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Futuro del diésel: Todo sobre emisiones, impuestos, restricciones, tecnología…

Según estimaciones de la UE, en Europa mueren cada año, y de forma prematura, unas 400.000 personas a causa de la contaminación, algo que, además, genera unas pérdidas -por gastos sanitarios, entre otros- de unos 20.000 millones de euros. Además, más de 130 urbes europeas sufren problemas por la calidad del aire.

Por esos motivos, la preocupación por la contaminación atmosférica ha ido aumentando en la UE en la última década. Más aún en los últimos años, cuando Bruselas ha dado varios toques de atención a todos sus estados miembros para que adopten medidas para mejorar la calidad del aire. La última vez fue el pasado 29 de enero, cuando la UE amenazó a la República Checa, Alemania, Francia, Italia, Hungría, Rumanía, Eslovaquia, Reino Unido y España con denunciarles al Tribunal Europeo si no tomaban medidas más severas para cumplir con los criterios de contaminación atmosférica. Este es el contexto en el que debemos entender, por un alado, las sucesivas normativas de emisiones contaminantes, cada vez más restrictivas, y, por otro, las restricciones de circulación, cada vez más frecuentes en las grandes ciudades, sobre todo, en Europa y que se están implantando ya en España.

La contaminación atmosférica y el automóvil

El tráfico rodado y las calefacciones de los hogares son los dos focos principales de contaminación en nuestras ciudades. Los cinco contaminantes más perjudiciales que hay en el aire que respiramos son las partículas, el óxido de nnitrógeno, el dióxido de azufre, el ozono y los compuestos orgánicos volátiles.

Para intentar controlar las emisiones de elementos contaminantes por parte de los vehículos que se comercializan en el territorio de la Unión Europea, este organismo supranacional viene estableciendo desde 1988 –Euro 0, Euro 1, Euro 2…– diferentes normas legislativas.

Todos los automóviles no son iguales y no contaminan lo mismo. En el mercado actual podemos encontrar motores diésel, gasolina, de gas (GNC y GLP) y eléctricos; y cada uno presenta un valor de emisiones en lo que respecta a CO2, óxidos de nitrógeno y partículas.

Así que conviene huir de falsas o incompletas afirmaciones que tienden a generalizar que, por jemplo, los diésel contaminan más que los coches de gasolina. De hecho las normativas antipolución que han ido endureciendo sus límites de emisiones, han puesto en jaque, sobre todo, a los vehículos diésel. Las marcas, por su parte, han contraatacado con tecnologías que hacen que los diésel sean mucho menos contaminantes de lo que nos hacen creer.

Los impuestos al diésel: carburantes y automóviles

En los últimos meses el precio medio de los diferentes combustibles, entre ellos el gasóleo de automoción, ha comenzado a crecer de manera paralela al incremento del precio del crudo. Al mismo tiempo, tras la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado se ha confirmado que los carburantes serán más caros en nueve comunidades autónomas.

A esta subida propuesta por el Gobierno, hay que añadir la fuerte presión ejercida desde la Unión Europea que, en busca de su pretendida armonización fiscal sobre los carburantes, lleva tiempo instando a los sucesivos gobiernos de España a elevar la carga impositiva de los combustibles, ya que en la actualidad, cuenta con uno de los gravámenes más bajos de la UE.

Pero la presión fiscal no solo se endurece para los carburantes. La entrada en vigor del nuevo protocolo de homologación de emisiones, denominado WLTP –un formato que contempla condiciones de conducción más ajustadas a la realidad–, traerá consigo un más que previsible aumento de los valores homologados de emisiones para la mayoría de modelos equipados con mecánicas diésel. Esta circunstancia hará que un elevado porcentaje de modelos cambien de tramo y aumenten su tipo impositivo en el impuesto de matriculación: de estar exentos pueden pasar al 4,5 %; del 4,5 % al 9,75 o del 9,75 podrían pasar al 14, 75 %, lo cual incrementará, como es lógico, el precio de venta de estos coches.

Restricciones de acceso para los coches diésel en determinadas ciudades

La sensibilización, cada vez mayor, de las administraciones en materia medioambiental ha traído consigo una serie de políticas locales destinadas mejorar la calidad del aire que se respira en las ciudades; lo cual lleva implícito en casi todos los casos una restricción a la movilidad del tráfico rodado que afecta, prioncipalmente a los vehículos diésel.

