridos enchufables.

Las ventas de vehículos a gas se sitúan en consonancia con el comportamiento general del mercado automovilístico español en el noveno mes de 2019. Recordemos que las ventas de coches en Españaalcanzaron las 85.021 unidades en septiembre, un 20,7% más que en el mismo mes del ejercicio anterior. Todos los canales de ventas reportaron subidas, aunque fue el de alquiladoras el que mayor crecimiento experimentó.

Por el contrario, los datos acumulados no son tan buenos. A pesar de que el mercado roza ya el millón de matriculaciones, no es suficiente para cerrar el periodo que comprende de enero a septiembre de 2019 en positivo. En total fueron matriculadas 998.472 vehículos, lo que representa una caída del 4,8%.

Fuente: motor.es

 

El gas pide paso en la movilidad verde de Aragón

Los vehículos con motor de gas, en sus diferentes versiones (GLP, GNC o GNL), toman posiciones en la carrera de la industria automovilística por una movilidad más sostenible. No cabe duda de que los eléctricos o los de hidrógeno les toman la delantera en cuanto a ecológicos al tener cero emisiones, pero la penetración del gas en el mercado está cogiendo músculo debido a que estos sí están al alcance del bolsillo de una familia con un poder adquisitivo medio, cosa que no ocurre con los de batería.

Las ventas en Aragón de los coches, furgonetas o camiones con estos combustibles alternativos crecen a buen ritmo, hasta engrosar un parque de casi 3.000 unidades. Al calor de este empuje, se están expandiendo en la comunidad nuevas infraestructuras para repostar. Empresas como Redexis, Repsol o la aragonesa Zoilo Ríos están detrás de algunos de estos proyectos de inversión.

Los modelos bifuel, llamados así porque cuentan con un depósito secundario de gasolina, se encuadran bajo la etiqueta ambiental Eco de la Dirección General de Tráfico (DGT), un distintivo que ofrece ventajas como la ausencia de restricciones para circular en las grandes ciudades como Madrid y Barcelona.

Dentro de este segmento existen dos tipos bien diferenciados en función del carburante que usan. Por un lado, están los vehículos de gas natural comprimido (GNC), el mismo que se utiliza en gran parte de los hogares para alimentar la caldera, pero en este caso almacenado en botellas a alta presión. Existe además una variante líquida —en lugar de gaseosa— de este mismo hidrocarburo, el GNL (gas natural licuado), utilizado para transporte pesado de larga distancia. El otro grupo es del gas licuado del petróleo (GLP), conocido comercialmente como autogas, un producto también líquido muy extendido en muchos países de Europa y que ahora está ganando terreno en el mercado español.

El que más ventajas medioambientales ofrece es el de gas natural. Reduce hasta casi cero las emisiones contaminantes sobre calidad del aire –azufre y partículas ambientales (PM)– y un 85% las de dióxido de carbono (NOx). En cuanto a las emisiones que afectan al calentamiento global, las de CO2 son un 25% menores. Desde el punto de vista económico también resulta atractivo, ya que su precio de venta es similar a uno convencional y el ahorro de combustible es del 30% respecto al diésel y del 50% en relación a la gasolina.

«Aparte de ser ecológico es económico, lo que no ocurre con otras soluciones como los eléctricos», destaca Miguel Mayrata, director de Diversificación de Negocio de Redexis, una de las empresas que más está apostando por este carburante en España, donde es uno de los principales operadores del sector gasista.

«Es la única alternativa limpia para el transporte pesado por carretera y marítimo», destacan desde Gasnam, la asociación empresarial que promueve el uso del gas natural en la movilidad de España.

ESCASA INFRAESTRUCTURA

El mayor obstáculo para el desarrollo del GNC o GNL es la escasez de estaciones para repostar, aunque esto poco a poco dejará de ser un inconveniente. En Zaragoza y su entorno hay actualmente tres gasineras: una de Endesa, ubicada en la cooperativa Auto Taxi; otra de Ham, en Alfajarín (polígono El Saco); y la tercera de Vía Gas, en el kilómetro 328 de la autovía A-2. Esta última fue la primera que abrió, en el 2013. «Cuando empezamos era una apuesta incierta, había poca cosa, pero ahora hay mucho movimiento, la demanda crece cada año tanto en camiones como en coches», dice Ramón Pascual Lapeña, director técnico de Vía Augusta, empresa transportista que puso en marcha la estación.

