Los coches a gas inician el relevo de los diésel
Son más limpios y ecológicos que los diésel y tienen precios de compra más asequibles. Y como el gas es también más barato que la gasolina o el gasóleo, ofrecen costes de uso más económicos. Los modelos híbridos bicombustible que combinan gasolina y gas (GNC o gas natural comprimido y GLP o gas licuado de petróleo) se han convertido en una solución competitiva para reducir el gasto en combustible y se postulan como alternativa para absorber las ventas que pierden los diésel.
Los turismos que utilizan GNC pagan solo 90 céntimos de euro por kilo de combustible, y con los consumos oficiales de un modelo medio como el Seat León TGi, tienen un coste de 3,2 euros cada 100 kilómetros, frente a 4,5 euros de un diésel o más de seis en un gasolina equivalente. Así que con un kilometraje tipo de 15.000 anuales, los ahorros son de casi 200 euros sobre los primeros y 400 sobre los últimos.
Las ventajas medioambientales de los GNC mejoran también su competitividad. Al emitir hasta un 85% menos de óxidos de nitrógeno (NOx) y un 20% menos de dióxido de carbono que sus equivalentes de gasóleo, reciben la etiqueta ECO de la DGT, que permite acceder al centro de las ciudades en alertas por alta contaminación. Y se traduce también en una menor carga impositiva: no pagan impuesto de matriculación y tienen reducciones de hasta el 50% en el aparcamiento regulado y de hasta el 75% en el impuesto de circulación de Madrid y otras ciudades.
Las ventajas de los híbridos de gasolina y gas natural han empezado a trasladarse a las ventas. En 2017 se matricularon 1.230 turismos nuevos de GNC y otros 3.688 de GLP. La suma total apenas roza las 5.000 unidades, poco más del 0,4% del mercado total, pero supone crecimientos anuales disparados del 352% y 279%, respectivamente. Además, hay que sumar las adaptaciones de vehículos usados para utilizar estos combustibles, minoritarias en GNC, pero significativas en GLP, otras 4.000 unidades solo en 2017.
En cambio, en GNC y su alternativa para el transporte pesado de largo recorrido, el GNL (gas natural líquido), las matriculaciones de autobuses, camiones y furgonetas, son la otra pata de su despliegue en España. Y el aumento de las ventas ha sido clave para llevar las matriculaciones hasta 2.332 unidades en 2017, lo que eleva el parque total en España de GNC/GNL a 8.471 vehículos. El resultado es un aumento del 67% en el consumo de estos combustibles hasta 2.018 gigavatios hora al año (1.305 en 2016).
Asignatura pendiente
La asignatura pendiente del GNC es la red de repostaje: 50 puntos a finales de 2017 y una previsión de 100 en dos años. Pero son suficientes para recorrer la geografía española, según Manuel Lage, secretario general de la patronal Gasnam. “Los vehículos grandes, con 1.500 km de autonomía dependen menos de la infraestructura y los turismos pueden utilizar la gasolina de su segundo depósito cuando agotan el gas”, afirma.
Entre los fabricantes de automóviles, el mayor interés por los modelos de GNC viene del Grupo Volkswagen y en particular de Seat, encargada de liderar su popularización en España dentro del consorcio alemán: “Los híbridos de GNC y gasolina son la compra más racional de la gama Seat y queremos ser líderes en esta tecnología, con un mínimo del 10% de ventas en los modelos en que esté disponible”, asegura Mikel Palomera, director de Seat España. La marca española matriculó 1.041 unidades de GNC, un 321% más que en 2016, que se repartieron entre 953 del León GNC, 51 del Mii GNC y 38 del Ibiza GNC. Pero aunque las versiones de gas apenas suponen el 3% de las ventas totales del León, en el último trimestre llegaron a superar el 10% entre los clientes particulares, un ascenso muy rápido para lo habitual en el sector. Además, Skoda matriculó 168 Octavia de GNC y Audi 15 de los A3, A4 y A5 G-tron.
Fuente: elpais.com