La inmensa mayoría de las grandes ciudades europeas están optando por instaurar zonas de bajas emisiones (LEZ, por sus siglas en inglés: Low Emission Zone) en las que restringen el acceso a los vehículos más contaminantes. Según datos de la Unión Europea, más de 220 ciudades europeas ya cuentan con estas zonas.

En 2016, Madrid y Barcelona fueron las primeras ciudades en aplicar medidas concretas de restricciones al tráfico en España, en episodios de alta contaminación –recientemente, Valladolid, también lo ha hecho–. En el caso de Madrid, se ha decidido ir más allá y el consistorio ha anunciado la entrada en vigor el próximo noviembre de su zona de acceso restringido “Madrid Central”. Una medida que, en el futuro, se podrá ver secundada por iniciativas similares en otras grandes ciudades del nuestro país.

¿Tiene futuro el diésel?

Si ya existe suficiente incertidumbre sobre el futuro de los coches diésel entre la opinión pública, las recientes declaraciones de la Ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, en las que afirmaba que “el diésel tiene los días contados”, no contribuyen a aclarar el panorama. En sentido contrario, se manifestó el comisario de Acción por el Clima y Energía de la Unión Europea, Miguel Arias Cañete, quien pidió más prudencia a la hora de hablar del impacto ambiental de los vehículos diésel.

Ante esta realidad de mensajes contradictorios por parte de las administraciones, los fabricantes tampoco parecen tener un mensaje unitario al respecto y, así, encontramos marcas que han hecho una apuesta tecnológica fuerte para conseguir que sus vehículos diésel se adpaten a las normativas anticontaminación y otras que han decidido eliminar los motores diésel de su catálogo, como ya han anunciado Porsche o Volvo.

En medio de este juego de mensajes cruzados, estrategias políticas y decisiones empresariales en diferentes direcciones, es lógico que los usuarios se encuentren confundidos y alberguen serias dudas sobre qué tipo de coche comprar si se encuentran en esa tesitura, o qué hacer si acaban de adquirir un coche equipado con motor alimentado por gasóleo. Incluso, en el caso más extremo, se les ha podido pasar por la cabeza quitarse lo que, para ellos, puede constituir un problema y vender su automóvil diésel en las mejores condiciones posibles, ante la hipotética amenaza de que el diésel –tanto el combustible como los automóviles– pudiera llegar a desaparecer.

Conclusiones sobre el futuro de los diésel

  • Las restricciones de circulación en las ciudades cada vez serán más frecuentes… y estrictas. Estas restricciones son una parte esencial para mejorar la calidad del aire, especialmente en las grandes urbes, y cuentan con el beneplácito de la UE. Y si bien habitualmente son más severas con los vehículos diésel -valga como ejemplo el distintivo azul ya presente en algunas ciudades de Alemania, que sólo se otorga a los diésel que cumplan la norma anticontaminación Euro 5-; no se libran de ella los vehículos gasolina. ¿Un buen ejemplo? Barcelona y otros 39 municipios prohibirán, a partir de 2019, la circulación por su territorio de los vehículos gasolina y diésel que no cumplan la Euro 1.
  • El coste del gasóleo subirá próximamente en España: la cuestión es saber cuánto y cuándo. A la propuesta de Hacienda para elevar, en 2019, el tipo general del Impuesto de Hidrocarburos -lo cual incrementaría, según CC.AA. hasta en 4,8 cént./l el coste de los carburantes-, hay que sumar las presiones de la UE para que nuestro país eleve la carga impositiva al gasóleo; una de las más bajas de Europa.
  • Un diésel Euro 6 es casi tan limpio como un gasolina moderno; y dentro de muy poco contaminará tan poco como estos últimos. Es un hecho que la combustión que se produce en el interior de un motor diésel genera más contaminantes que aquella que se realiza en uno de gasolina. Sin embargo, al hablar de emisiones contaminantes, y siempre que hablamos de vehículos actuales, las emisiones de ambos tipos de automóviles casi se equiparan.

    La concentración de los óxidos de nitrógeno o NOx es un problema de salud en las grandes ciudades. Pero los ´temidos´ NOx no son el único contaminante que existe; también sufrimos la presencia de partículas PM en el aire, procedentes fundamentalmente de las calefacciones; de dióxido de azufre o SO2, que generan, sobre todo, la combustión de carbón en centrales térmicas o en las calefacciones más antiguas.