En los próximos dos años hay proyectadas cinco nuevas gasineras en la capital aragonesa, que se situará así entre las ciudades españolas con más estaciones por habitante. Tres de estas están impulsadas por Redexis en alianza con Cepsa y la primera apertura se producirá este mismo mes en la cooperativa de Auto Taxi, donde se ultiman las obras. Por su parte, Zoilo Ríos abrirá dos puntos más de recarga en la primavera del 2020, que se situarán en las estaciones El Cisne y Los Ibones (de nueva creación).

El despegue del GNC está, por tanto, en una fase inicial pero prometedora. Las cifras de su implantación en Aragón son discretas, ya que el 85% de las ventas se concentran en Madrid y Barcelona, donde hay una mayor red para repostar. Hasta agosto había en Aragón un parque de 99 vehículos con este combustible, un 52% más que hace un año (65), según la DGT. A nivel nacional se ha pasado de 5.000 unidades en el 2016 a las 19.000 actuales.

REPSOL TIRA DEL AUTOGAS

Por su parte, el GLP vive un apogeo aún mayor. Este derivado del petróleo también presenta ventajas medioambientales respecto a los combustibles convencionales: reduce un 68% las emisiones de NOx, un 14% las de CO2 y hasta en un 100% las de partículas. El coste del vehículo es similar al de los de un motor estándar y existe la posibilidad de adaptar uno de gasolina a bifuel con GLP en un taller especializado por unos 1.200 euros.

«Es una solución real de hoy gracias a la amplia red de puntos de repostaje disponibles y a qué es asequible para todos los conductores», destaca Estibaliz Pombo, responsable de autogas de Repsol, quien considera que es el combustible sostenible «más madura» del mercado.

En España hay 670 estaciones que sirven GLP, una categoría que lidera Repsol, con 403 puntos de venta. En Aragón hay 16, de las que 12 son de esta compañía. Esta importante red de carga explica la buena marcha de las ventas. En los ocho primeros meses del 2019 se matricularon en Aragón y en España más vehículos de autogas que en todo el año pasado. En concreto, en la comunidad se vendieron 500, un 83% más respecto al mismo periodo del 2018 (272), siendo el modelo alternativa que más crece en términos absolutos.

Fuente: elperiodicodearagon.com

 

Recorremos 800 kilómetros en coche por menos de 28 euros con la gama TGI de Seat

A lo largo de 2019 Seat está realizando una vuelta a España por etapas a bordo de su gama de vehículos TGI, que son aquellos que combinan el gas natural comprimido y la gasolina para desplazarse.

Hoy nos sumamos a este proyecto y cubrimos los 800 kilómetros que hay en nuestra etapa Madrid-Bilbao-Zaragoza gastando menos de 28€ en combustible.

El lado oscuro de las vacaciones

Además de retomar nuestra rutina de trabajo, la vuelta de las vacaciones suele ser momento para hacer balance, recordar los buenos momentos y también repasar nuestros gastos. Además del hotel, las comidas o el ocio, el transporte es uno de los puntos que más parte de nuestro presupuesto se lleva.

Si elegimos el coche como medio de desplazamiento a nuestro destino vacacional, contamos con la enorme ventaja de disponer de nuestro vehículo en destino para poder movernos con total libertad. Sin embargo, el coste del combustible a veces nos hace valorar otras formas de viaje.

Los propietarios de vehículos gasolina y el diésel llevan varios años viendo como los precios del carburante suben, especialmente en la época estival. La alternativa de los vehículos eléctricos también está presente, pero su elevado precio, la escasa autonomía y el tiempo de recarga son factores que complican la ecuación.

Es aquí donde aparece la gama TGI de Seat, el gas natural comprimido (GNC) se convierte en un combustible cada vez más presente en nuestro país y que tiene una ventaja económica arrolladora frente al diésel y la gasolina.

Nos vamos de viaje al estilo TGI

La escasez de puntos de recarga en España es uno de los principales puntos de duda en el proceso de compra de un vehículo impulsado por este combustible. La buena noticia es que la industria parece estar decidida a la implementación de esta tecnología, en el último año.

