Gran evolución de los combustibles alternativos el pasado año

A pesar de las diferentes dificultades que nos presentó el 2020 una de las cosas que quedaron claras fue la necesidad de una transición hacia combustibles menos contaminantes en la automoción. Vivimos en un mundo globalizado y eso supone millones de trayectos y de toneladas de emisiones a la atmósfera que, a corto o medio plazo, puede causar daños irreparables a nuestro planeta y nuestra salud a nivel individual.

Uno de los sectores que hay que abordar de forma inmediata es el del transporte y la automoción en general, ya que es uno de los principales focos emisores de este tipo de gases.

Ante esta situación están surgiendo algunos combustibles que consiguen disminuir, total o parcialmente, las emisiones de los vehículos. A pesar de que el primer combustible alternativo en el que pensamos es el vehículo eléctrico hay otras alternativas como el hidrógeno o el gas (Autogas/GLP o GNC), siendo este último en el que vamos a profundizar.

En cuanto a los vehículos más empresariales o institucionales encontramos un incremento en el parque de autobuses de GNC de un 17% y de un 27% en los camiones propulsados por Autogas/GLP, lo que supone un aumento importante en ambos casos y una tendencia a continuar en próximos años.

La cantidad total de vehículos registrados alimentados por GNC o Autogas/GLP ha sido de 30.000 unidades, teniendo que sumar a estos las adaptaciones realizadas, esto supone una gran apuesta por los combustibles gaseosos gracias a sus ventajas a nivel de emisiones y de precio frente a otros combustibles alternativos, además de la comodidad que ofrece en el día a día gracias a su autonomía y puestos de repostaje.

Sin olvidar que la adaptación a Autogas/GLP o GNC o la adquisición de un vehículo propulsado por cualquiera de ellos nos permite acceder a la Etiqueta ECO, aportándonos tranquilidad de cara a las posibles futuras restricciones de circulación en las grandes ciudades.