  • ¿Interesa adquirir un diésel? Sí, pero siempre y cuando evites los trayectos cortos y urbanos, realices un número elevado de kilómetros -por el probable aumento del precio del gasóleo y el de los propios vehículos diésel- o cuando, recorriendo un kilometraje medio -léase a partir de 15.000 km al año-, vayas a adquirir un vehículo grande y relativamente pesado, como un SUV o un monovolumen.

Fuente: autofacil.es

 

El impuestazo al diésel llegará antes de fin de año, con la Ley de Transición Energética

El Gobierno elevará de forma significativa la carga fiscal sobre el gasóleo de automoción pero la medida no será adoptada en el corto plazo ni tampoco de forma aislada. El impuestazo al diésel llegará como parte de un paquete fiscal relacionado con la transición energética, cuya Ley pretende sacar adelante Moncloa a finales del presente ejercicio, que afectará a las fuentes de energía contaminantes.

Durante la pasada semana, diversas informaciones publicadas en prensa daban cuenta de la intención del Gobierno de aplicar una notable subida de los impuestos que soporta el combustible diésel que le llevara a equipararse en precio con la gasolina. No obstante, en el sector de hidrocarburos nadie espera movimientos en este sentido durante los próximos meses aunque, eso sí, lo dan prácticamente por descontado.

“Queda por ver si afectará a todos por igual o habrá alguna medida especial para colectivos como transportistas, agricultores o autónomos. Pero todo apunta a que se aplicará una subida”, señala una fuente del sector que, además, apunta que las alzas repercutirán directamente en el consumidor. “Las empresas no tienen otra alternativa: aplicar el impuesto al precio y que la medida repercuta directamente en el coste de llenar el depósito”.

No obstante, el Gobierno no hará coincidir la revisión al alza de estos impuestos con un periodo como el veraniego, en el que los desplazamientos por carretera se multiplican como consecuencia de las vacaciones. Con vistas a éstas, las variaciones de precios a la hora de llenar el depósito vendrán marcadas únicamente por el comportamiento de los mercados de materias primas.

Anuncio conjunto

Las mismas fuentes apuntan a que el combustible diésel no será ni mucho menos el único afectado por la medida. “Pero el Gobierno no las va a anunciar oficialmente de forma escalonada. Todas llegarán al mismo tiempo, ligadas a la legislación sobre transición energética. Las fuentes más contaminantes serán severamente penalizadas desde el punto de vista fiscal”.

La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, aseguró en una de sus últimas comparecencias públicas que los planes del Gobierno pasan por que la Ley que regulará el nuevo escenario energético para su adaptación al cambio climático esté lista antes de que finalice el presente ejercicio. Todo apunta a que, entonces, se conocerá de forma oficial la citada batería de medidas fiscales.

No obstante, el impuestazo al diésel ha sido la primera en desfilar ante la opinión pública, aunque no de manera oficial, como una forma de que los consumidores asuman con tiempo la medida y que su efecto negativo quede diluido cuando llegue el momento de aplicarla realmente. También ha sido una forma de comprobar la reacción de los colectivos especialmente afectados que, además, ha sido considerablemente más moderada de lo que el Gobierno esperaba.

La previsión de la Comisión de Expertos

“En cualquier caso, esperamos una decisión unilateral, será difícil que se tenga en cuenta la opinión de los operadores”, apuntan fuentes del sector de hidrocarburos. Bien es cierto que, además, el Ejecutivo acaba de aterrizar y numerosos altos cargos han sido recién nombrados en los últimos días, por lo que no ha habido tiempo material para establecer contactos.

La subida de los impuestos a los carburantes también se recogía como una de las posibles medidas en el informe de la Comisión de Expertos para la Transición Energética, encargado por el anterior Gobierno con el fin de dar contenido a la llamada Ley de Cambio Climático.

No obstante, los responsables del entonces denominado Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital se refirieron a este punto como una medida compleja, que habría que tomar a medio y largo plazo y que requeriría de un amplio consenso político y acuerdos con las distintas administraciones autonómicas.

Fuente: vozpopuli.com

 

El precio de la gasolina no para de subir y ya alcanza máximos de hace tres años

El llenar el depósito de gasolina del coche es un quebradero de cabeza. El ir a la gasolinera se está convirtiendo en algo cada vez más caro y las perspectivas no son nada halagüeñas. Los expertos no prevén que el precio del petróleo caiga a corto plazo sino todo lo contrario, lo que se trasladará (y rápidamente) al precio de los combustibles. La subida, por tanto, será un elemento clave en la agenda de la nueva ministra de Energía y Medio Ambiente, Teresa Ribera.