En total encontramos 70 estaciones operativas en todo el país, a las que hay que sumar otras 39 proyectadas, según GASNAM. Evidentemente son números muy alejados de las estaciones de servicio convencionales, pero pueden resultar suficientes para cubrir las principales rutas que atraviesan la península.

Sin embargo, no hay mejor manera de comprobarlo que lanzándose a la carretera. Para ello Seat está completando una vuelta a España, que tiene como objetivo demostrar que a día de hoy es viable recorrer nuestro país utilizando únicamente GNC.

Nos han encargado que cubramos la ruta Madrid-Bilbao-Zaragoza, 800 kilómetros de autopista que pondrán a prueba la autonomía de la gama TGI de Seat y la eficacia de la red de estaciones de GNC con la que contamos en España.

La gama TGI de Seat

Nuestro coche será el León ST TGI, que forma parte de la gama de modelos que la marca española ofrece con una versión híbrida que funcione con GNC y gasolina. Nos acompañarán el Arona TGI, el Ibiza TGI y por supuesto el León TGI con carrocería Hatchback.

El motor empleado en nuestro León ST TGI es un 1.5 de cuatro cilindros y 130 CV, que tiene una cifra homologada de consumo de 3,5 Kg/100 Km. Respetando estos consumos la autonomía con GNC es de 500 kilómetros, luego hay que sumar el depósito de 9 litros de gasolina que nos permite ampliar el rango unos 150 kilómetros.

El precio de partida del León ST TGI es de 25.950€, aunque la versión FR que hoy conducimos alcanza los 29.700€. Esto es una diferencia aproximada de 3.000 respecto a la versión equivalente con una motorización de gasolina.

800 kilómetros por 27,46 euros

Así de simple, por menos de 28 euros en combustible hemos recorrido 800 kilómetros, circulando a velocidades legales, con un estilo de conducción normal y dos adultos a bordo del Seat León ST TGI.

Esta cifra tan contundente significa que por cada 100 kilómetros recorridos en un Seat TGI impulsado por GNC hacemos un gasto inferior a 3,50€. Este resultado es literalmente inalcanzable para un vehículo diésel, en uno de gasolina la diferencia todavía es mayor.

A lo largo de nuestro recorrido hemos parado a repostar en cuatro ocasiones y no hemos tenido que desviarnos de nuestra ruta. Sin embargo, sí es necesaria cierta planificación para repostar antes de entrar en tramos que todavía no cuentan con puntos de recarga.

Sin embargo, nos queda claro que hacer los desplazamientos vacacionales únicamente con GNC es totalmente viable, ya que en nuestro viaje no hemos tenido que recurrir al depósito de gasolina en ningún momento, y eso nos ha permitido obtener unas cifras económicas tan buenas.

Fuente: diariodesevilla.es

 

Cuando la alternativa pasa a ser la solución

«La mayor parte de la contaminación del aire es obra del ser humano y se produce por la combustión ineficiente de combustibles fósiles o de biomasa como, por ejemplo, los gases de escape de los automóviles». De esta forma introduce la Organización Mundial de la Salud (OMS) su evaluación de la contaminación del aire en las grandes ciudades, cuya población se ve sometida cada vez más a las partículas perjudiciales que inciden de manera notable sobre la salud de las personas.

Polémicas recientes sobre si las principales capitales deberían acometer restricciones de entrada a los vehículos a sus núcleos ponen de manifiesto, cada vez de forma más recurrente, la necesidad de buscar alternativas y nuevas fórmulas de movilidad para hacer compatibles el uso del transporte, público y privado, con la habitabilidad de las urbes. Más, si se tiene en cuenta que, según distintos estudios, en 2050 más del 70% de la población del planeta se concentrará especialmente en núcleos urbanos.

El coche eléctrico se quiere postular como la elección más deseada. Su escaso nivel de contaminación -si descontamos el coste de la generación eléctrica-, convierte esta opción en candidata a liderar la movilidad del futuro. Pero aún se enfrenta a grandes barreras que impiden que su uso escale hasta el gran público. Primero, por el alto precio de los vehículos, lo que acota bastante su acceso. Pero, además, porque se encuentra la limitación de la autonomía de las baterías, y, sobre todo, de acceso a los puntos de recarga.

