El escenario de movilidad está cambiando, eso es una realidad. La cuestión es si las ciudades españolas están preparadas para afrontar este cambio o están dilatando en exceso la adopción de medidas y la sensibilización y concienciación de sus habitantes en torno a los cambios que habrá que acometer próximamente. El más cercano, a poco más de cuatro meses vista, es la implantación de Zonas de Bajas Emisiones.
A partir del 1 de enero de 2023, los municipios de más de 50.000 habitantes tendrán que implantar, al menos, una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) dentro de su núcleo urbano. Así lo establece la Ley del Cambio Climático que se aprobó hace unos meses, que alude también a la obligatoriedad de adoptarlas los municipios de más de 20.000 habitantes que superen los valores límites de contaminación.
En este escenario, la etiqueta ECO jugará un papel fundamental, puesto que se convertirá en un pase de acceso, circulación y aparcamiento para muchos vehículos en aquellos casos en los que las restricciones sean más severas. Te contamos por qué.
Situación actual: ¿Cuántas ZBE hay en España?
Lo primero que debemos hacer para dimensionar adecuadamente el cambio que supondrá la entrada en vigor de esta normativa es analizar cuántas Zonas de Bajas Emisiones hay actualmente en España. Según el registro de Bip&Drive, solo hay 9 ciudades que cuentan con una ZBE:
- Madrid
- Barcelona
- Rivas-Vaciamadrid
- Hospitalet de Llobregat
- Esplugues de Llobregat
- Sant Adrià de Besòs
- Cornellá de Llobregat
- Sant Joan Despí
- Sant Cugat del Vallès
Sin embargo, según manifiesta la Ley de Cambio Climático, son 149 los municipios que, obligatoriamente, deberán contar con una ZBE a partir del próximo 1 de enero, pues superan los 50.000 habitantes.
Es decir, tan solo el 6% de las ciudades españolas que deberán contar con una ZBE a partir del próximo 1 de enero la tienen ya instalada.
En el siguiente mapa mostramos todos los municipios españoles de más de 50.000 habitantes que deberían implantar la ZBE en lo que queda de año, así como aquellos de dicha extensión que ya la tienen:
¿Qué implica la instauración de Zonas de Bajas Emisiones?
Teniendo en cuenta que el 94% de ciudades que tienen que implantar una ZBE aún no lo han hecho, es lógico que los habitantes se pregunten qué consecuencias tendrá esta acción. Lo cierto es que el texto generalizado que se puede leer en el documento legal afirma que será cada Administración pública con competencias para ello quien deberá definir qué restricciones aplica. Estas pueden ser de acceso, circulación o estacionamiento, si bien lo deja muy abierto para que sea cada entidad local la que decida cuánto delimitarlo.
Así, se plantean distintos posibles escenarios en función del grado de dureza que establezca cada ayuntamiento:
Restricción a vehículos sin etiqueta medioambiental
Una de las opciones más ‘light’ es implantar las restricciones de acceso, movilidad o aparcamiento únicamente a los vehículos que no dispongan de distintivo medioambiental de la DGT por su antigüedad. Esto es lo que está haciendo este año Madrid con los turismos dentro de la M-30, por ejemplo.
Limitación horaria para vehículos con etiqueta C o superior
Otra posibilidad que puede darse es que haya ayuntamientos que limiten el acceso, movilidad o aparcamiento a determinados núcleos urbanos estableciendo franjas horarias para vehículos que tengan una etiqueta C (la verde), ECO o CERO.
Permisión a vehículos con etiquetas ECO y CERO
El tercer escenario que puede tener lugar es que los municipios más restrictivos solo permitan el acceso, movilidad y aparcamiento a los vehículos que tengan distintivo medioambiental ECO o CERO, que son los que garantizan las emisiones más bajas.
Estos son solo algunos de los posibles escenarios que podrían contemplar los distintos ayuntamientos, pero habrá que esperar a que avancen los meses para comprobar qué restricciones impone cada entidad local.
Transforma tu coche para obtener la etiqueta ECO
Sea cual sea el conjunto de limitaciones que establezca cada ayuntamiento, los vehículos que tienen la etiqueta medioambiental ECO o CERO son los que más beneficios suelen obtener. No solo a la hora de acceder y circular libremente por los grandes núcleos urbanos, sino también bonificaciones económicas en el aparcamiento en zona SER, así como reducciones en el IVTM, entre otras.
Pero, ¿sabías que no es necesario comprar un coche nuevo para obtener la etiqueta ECO? Si tu vehículo cumple las condiciones necesarias, puedes convertirlo a GLP y así solicitar este distintivo medioambiental. La tecnología de propulsión por GLP es menos contaminante que la gasolina y el diésel; de hecho, es uno de los tipos de vehículos catalogados por la DGT con la etiqueta ECO.
Por lo tanto, si no quieres quedarte sin la posibilidad de entrar en estas grandes ciudades y quieres ahorrar hasta un 50% en combustible, al tiempo que disfrutas de otras bonificaciones, ¡transforma tu vehículo! Para ello, solo tendrás que contactar con un taller especializado en transformaciones GLP de confianza que te asesore sobre cuál es la mejor alternativa según las características individuales de tu coche.
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