El litro de gasóleo ha alcanzado los 1,242 euros por litro, un 0,16% más que la última semana, y no solo marca máximos anuales sino que alcanza niveles no vistos desde diciembre de 2014, según el Boletín Petroleo de la Unión Europea. Si no tienes un coche diésel sino gasolina la situación es aún peor ya que el litro ha alcanzado los 1,337 euros, máximos desde junio de 2014, tras subir un 0,15% en la última semana.

El precio medio del litro de ambos combustibles ha escalado a máximos en el año tras no dar tregua al conductor y encadenar once semanas consecutivas de subida. Por tanto, acumula un encarecimiento del 10% desde finales de marzo. Este fuerte avance se produce al calor del rally que ha experimentado el petróleo tras la decisión de Estados Unidos de retirarse del acuerdo nuclear con Irán y los problemas de producción o tensiones geopolíticas que se viven en países como Arabia Saudita, Venezuela, Libia o Nigeria.

De hecho, grandes bancos de inversión apuntan a que el rally del precio del crudo todavía tendría recorrido (a pesar de cotizar en máximos de 2014) y no estaría agotado. Goldman Sachs, por ejemplo, alertaba que el precio del Brent se iría a 82,5 dólares si otros países no ‘abrían’ el grifo. Por tanto, el mercado estará pendiente de la reunión que celebrará la OPEP a finales de este mes.

Con todo este escenario, el conductor que vaya hoy a llenar un depósito de 55 litros de gasolina, debería desembolsar 73,5 euros, lo que supone 5,6 euros más que en el arranque de año. Por su parte, el que tenga un coche diésel pagará 68,3 euros, notando en su bolsillo la misma subida que si echara otro combustible.

Por tanto, la ‘lupa’ de Álvaro Nadal, ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, no está surtiendo efecto. El ministro indicaba hace algunas semanas que el Gobierno estaba “vigilante” para que la subida del crudo no suponga un aumento de los márgenes de los operadores.

Más barata que en la Unión Europea

Este escenario es aún más desfavorable para el bolsillo de otros conductores europeos. De hecho, el precio de venta del litro de gasolina se sitúa en los 1,475 euros en el caso de la Unión Europea y en 1,517 euros para la eurozona mientras que el de diésel alcanza los 1,373 euros en ambas regiones.

Los combustibles más baratos en España frente a nuestros vecinos europeos obedece a que, pese a la subida de impuestos, nuestro país cuenta con una menor presión fiscal que la media comunitaria. De hecho, es frecuente ver a conductores portugueses y francesas que viven en regiones limítrofes con España o a pocos kilómetros como llenan su depósito en gasolineras de nuestro país.

Fuente: lainformacion.com

 

Otro que dice adiós: Toyota no seguirá con el diésel

La batalla por bajar las emisiones de los coches nuevos es algo que no ha hecho nada más que empezar. A marcas como Porsche y Fiat, por ejemplo, se les ha unido todo un gigante mundial como es Toyota, que ya ha anunciado que abandona el diésel. Al menos en Europa, según ha reconocido Johan van Zyl, el CEO de la marca para nuestro continente.

Y es que el futuro se presenta negro. O mejor dicho, verde. Al menos, eso es lo que intenta la Unión Europea, que ya ha establecido que en 2021 el nivel medio de las emisiones de las marcas tiene que caer en picado: si hasta ahora el límite está en los 118 gramos de CO2 por kilómetro, en un par de años tendrá que ser de 95, una cifra que hoy por hoy queda bastante lejana.

Esta rebaja en las emisiones está llevando a los fabricantes a apostar forzosamente por las energías alternativas. Por ejemplo, el el Grupo Volkswagen están empujando el gas natural a través de modelos como el Seat Ibiza TGI (prueba). Otros fabricantes como Opel o Fiat apuestan por el GLP… mientras que la mayoría está mirando a la electricidad, ya sea con híbridos enchufables (hasta el Bentley Bentayga Hybrid), convencionales e incluso de hidrógeno como el Hyundai Nexo.

En este sentido, por seguir en la marca coreana, acaban de anunciar el nuevo Hyundai Kona Híbrido, un SUV urbano con un sistema eléctrico creíble con una buena autonomía… y dos versiones de potencia y autonomía. Jaguar lanzó el I-Pace completamente eléctrico, un SUV de lujo por algo más de 70.000 euros que puede rivalizar con gigantes como el Tesla Model X con un tamaño más compacto, un nivel de prestaciones similar y un interior mejor aprovechado.