La forma híbrida se sigue manifestando como la vía más eficiente en términos medioambientales y de economía para el bolsillo. La cruzada contra el diésel de las administraciones ha obligado a las grandes corporaciones y fabricantes de vehículos a buscar otros caminos. Pero lo que surgió como una alternativa, y casi como elemento bisagra hasta el despegue de la tecnología eléctrica, se ha erigido en solución de presente y de futuro para la movilidad.

La propulsión a gas, ya sea comprimido (GNC) o licuado (GNL) es, por tanto, la fórmula para convertirse en la solución para esa movilidad que busca reducir las emisiones, pero sin limitar a las personas. Los datos confirman esta opción ya que el parque de vehículos movidos por gas se está duplicando año a año. En 2017, el mercado nacional contaba con apenas 8.000 unidades en circulación. Un año más tarde eran ya 16.000. Y al cierre de este 2019, se espera que sean 30.000 los utilitarios que transiten por nuestras calles propulsados por este combustible. En 2021, las estimaciones apuntan ya a 100.000.

Solo este pasado mes de julio, en España se vendieron 3.711 turismos de gas en todas sus modalidades, lo que supuso un 20,6% más que en el mismo período del año anterior, registrando una penetración del 2,68% sobre el conjunto del mercado.

En lo que va de año, el volumen acumulado asciende a 21.500 unidades, un 53%, según los datos publicados por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).

Solo un ejemplo. En 2016, la firma española SEAT vendió 368 unidades de gas. En 2017, fueron 1.068 y, en 2018 rompieron el stock en julio con 3.700, por lo que tuvieron que dejar su comercialización. Ya se han preparado para la gran demanda.

Miguel Mayrata, director de Diversificación de Negocio de Redexis, atribuye el éxito de esta tecnología a que el coste del vehículo movido por gas «es el mismo», pero «la gran ventaja está en el consumo y en el mantenimiento». «Actualmente, es la fórmula menos contaminante» asegura, ya que reduce en un 30% las emisiones de CO2 y un 85% las de óxidos de nitrógeno (NO2 y NOx), las más perjudiciales para la salud.

No es de extrañar que hayan movido ficha. El pasado mes de junio, Redexis y Cepsa anunciaron la creación de la mayor red de surtidores de repostaje de gas natural en España. El objetivo es instalar, en el plazo de cuatro años, 80 estaciones de recarga con esta energía, con una inversión de 60 millones de euros. Toda una apuesta por este sistema convencidos de su progresiva implantación a nivel nacional e internacional.

«Es la tecnología menos contaminante para las ciudades», asevera Mayrata, quien se encarga de recordar que «los vehículos tienen más autonomía, son igual de seguros y cuentan con la misma potencia que otros motores de combustión. Se benefician de descuentos o bonificaciones en el impuesto de circulación, permiten circular en escenarios de alta contaminación, gracias a que cuentan con la tarjeta ECO de la Dirección General de Tráfico (DGT), lo que supone una gran ventaja de acceso a grandes ciudades ante posibles restricciones de tráfico».

Fuente: latribunadeciudadreal.com

 

Madrid-Valencia por 9,45 euros “a todo gas”

n unos momentos confusos en los que la demonización de los motores diesel, las dudas en los de gasolina, el alto coste de los vehículos híbridos y la escasa infraestructura para recargar los automóviles eléctricos, el GNC (gas natural comprimido) aparece en este panorama con mucha fuerza, y lo hace de la mano de Seat.

Sí, no es una invención de hoy, como tampoco lo son los motores eléctricos, ni los diésel ni mucho menos los de gasolina. Los automóviles híbridos con motores adaptados al uso de gasolina y gas – como poco- ya se utilizaban, en el sector del taxi- en la década de los setenta, aunque lo solucionaban con apañadas adaptadores caseros y un par de bombonas de butano almacenadas en el maletero. Hoy por hoy, Seat ha percibido un gran potencial en el sector de los TGI, o sea: motores que se alimentan de GNC (Gas Natural Comprimido) y que para ganar una mayor autonomía, mantienen un pequeño depósito de gasolina que nos evitará la ansiedad de no encontrar una estación de recarga de gas. Si, en estos momentos hay más o menos setenta puntos de venta de gas, aunque a finales de este año se estima en más de cien en toda la geografía española. Pero, como en otros casos, este es un tema que poco a poco se irá subsanando, quizá con mayor celeridad que estaciones de servicio para recargar propulsores eléctricos.

