Normativa EURO: ¿Qué es y por qué debes conocerla?
Tanto si eres conocedor del mundo de la automoción como si no estás muy familiarizado con su argot, es probable que te suene el concepto de “normativa EURO”. Recientemente se ha hablado más en profundidad sobre este tema por varias razones. Primero, por la nueva normativa que ha salido al respecto, y que trataremos a lo largo del artículo. Y, también, porque es uno de los factores que determinan la calificación ambiental de un vehículo y, por tanto, la etiqueta que le corresponde. En este post, te contamos qué es la normativa EURO y por qué es tan importante.
Las normas EURO constituyen un conjunto de reglamentos que sirven para controlar el nivel de emisiones contaminantes estandarizando unos determinados criterios a nivel de la Unión Europea. Están vigentes desde 1988, y el objetivo principal es regular el límite de partículas contaminantes que emiten los vehículos.
Asimismo, las normas EURO también establecen un límite de emisiones de CO2 según cada tipo de vehículo, y es una de las regulaciones que permiten definir otras limitaciones viales en los distintos países miembro de la Unión Europea.
Sin embargo, con el paso del tiempo se han ido actualizando los criterios a tener en cuenta, lo que ha dado lugar a varias normas EURO diferentes. A continuación, resumimos en qué consisten y cuáles son las previsiones de cara a la próxima década.
Evolución de la normativa EURO hasta la actualidad
Resulta lógico pensar que los estándares medioambientales que se impusieron en 1988 no son los mismos que los actuales, por lo que ha sido necesario ir actualizando las sucesivas normas EURO. Así, encontramos un total de 6 normas diferentes con algunos matices en función de si se trata de vehículos ligeros o pesados:
Normas EURO para vehículos ligeros
Entendemos como vehículos ligeros los turismos y vehículos comerciales ligeros, que no se emplean para el transporte de mercancía pesada. En este caso, hay que atender al Reglamento 510/2011/CE, así como a la Directiva 70/220/CE, que distingue entre las siguientes normas:
- EURO1: es la primera de todas, y se conocía como EC93. Se introdujo en 1992, y está basada en una normativa europea que se derogó en el año 203.
- EURO2: o EC96. Comenzó a implementarse en 1996. En este caso, tampoco se mantiene la vigencia.
- EURO3 y EURO4: la directiva que regulaba estas normas se mantuvo hasta 2015. En el caso de EURO3, comenzó en el año 2000, mientras que la norma EURO4 no llegó hasta 2005.
- EURO5 y EURO6: son las normas actualmente vigentes, recogidas en el Reglamento 715/2007/CE. La norma EURO5 se implementó en 2009, mientras que la norma EURO6 no llegó hasta 2014. Incluso en plena aplicación de la norma EURO6 se han incorporado recientes novedades, como la actualización que entró en vigor en 2021 para controlar el consumo efectivo de combustible en los vehículos, con especial hincapié en los diésel.
Cabe tener en cuenta que los valores máximos de emisión de CO2, NOX, monóxido de carbono y partículas varían en función de si el motor es diésel o gasolina.
Normas EURO para vehículos pesados
En el caso de los vehículos para transporte de mercancías, la normativa cambia ligeramente, aunque también encontramos 6 a lo largo de la historia:
- EURO I: se introdujo en 1992, y se derogó en el año 2000.
- EURO II: en 1996 se empezó a implementar la segunda norma EURO, que, al igual que la anterior, se aplicaba a camiones y autobuses urbanos, aunque para estos últimos, la aplicación no era obligatoria.
- EURO III: en el año 2000 entró en vigor esta actualización, en la que se restringieron considerablemente los límites voluntarios para los vehículos menos contaminantes.
- EURO IV: llegó en 2005, y estuvo vigente hasta 2013.
- EURO V: en 2008 se aprobó esta normativa, en la que se establecieron nuevos límites de emisión.
- EURO VI: se aplica desde 2013, año en el que dejaron de tener vigor las dos anteriores, y se mantiene hasta la actualidad.
Si nos fijamos en la evolución de las emisiones que se ha ido variando en cada norma, observamos que se ha producido una reducción muy considerable en todos los parámetros en los vehículos pesados:
- 98% menos de NOx
- 95% menos de hidrocarburos
- 89% menos de monóxido de carbono
- 97% menos de partículas
Norma EURO7: qué novedades trae consigo
Recientemente, hemos conocido la aprobación de la propuesta de la Unión Europea para la nueva actualización, lo que constituye la norma EURO7. Esta nueva norma entrará en vigor, previsiblemente, en 2025 para turismos ligeros, y en 2027 para camiones y autobuses. Entre las principales novedades destacan las siguientes:
- Los vehículos diésel tendrán el mismo límite de emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) que la que establece la norma EURO6 para los coches de gasolina. Es decir, se reduce de 80 mg/km a 60 mg/km.
- En el caso de los autobuses y camiones, habrá una nueva restricción en los óxidos de nitrógeno: pasan de 460 mg/kWh a 350 mg/kWh con el motor en frío y 90 mg/kWh con el motor caliente.
- Las emisiones de partículas solo cambian para los turismos pesados, cuyo límite será de 4,5 mg/kWh, lejos de los 10 mg/kWh actuales.
No obstante, habrá que esperar a que salga el texto definitivo para saber exactamente si se mantienen estos cambios propuestos o se introducen algunos nuevos.
¿Por qué es importante la normativa EURO?
La regulación estandarizada a nivel europeo es el principal indicador de referencia que toma la Dirección General de Tráfico para catalogar a los vehículos en la clasificación ambiental actual. Es decir, la clasificación de las etiquetas medioambientales se basa en criterios de emisiones contaminantes, y estos están regulados por la norma EURO.
Así, esta normativa puede actuar como un filtro para que un vehículo pueda acceder a un distintivo medioambiental u otro según su nivel de contaminación. Por ejemplo, los turismos diésel matriculados antes de 2015 nunca podrán optar a la etiqueta C, puesto que su nivel de emisiones no cumple con el que especifica dicha norma. Estos vehículos, a la larga, sufrirán más restricciones de circulación, acceso y aparcamiento en las Zonas de Bajas Emisiones.
Una de las alternativas para muchos vehículos que tienen cierta antigüedad es la conversión a GLP, una tecnología de movilidad más eficiente con la que se reduce considerablemente el porcentaje de emisiones. Esto, a su vez, puede hacer que un coche pase a tener la etiqueta ECO, con todas las ventajas que ello conlleva.
No obstante, hay limitaciones, ya que la etiqueta ECO solo la obtendrán aquellos vehículos de gasolina que se conviertan a GLP y que cumplan con la norma EURO4. Es decir, que estén matriculados a partir de 2006. En el caso de los coches diésel, deben cumplir con la norma EURO6.
En cualquier caso, nuestros talleres especializados de la red Gasmoción pueden asesorarte de forma personalizada sobre las posibilidades de conversión para tu vehículo atendiendo a su ficha técnica, puesto que cada turismo es diferente y no en todos se realiza la conversión de la misma forma.