Un híbrido, dos potencias

En Toyota el anuncio de que abandona el diésel se hace a la vez que se presenta todo un superventas como el nuevo Toyota Auris Hybrid, uno de los coches híbridos más vendidos del mercado que no solo recibe nueva imagen, sino que mantiene la ausencia de propulsores de gasóleo y, además, redobla la apuesta híbrida: ahora contará con un motor eléctrico asociado a dos propulsores de gasolina: un 1.8 de 122 CV y 2.0 de 180.

El caso de la marca japonesa es paradigmático. La marca de lujo del grupo, Lexus, hace años que no vende ni un solo modelo de gasoil, y en su rama generalista el 40 por ciento de sus ventas llevan el sello HSD (Hybrid Sinergy Drive).

Según van Zyl, el mercado de diésel para Toyota en Europa es inferior al 10 por ciento, y modelos como el Toyota C-HR tienen en los híbridos un 80% de las ventas (en España, por ejemplo, solo se vende en esta configuración).

Este soplo de aire fresco (perdón por el chiste) se difumina un poco en el modelo más grande de la marca: el nuevo Toyota Land Cruiser (prueba) mantendrá el propulsor diésel, al igual que lo harán el industrial Proace y el pick-up Hilux. En estos tres casos, el usuario necesita una mayor fuerza a bajas vueltas, algo por lo que los propulsores diésel se caracterizan.

Fuente: topgear.es

 

Mercamadrid sustituye su flota de vehículos diésel por otros ecológicos

La empresa mixta Mercamadrid S.A., que gestiona el mercado de alimentación del mismo nombre, ha sustituido su flota de vehículos diésel de la Unidad Alimentaria por otros ecológicos fruto de su “compromiso” con el medio ambiente.

Fuentes de la empresa, que cuenta con el Ayuntamiento de Madrid como accionista mayoritario, han precisado a Efe de que en total son siete vehículos, dos de ellos eléctricos y cinco que emplean combustibles respetuosos con el medio ambiente, como el GLP AutoGas (Gas Licuado Petrolífero).

Las mismas fuentes han explicado que el proceso de licitación para sustituir la flota finalizó el pasado mes de diciembre y los nuevos vehículos empezaron a funcionar en enero, aunque no han informado del cambio hasta ahora a través de una nota de prensa.

Los vehículos de Mercamadrid S.A. suelen desplazarse por el interior del recinto, con una extensión de 2,2 millones de metros cuadrados y más de 800 empresas instaladas, para hacer gestiones relacionadas con la Unidad Alimentaria.

Desde Mercamadrid S.A. han destacado que el GLP AutoGas “emite menos partículas contaminantes a la atmósfera y permite un ahorro de entre un 40-45 % en combustible respecto a la gasolina”.

Para facilitar su empleo, una estación de servicio de la Unidad Alimentaria pone este combustible a disposición de todas las empresas instaladas en Mercamadrid que lo deseen.

Fuente: lavanguardia.com

 

Los coches a gas inician el relevo de los diésel

Son más limpios y ecológicos que los diésel y tienen precios de compra más asequibles. Y como el gas es también más barato que la gasolina o el gasóleo, ofrecen costes de uso más económicos. Los modelos híbridos bicombustible que combinan gasolina y gas (GNC o gas natural comprimido y GLP o gas licuado de petróleo) se han convertido en una solución competitiva para reducir el gasto en combustible y se postulan como alternativa para absorber las ventas que pierden los diésel.

Los turismos que utilizan GNC pagan solo 90 céntimos de euro por kilo de combustible, y con los consumos oficiales de un modelo medio como el Seat León TGi, tienen un coste de 3,2 euros cada 100 kilómetros, frente a 4,5 euros de un diésel o más de seis en un gasolina equivalente. Así que con un kilometraje tipo de 15.000 anuales, los ahorros son de casi 200 euros sobre los primeros y 400 sobre los últimos.

Las ventajas medioambientales de los GNC mejoran también su competitividad. Al emitir hasta un 85% menos de óxidos de nitrógeno (NOx) y un 20% menos de dióxido de carbono que sus equivalentes de gasóleo, reciben la etiqueta ECO de la DGT, que permite acceder al centro de las ciudades en alertas por alta contaminación. Y se traduce también en una menor carga impositiva: no pagan impuesto de matriculación y tienen reducciones de hasta el 50% en el aparcamiento regulado y de hasta el 75% en el impuesto de circulación de Madrid y otras ciudades.