Con un precio medio de 90 céntimos de euro por kilogramo de GNC (lo que quiere decir que en unos servicios cuesta 0,82 y en otras 0,92) estos motores que Seat ya equipa en sus modelos León TGI (cinco puertas y ST), Arona TGI y Ibiza TGI, son tanto la solución como respuesta inmediata por el bajo nivel de contaminación, por su coste por kilómetro, por su movilidad ilimitada y, también, por el precio asequible del vehículo. Un dato: un modelo TGI de Seat, cuesta mil euros más que el mismo modelo en versión diésel o gasolina. Pero lo que convence es su coste por kilómetro. Los motores TGI son un 30% más económicos que los diesel; un 50% que los gasolina; un 25% más que un vehículo híbrido no enchufable y un 10% más barato que uno alimentado por GLP. Los cambios en los vehículos son nulos, tanto en su estética como en su conducción. La gran modificación se encuentra en que su depósito de combustible se reduce al máximo (solo caben nueve litros de gasolina) para añadirle un depósito de refrigerante y dar mayor cabida al depósito de gas que, en realidad, es que le da mayor autonomía En cifras, tras un recorrido que se inició en Madrid y terminó en Barcelona, pasando por Valencia; con una conducción normal, tanto en ciudad como en autopista, el coste por kilómetro arrojó entre 3,15 y 3,28 euros cada 100 kilómetros, un resultados imbatible para motores térmicos convencionales.

Fuente: larazon.es

 

Cómo convertir un coche de gasolina en un híbrido de gas, y obtener la etiqueta ECO

Si tu coche de gasolina no es bien recibido ya hoy en día en las grandes ciudades españolas, no hace falta achatarrarlo… sobre todo cuando no puedes invertir en un nuevo vehículo más verde. Mediante la instalación de un kit GLP (Gas Licuado del petróleo) o GNC (Gas Natural Comprimido), según el tipo de gas que decidas, podrás además adquirirla tan ansiada etiqueta medioambiental ECO de la DGT.

En España, te aseguramos que es totalmente legal esta transformación, siempre que se realice claro en centros homologados que te darán absoluta seguridad y garantizan que los kits de instalación cumplen con la normativa, la R-67 para GLP o la R-110 para GNC.

Pero, ¡ojo! Aunque la adaptación para contar con un coche de gas se puede realizar en vehículos a partir de la normativa europea de emisiones Euro3, solo los vehículos Euro4 en adelante transformados se convierten directamente en coches con la etiqueta ECO; es decir, los que ahora cuentan con etiqueta C.

ASÍ ES EL KIT DE ADAPTACIÓN

DEPÓSITO. Se requiere primero instalar un depósito que puede ser de tipo toroidal, si va en el hueco de la rueda de repuesto, o de tipo cilíndrico, que suelen ir bajo los asientos traseros y el maletero. Construidos en fibra de carbono o acero, disponen de unas válvulas especiales que van liberando el gas poco a poco si, por ejemplo, se produce un accidente. Para vehículos GNC se utilizan unos depósitos más resistentes, ya que deben almacenar el gas a una presión máxima de 200 bar, frente a los 7,5 que necesita el GLP.

BOCA DE CARGA. Se suele aprovechar el propio hueco original junto a la boca de llenado de la gasolina y bajo la misma tapa. Si no hay espacio suficiente, se busca un hueco en el lateral del vehículo. El repostaje es hermético, a la menor fuga se bloquea al instante y cierra el paso de combustible.

TUBERÍA CONDUCTORA. Lleva el gas desde el depósito a la parte delantera del motor y se conecta a la electroválvula de corte.

CONMUTADOR. Mando de control que se instala próximo al salpicadero mediante el cual se selecciona el modo en el que se quiere circular (gas o gasolina). También indica el nivel de gas que nos queda en el depósito.

INYECTORES. Son los encargados de inyectar el gas en el colector de admisión para, seguidamente, entrar en la cámara de combustión (cilindros).

ELECTROVÁLVULA DE CORTE. Ensamblada en el reductor, corta el caudal de gas cuando el motor se para o cuando se selecciona otro combustible como sistema de alimentación.

CENTRALITA. Se encarga de controlar la dosificación del gas y el momento de inyectarlo en el motor, en base a los datos recibidos por el sensor de presión, temperatura del gas, revoluciones del motor y del tiempo de inyección en gasolina.

REDUCTOR-VAPORIZADOR. Baja y estabiliza la presión del gas a los parámetros necesarios para que el sistema funcione correctamente. En este proceso el GLP pasa de fase líquida a gaseosa, mientras que el reductor en GNC es mucho más férreo ya que maneja un intervalo de presiones mucho más altas.

CÓMO ES EL PAPELEO

Una vez realizada la adaptación hay que pasar por la ITV para incorporar a la ficha técnica la reforma. Después, solo queda acudir a Tráfico para que recatalogue el vehículo y así pueda expedir el distintivo ambiental correcto. Es aconsejable hacerse con una garantía mecánica adicional, ya que con la manipulación para gas la garantía de fábrica queda invalidada.

Fuente: autopista.es

 

Seat León de gas, cómo recorrer 1.192 kilómetros por 41,52 euros

La marca española Seat, que abandera el desarrollo de GNC dentro del Grupo VW, ha lanzado una gran ofensiva para demostrar que tener un coche de gas natural comprimido es perfectamente compatible con un uso normal, pero que además es muchísimo más barato que con un combustible convencional.

Para ello ha emprendido su particular vuelta a España con este tipo de tecnología y, después de ir de Madrid a Barcelona y de la Ciudad Condal a Valencia, en una primera etapa, ha embarcado a otro grupo de periodistas, en el que se encontraba La Tribuna de Automoción, a bordo de un León 5 puertas 1.5 de 130 CV de GNC, para cubrir la distancia que separa Madrid de Sevilla, ida y vuelta, pasando por Mérida.

En total, el pelotón conformado por cuatro vehículos (dos León, uno de ellos la versión familiar; un Arona y un Ibiza) ha recorrido 1.192 kilómetros, y en el caso del modelo empleado por este periódico, ha sido necesario hacer un desembolso de 41,52 euros, o lo que es lo mismo, un consumo de 3,48 euros cada 100 kilómetros.

Para hacer un gasto parecido, teniendo en cuenta que el gasóleo está a 1,201 y la gasolina a 1,308, según el Boletín Petrolero de la UE, habría que haber empleado solo 2,85 litros de diésel a los 100 kilómetros y 2,66 con bencina.

Estos datos están lejos de los que homologa Seat con estos dos combustibles, incluso con versiones menos potentes que alcanzan los 4,2 l/100 km (TDI 1.6, 115 CV) y los 4,8 (TSI 1.0 115 CV), según el protocolo actual WLTP.

La diferencia de precios entre gasineras se suaviza

En total, la unidad empleada por este periódico ha necesitado un total de 45,75 kilos de gas (cada depósito tiene espacio para 17,3 kilos) para cubrir un recorrido que ha incluido el paso también por Toledo, de lo que se desprende que el precio medio del combustible que se ha necesitado ha sido de 0,908 euros por kilo. Durante todo el recorrido se repostó cinco veces, siendo el precio más alto el que marcan las gasineras de Naturgy (0,926 euros) y el más barato el de Ham de Mérida, donde el kilo se cotizaba a 0,83 euros.

La diferencia de precios del GNC que se han observado en esta ocasión entre diferentes estaciones de servicio son mucho más suaves que las que se pusieron de manifiesto en junio de 2018 por esta publicación, cuando detectó variaciones de hasta el 36%. No obstante, sí que, en parte se ha reducido la diferencia, por un incremento del precio en las de menor coste.

La siguiente etapa que recorrerá Seat será en septiembre cuando cubra la distancia que separa Madrid de Bilbao para luego alcanzar Barcelona, mientras que más adelante desde el fabricante del Grupo VW pretenden realizar un recorrido por el norte, en lo que sería el cuarto periplo.

Por el momento, Seat ha vendido 2.110 coches de GNC en lo que va de año, frente a los 2.311 de 2018. Sin embargo, hay que recordar que hasta abril no hubo unidades de gas disponibles, por lo que realmente esta cifra se ha conseguido en tan solo tres meses.

Fuente: latribunadeautomocion.es

 

Las ventas de vehículos de GNC crecieron un 26% hasta junio de 2019

El parque de vehículos de gas natural sigue creciendo. El pasado mes de junio de 2019 las ventas de vehículos propulsados por GNC (Gas Natural Comprimido) o GNL (Gas Natural Licuado) han contabilizado ni más ni menos que 17.932 unidades, lo que supone un crecimiento del 26% en lo que llevamos de año. El aumento de las matriculaciones se registra especialmente en el sector del transporte de mercancías y pasajeros con una subida del 62% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.