Las ventajas de los híbridos de gasolina y gas natural han empezado a trasladarse a las ventas. En 2017 se matricularon 1.230 turismos nuevos de GNC y otros 3.688 de GLP. La suma total apenas roza las 5.000 unidades, poco más del 0,4% del mercado total, pero supone crecimientos anuales disparados del 352% y 279%, respectivamente. Además, hay que sumar las adaptaciones de vehículos usados para utilizar estos combustibles, minoritarias en GNC, pero significativas en GLP, otras 4.000 unidades solo en 2017.

En cambio, en GNC y su alternativa para el transporte pesado de largo recorrido, el GNL (gas natural líquido), las matriculaciones de autobuses, camiones y furgonetas, son la otra pata de su despliegue en España. Y el aumento de las ventas ha sido clave para llevar las matriculaciones hasta 2.332 unidades en 2017, lo que eleva el parque total en España de GNC/GNL a 8.471 vehículos. El resultado es un aumento del 67% en el consumo de estos combustibles hasta 2.018 gigavatios hora al año (1.305 en 2016).

Asignatura pendiente

La asignatura pendiente del GNC es la red de repostaje: 50 puntos a finales de 2017 y una previsión de 100 en dos años. Pero son suficientes para recorrer la geografía española, según Manuel Lage, secretario general de la patronal Gasnam. “Los vehículos grandes, con 1.500 km de autonomía dependen menos de la infraestructura y los turismos pueden utilizar la gasolina de su segundo depósito cuando agotan el gas”, afirma.

Entre los fabricantes de automóviles, el mayor interés por los modelos de GNC viene del Grupo Volkswagen y en particular de Seat, encargada de liderar su popularización en España dentro del consorcio alemán: “Los híbridos de GNC y gasolina son la compra más racional de la gama Seat y queremos ser líderes en esta tecnología, con un mínimo del 10% de ventas en los modelos en que esté disponible”, asegura Mikel Palomera, director de Seat España. La marca española matriculó 1.041 unidades de GNC, un 321% más que en 2016, que se repartieron entre 953 del León GNC, 51 del Mii GNC y 38 del Ibiza GNC. Pero aunque las versiones de gas apenas suponen el 3% de las ventas totales del León, en el último trimestre llegaron a superar el 10% entre los clientes particulares, un ascenso muy rápido para lo habitual en el sector. Además, Skoda matriculó 168 Octavia de GNC y Audi 15 de los A3, A4 y A5 G-tron.

Fuente: elpais.com

 

La gasolina ya gana al diésel en Mazda España

Mazda vendió el año pasado 18.275 coches en España, un 20% más que en 2015. De ellos, el 54% estaban equipados con motor de gasolina. «Las versiones de gasolina van a continuar acelerando mientras que el declive del diésel se va a acentuar», afirma José María Terol, presidente y consejero delegado de la filial española.

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Madrid se compromete a prohibir la circulación a los coches diésel a partir de 2025

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Desde el pasado 30 de Noviembre y hasta el 2 de Diciembre, tuvo lugar la Cumbre de Alcaldes en Ciudad de México, en la que han participado los máximos responsables de los consistorios de las principales capitales del mundo. Uno de los acuerdos que ha salido de la «C40 Cities» es el compromiso firmado por cuatro de las capitales más importantes del mundo para prohibir la circulación a los vehículos con motores diésel a partir del año 2025.

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El precio de la gasolina se sitúa en máximos desde mediados de julio

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El precio medio del litro de gasolina ha repuntado esta semana un 0,25%, hasta los 1,159 euros, para tocar su máximo desde mediados del pasado mes de julio, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE) recogidos por Europa Press. También ha seguido esta tendencia alcista el gasóleo, cuyo precio medio ha remontado esta semana hasta los 1,032 euros el litro, un 0,38% más que hace siete días.

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¿Conviene comprar un coche diésel en estos momentos?

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No está claro si obedece al caso dieselgate –por el que Volkswagen falseó las emisiones de más 11 millones de vehículos– o a la mala imagen que ha generado; al efecto Carmena o Colau –alcaldesas que amenazan con prohibir la circulación de coches más contaminantes en Madrid y Barcelona, como ya ha ocurrido en París o Londres–, o a las restricciones europeas de emisiones. Lo cierto es que las ventas de coches de gasóleo en España están perdiendo fuelle frente a los de gasolina.

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