En lo que llevamos de 2019 se han contabilizado 3.716 vehículos a gas natural, de los cuales 2.406 son turismos, 755 furgonetas, 335 camiones y 220 autobuses. Cada vez son más los particulares que ven en el gas natural vehicular una solución asequible y válida de movilidad sostenible a la hora de comprar un coche nuevo. Y es que además se benefician del distintivo ECO de la DGT (Dirección General de Tráfico).

El crecimiento de las ventas está ligado al de la infraestructura, un factor clave para la popularización del gas natural vehicular y que, en definitiva, pueda rivalizar de manera directa con el GLP de automoción (Autogas), el principal combustible alternativo que hay disponible a día de hoy en el mercado español. Durante el primer semestre de este año se han abierto siete nuevas estaciones de repostaje de gas natural.

Las previsiones que barajan en GASNAM es que de cara al año 2021 en España haya más de 200 «gasineras». Es decir, puntos de repostaje de gas natural. Disponer de una red que cubra todo el territorio nacional es clave para conseguir la masificación de este combustible alternativo, especialmente entre los conductores particulares, puesto que en el mundo profesional ya está muy extendido.

Por otra parte, y a modo de curiosidad, cabe señalar también que grandes fabricantes de automóviles como el Grupo Volkswagen vienen apostando desde hace tiempo por el GNC como opción asequible de movilidad sostenible. Marcas como Fiat, SEAT, Skoda o la propia Volkswagen cuentan en sus gamas con más de un modelo preparado para funcionar con dicho combustible.

Fuente: motor.es

 

500 Km. por 15 euros: así ahorran los coches de GNC

Cada vez más conductores se interesan por estos vehículos, entregados a la ecomovilidad. En un país como España, tradicionalmente entregado al binomio gasolina-diésel, la llegada de nuevas tecnologías despierta una lógica curiosidad. “¿Cuánto ahorran los vehículos de GNC?”, “¿Son seguros?”, “¿Podré circular con uno de ellos en episodios de alta contaminación?” son algunos ejemplos de las dudas que surgen entre quienes barajan cambiar su coche.

Seat cuenta con una gama compuesta por cuatro modelos de GNC: Ibiza TGI, Arona TGI y León TGI. Son los TGI de Seat y llegan dispuestos a ofrecer todas las respuestas que se les pidan.

¿Qué es un coche a GNC y cómo funciona?

“Un vehículo GNC es un vehículo exactamente igual que un vehículo con un motor convencional. La única diferencia es que funciona con gas natural”. Así resume Ramón Calderón, director de Movilidad Sostenible y Relaciones Institucionales de Seat, cómo son los coches de moda.

Estos vehículos bifuel equipan un motor que utiliza dos combustibles: GNC y gasolina. El motor funciona siempre con gas natural, excepto cuando se termina en sus tres depósitos. Entonces, el propio vehículo cambia automáticamente a gasolina. Así, los TGI de Seat ofrecen las mismas sensaciones y prestaciones de la conducción de un motor convencional, junto a las ventajas medioambientales y económicas de conducir con gas natural.

¿Cuánto me puede ahorrar un coche a GNC?

Ramón Calderón destaca que “en materia de ahorro, el gas natural es imbatible en euros por kilómetro”. Según el experto, en términos generales, un vehículo que funciona con gas “gasta un 50% menos frente a la gasolina, un 30% menos respecto al diésel, un 10% menos respecto al GLP y, si hablamos de un híbrido no enchufable, la reducción de costes se sitúa en torno al 25%”.

¿Cuál es su autonomía? ¿Me quedaré sin combustible?

“En 2018 conduje un coche GNC. Hice 18.200 km y solo tuve que recorrer 200 km con gasolina. El resto, lo hice en modo gas”. Así resume Ramón Calderón su experiencia al volante de un TGI. “La autonomía de estos vehículos puede oscilar entre los 400 y los 500 km, dependiendo del modelo. Si a eso le sumamos 150 km más de depósito adicional de gasolina, nos da autonomías en torno a los 550 -650 km. Esto quiere decir que es prácticamente imposible quedarse sin combustible”, añade.

A la hora de repostar gas, ¿cómo se hace?

Recargar los depósitos de gas de los coches de GNC es sencillísimo. Su repostaje es exactamente igual al de un vehículo tradicional. “Llegas con tu tarjeta, la pones en la máquina, eliges el surtidor, coges el boquerel, lo colocas en la boca de carga, le das al botón start y el coche se carga en tres minutos. 15 euros, 500 km. Perfecto”, resume Ramón Calderón.

¿Hay una red de gasolineras suficiente para moverse por ciudad y hacer un viaje, por ejemplo, ¿de fin de semana?

“La red de estaciones en España es suficiente para desplazarse con vehículos de GNC, puesto que las rutas principales están cubiertas”, asegura Ramón Calderón. Además, las ciudades más pobladas, como Madrid, Barcelona, Valencia y Zaragoza, tienen una red con una capilaridad más que suficiente. “En total, 21 de las 52 capitales de provincias cuentan ya con estaciones”.

“La movilidad a gas ya es un hecho. Esta red de estaciones, con hasta 65 puntos, está colocada de forma estratégica para podernos mover entre ciudades importantes”, indica el experto.

¿Qué ventajas tienen los coches a GNC en cuanto a la movilidad en zonas de acceso restringido como Madrid Central o episodios de alta contaminación frente a híbridos o eléctricos?

Un TGI de Seat reduce en torno al 25% sus emisiones de CO2 respecto a su homólogo de gasolina y el 75% de NOX respecto al diésel. Además, sus emisiones de partículas y de SO2 son prácticamente nulas. Por estas características, cuenta con la etiqueta ECO de la DGT.

Según apunta Ramón Calderón, “los vehículos TGI reducen drásticamente las emisiones locales. Esto quiere decir que tienen ventajas en los impuestos de circulación y de matriculación, ayudas en según qué planes a la compra, reducciones en el pago por el aparcamiento en zona azul y van a poder acceder en ciudades con restricciones de acceso en episodios de alta contaminación sin ningún tipo de limitación”. En el caso de Madrid Central, estos coches pueden acceder siempre y estacionar en su zona SER hasta un escenario 4 de un máximo de 5.

¿Son seguros los coches a GNC?

“Un vehículo impulsado por gas natural tiene las mismas condiciones de seguridad y de calidad que un vehículo convencional. Podemos decir que los vehículos con gas natural funcionan con el mismo gas que usamos para cocinar en casa, por lo que son absolutamente seguros”, explica el director de de Movilidad Sostenible y Relaciones Institucionales de Seat.

“Además, el gas natural es mucho más volátil que cualquier otro combustible. Esto quiere decir que, en un hipotético caso de fuga, se evaporaría, desaparecería. En cambio, en un vehículo de gasolina o diésel, una fuga provocaría un charco debajo del vehículo”, añade el experto, quien puntualiza que la inflamación del gas se desencadena “al doble de temperatura. Por eso es mucho más difícil que se produzca un accidente”.

En cualquier caso, los Seat TGI cumplen con todos los criterios de seguridad y calidad que se le exigen a cualquier otro vehículo. Es más, estos vehículos se fabrican y producen en las mismas líneas de montaje que los vehículos impulsados por gasolina o diésel. Así, son sometidos a los mismos sistemas de homologación, incluidas pruebas de choque o de estanqueidad. De hecho, los TGI de Seat salen con un depósito completo repostado para garantizar la estanqueidad. Es decir: los primeros 500 km son gratis para el comprador.

¿Las sensaciones al volante cambian?

La sensación y percepción al volante en un coche a GNC es exactamente la misma que la de un vehículo de gasolina. “Es más, en ocasiones tienes la percepción de que es mucho más silencioso respecto al diésel”, subraya Ramón Calderón. “Solo puedes notar en el display que el vehículo cambia a gasolina cuando agota el gas”.

Con toda la variedad que existe en el mercado, ¿por qué debería elegir un GNC?

En opinión del experto, los vehículos de GNC, TGI en el caso de Seat, son la única alternativa que permite combinar las ventajas medioambientales de conducción a un coste asequible de adquisición y, además, ahorrar dinero en su conducción. “Creo que no hay alternativa que permita compaginar estas tres características al mismo tiempo”, concluye.

Fuente: canarias7.es